2009/12/01

> Komunikatua: D-Genero > ACCION CONTRA LA MERCANTILIZACION DEL SIDA: EL CAPITALISMO ES LA PANDEMIA

  • Acción contra la mercantilización del sida: El capitalismo es la pandemia
  • D-genero, 2009-12-01 # Publicado por La Plataforma
Hoy es 1 de diciembre y todos, en un inconcebible ejercicio de contorsionismo, nos retorceremos sobre nosotras mismas para darnos una palmadita en la espalda recordándonos que sí, que aunque sea una vez al año, luchamos contra el SIDA.

Si entendemos la guerra contra el SIDA desde un punto de vista aislado, desvinculado de cualquier otra lucha, nos puede parecer incluso suficiente, un día al año. Pero para nosotras el SIDA no es más que una causa de marginalidad más, consecuencia de un sistema que solo funciona excluyendo y manteniendo fuera a los desheredados, a los desafortunados, a los ninguneados. Porque la situación vital de miles de personas con SIDA depende de las negociaciones entre las farmacéuticas transnacionales y los estados, creemos que el SIDA es una razón más para denunciar este sistema injusto e inhumano, que da prioridad al capital, y abandona a las personas. Los intentos de abaratar los tratamientos de antirretrovirales son atacados por los departamentos de patentes de las farmacéuticas, que consideran que los derechos de propiedad intelectual de sus empresas tienen más valor que el derecho a una vida digna de las personas afectadas de SIDA.

Los gobiernos, por su parte, no destinan fondos a la investigación de estos tratamientos, dejando en manos del mercado y de la ley de la oferta y la demanda la mejora de las condiciones de vida de l@s afectad@s.

Al mismo tiempo, aprovechan esta crisis financiera actual para justificar el descenso de los ingresos de los estados ricos en el Fondo de lucha contra el SIDA, argumentando que los estados no tienen dinero para curar enfermos no occidentales, aunque sí para llenar las arcas de los banqueros y curarles de esta crisis tan mala. Si pensamos en la prevención de los contagios, el panorama no mejora. Mientras las creencias fundamentalistas cristianas o islámicas siguen luchando por la propagación del SIDA y en contra del uso del preservativo, las mismas farmacéuticas que lamentan el descenso de los precios de los antirretrovirales en los países en vías de desarrollo, se frotan las manos por el aumento de contagios en Occidente.

Desde el punto de vista del capital y los intereses empresariales, que la gente se ponga condón es un mal negocio para las grandes farmacéuticas, que se embolsan millones cada año en pago por los tratamientos dispensados en farmacias y hospitales del primer mundo, a precios desorbitados e injustos.

Y por último, no nos da la gana olvidar que en todas estas vueltas de cordón que nos someten a la marginalidad, la homofobia nos aprieta, a nosotros, aún más. Los maricas, los bujarras, o simplemente, los hombres que se acuestan con hombres aunque no se reconozcan como gays, siguen sin ser objeto de campañas de prevención que nos recuerden que nosotros no podemos vivir sin nuestras vidas.

> Iritzia: Jordi Casabona > EL SIDA, ¿UNA EPIDEMIA SECUESTRADA?

  • El sida, ¿una epidemia secuestrada?
  • Revisar el discurso del VIH no es fácil por ser un tema socialmente sensible y no haber solución ideal
  • El Periódico de Catalunya, 2009-12-01 # Jordi Casabona . Fundació Sida i Societat
Desde hace 21 años, el 1 de diciembre celebramos el Día Internacional del Sida para mantener el debate sobre este problema. Pero ¿cuál es el debate y el discurso formal sobre la epidemia? En primer lugar, recordemos que, a pesar de que los actuales tratamientos antirretrovirales (ARV) han reducido drásticamente los casos de sida y las muertes por esta enfermedad, España sigue siendo uno de los cinco países de Europa con la tasa de casos de sida más elevada. Pero, curiosamente, el sida se ha alejado de los medios de comunicación, y el mensaje de que la epidemia sigue descendiendo gracias a los tratamientos es aún frecuente. Parece como si el éxito logrado con los ARV para convertir esta enfermedad en una infección crónica y procurar una buena calidad de vida a los afectados se haya extrapolado al propio curso de la epidemia. Pero, como indican los datos sobre VIH de las comunidades autónomas que los tienen, el número de nuevos diagnósticos se mantiene estable y en algunos subgrupos incluso ha aumentado.

