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• Gara, 2009-07-03 # Raimundo Fitero

La persona que conmigo ve la tele me pregunta si es noticia que el día 1 de julio haga calor en Córdoba. Las olas de calor o las de frío son recursos informativos cíclicos. Dan mucho juego. Son, técnica e informativamente, inanes, pero sirven, entre otras muchas cosas, para que los becarios y personal en prácticas hagan sus primeros pinitos. De seguir el deterioro en los informativos que de manera tan evidentemente se nota, acabarán poniendo imágenes de años anteriores porque como tampoco es importante el tipo de vestuario o no vestuario que utilizan quienes en ellos aparecen, todo vale, todo sirve, todo es relleno y el relleno, relleno es.

¿Por qué aparecen siempre cuerpos desnudos o semi en cuanto se habla de calor, de playas, piscinas o similares? Es impepinable, cualquier barrido televisivo de cualquier playa contiene unas señoras o señoritas con sus pectorales al sol sacadas sin su conocimiento ni permiso. O traseros con tangas y jóvenes macizos con su melena al viento. Es como si las cámaras solamente retrataran esos cuerpos gloriosos y el resto de los usufructuarios de las playas fueran transparentes. Forma parte del lenguaje bastardo del género. Como las fuentes, las sombrillas espontáneas, los niños comiendo helados o esos marcadores urbanos de temperatura. No hay ni una pizca de imaginación.

Hablando de desnudos. «Malas compañías» de La sexta, con Manuel Fuentes ha cumplido su contrato, pero no se sabe si seguirá el año próximo. Se ha quedado en un término medio, de esos que es difícil que ayuden a tomar decisiones. Ni bueno ni malo. Neutro. Lo cierto es que en la entrega del domingo pasado uno de sus colaboradores se paseó desnudo, en pelota picada por Madrid, simplemente con una gorra, unas gafas, zapatillas deportivas y calcetines blancos para llevar en ellos la documentación y una copia del código penal donde parece ser que no está penado ir desnudos por la calle. Así se lo hizo saber a unos policías que al final lo detuvieron. Lo curioso del reportaje era ver como le gritaba la dueña de una cafetería, insultándole o como los taxistas se negaban a llevarlo. Curioso reportaje muy bien realizado.