En segundo lugar, es importante recordar que el sida ha sido uno de los catalizadores más importantes de la segunda mitad del siglo XX, no solo desde una perspectiva médica, sino también social, económica y política. La infección por el VIH ha servido para desarrollar nuevas técnicas de investigación, para defender derechos humanos y civiles, para crear una masa crítica sin precedentes entre los afectados, para cambiar radicalmente la forma de comunicación entre pacientes y médicos, para revisar las relaciones internacionales y el papel de las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales; para forzar la corrección política del lenguaje y, en definitiva, para generar fondos y cambiar las agendas políticas. Nada de ello hubiese sido posible sin la excepcionalidad y la visibilidad que siempre han rodeado al VIH/sida. Un un buen ejemplo de ello es la creación de una agencia específica por parte de la ONU: la Onusida.

Sin embargo, en los países con acceso universal a los ARV la excepcionalidad, la corrección política del lenguaje y la visibilidad pueden pasar fácilmente de ser una herramienta de liderazgo para el cambio, a una finalidad. Se genera entonces un discurso políticamente correcto, pero vacío de contenidos y cada vez más alejado de los principios técnicos de la salud pública. Hace poco, un buen amigo homosexual me decía que es hora de decir claramente que los hombres que tienen relaciones con hombres son un «grupo de riesgo», porque, de otro modo, es muy difícil defender que se dé prioridad a las acciones dirigidas a este colectivo (en el que se ha producido un importante rebrote de infecciones). Hasta hace poco, este comentario habría sido imposible. De la misma forma, ahora hay que facilitar al máximo la realización de la prueba diagnóstica del VIH, puesto que la excepcionalidad en torno a esta prueba puede acabar reforzando las actitudes de estigmatización que se pretenden evitar. O, para seguir con ejemplos, si en los años 80 algunos sectores no aceptaban la explícita promoción del uso del preservativo, ahora resulta también difícil decir que la disminución del número de contactos sexuales es una manera más de disminuir la propagación del VIH.

Revisar el discurso nunca es fácil; especialmente cuando son temas socialmente sensibles y para los que no tenemos la solución técnica ideal. En efecto, los tratamientos por el VIH no son curativos y la única intervención preventiva que ha resultado eficaz en un ensayo clínico –incluyendo las vacunas– ha sido la circuncisión masculina en países de alta incidencia. Además, el sida magnifica las carencias de las sociedades y, por tanto, el discurso también está mediatizado. En nuestro contexto, la poca tradición en servicios comunitarios, la escasa cultura del debate y el consenso, el culto a la personalidad, la politización del debate técnico, la escasez de periodistas especializados y el dominio del paradigma biológico e individual sobre el social y de salud pública son algunas de las cosas que mediatizan el liderazgo y el discurso formal y, por tanto, la respuesta a la epidemia.

Por último, la corriente de opinión que se crea para usar los ARV también para prevenir la infección por el VIH añadirá importantísimos retos a la ya compleja respuesta hacia esta epidemia. El futuro inmediato de la prevención y control del VIH/sida y otras infecciones de transmisión pasa por la implementación de intervenciones que integren los aspectos biomédicos, los conductuales y los estructurales. Es un buen momento para revisar la respuesta. Para hacerlo hay que adaptar los mensajes a la evolución de la epidemia y de su contexto y a la evidencia científica de la que disponemos, evitar la autocomplacencia y asegurar que el discurso políticamente correcto vaya acompañado también de las acciones más adecuadas. Más allá de protagonismos, sigue siendo imprescindible la colaboración de todos: administraciones, especialistas, profesionales, afectados, activistas... Tenemos más conocimiento que nunca, pero no debemos dejar que el discurso y la visibilidad secuestren la respuesta.

> Iritzia: Javier Alonso > LA VERDADERA PANDEMIA

  • La verdadera pandemia
  • La banalización del sida en el llamado Primer Mundo y la falta de medios de prevención y tratamiento en el "otro mundo", el más afectado por la enfermedad y sus consecuencias, no permiten una radiografía demasiado optimista 30 años después
  • Deia, 2009-12-01 # Javier Alonso . Médico
Cuando, a principios de los años 80, las publicaciones científicas describieron los primeros casos de una rara enfermedad que producía neumonía entre varones jóvenes homosexuales que consumían drogas, era imposible sospechar el alcance que 30 años después representaría el sida. Hoy sabemos que es el estadio final de una infección producida por un virus -el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)- que es capaz de atacar al sistema inmunitario dejando al organismo sin defensas frente a las infecciones y haciéndole más vulnerable a padecer determinados tumores malignos. Conocemos que se transmite manteniendo relaciones sexuales sin preservativo con una persona portadora del virus, por exposición a la sangre infectada y de la madre a su descendencia durante el embarazo, parto o lactancia. Una vez adquirida la infección, si no se trata con antirretrovirales, el VIH se replica de forma continúa apareciendo las manifestaciones clínicas entre 3 y 5 años después. Tiene lugar la lucha de un microbio agresivo, que posee una gran capacidad de camuflarse, contra los sistemas defensivos del organismo. En ausencia de antirretrovirales el virus ganará en la inmensa mayoría de las ocasiones, aunque la especie humana está desarrollado herramientas eficaces para luchar contra la enfermedad.

Fruto de este desarrollo científico, en lo que se refiere al tratamiento de la infección VIH y sus complicaciones, son los resultados expuestos en el último informe de ONUSIDA que abre una puerta a la esperanza al apreciar una tendencia a la disminución de la enfermedad y de su letalidad: en los últimos 8 años el número de personas infectadas ha disminuido un 17% y el número de fallecimientos se ha rebajado un 10% en 5 años. Pero detrás de estos innegables progresos están las desoladoras cifras que expresan el alcance de la enfermedad. Desde aquellos primeros casos de California se han registrado cerca de 60 millones de infecciones por el virus de la inmunodeficiencia humana y sus consecuencias han producido más de 25 millones de muertes.

Las personas y las organizaciones que luchan contra el sida comienzan a ver los frutos de las medidas de prevención y de los tratamientos antirretrovirales. Los efectos se muestran, sobre todo, en el África subsahariana, la región del planeta con las cifras más escalofriantes de la enfermedad con más de 22 millones de personas afectadas. El 91% de las infecciones en la infancia se produce en ese continente, donde, además, 14 millones están en situación de orfandad. La situación del sida en África se puede considerar cono la segunda oleada epidémica de la enfermedad que se ha transmitido, fundamentalmente, mediante relaciones heterosexuales. La primera oleada fue la que ocurrió en el Primer Mundo coincidiendo con el descubrimiento de la enfermedad y que se relacionaba con las prácticas homosexuales y la utilización de drogas intravenosas. Esta última práctica de riesgo era la principal causante de la tercera oleada, que se despliega desde el Este de Europa hasta Asia, pero está siendo sustituida por la transmisión heterosexual.

Las diferencias geográficas de esas tres oleadas coinciden con el diferente abordaje de la enfermedad. Los avances en los tratamientos antirretrovirales han mejorado drásticamente el pronóstico de la infección. Una persona infectada en tratamiento podrá hacer una vida prácticamente normal durante muchos años, y aunque presente complicaciones, los avances terapéuticos pueden conseguir que vuelva a una situación de práctica normalidad. Pero esto sólo es totalmente cierto para quienes viven en los países desarrollados, que sufrieron la primera oleada y mantienen las tasas más bajas. Un ejemplo más del diferente impacto de la enfermedad, ligado a las inequidades sociales y sanitarias engendradas por la falta de recursos. El 95% de las personas infectadas lo hace en los países en vías de desarrollo. Sin embargo, de cada 5 que se contagian sólo 2 se benefician del tratamiento con antirretrovirales, el resto -unos 5 millones- viven en países en los que el acceso a estos medicamentos y a otros cuidados sanitarios es casi inexistente. En el llamado Primer Mundo, los antirretrovirales se administran precozmente, con lo que se consigue convertir el fatal desenlace de la lucha del VIH contra el organismo en una enfermedad crónica y disminuir las probabilidades de contagiar. El otro mundo necesita que lleguen, abaratando su precio y mejorando su distribución y la organización sanitaria.

Los antirretrovirales no son el único medio para luchar contra la extensión del sida. Hace dos meses, los medios de comunicación se llenaron de optimistas portadas anunciando el descubrimiento, en Tailandia, de la vacuna contra el sida. La realidad era mucho menos halagüeña de lo que prometían los titulares. Un ensayo clínico había conseguido, mediante la vacunación, reducir un 30% la transmisión de la enfermedad algo que, si nos referimos a prevención, aportaba poco valor. Considerando los estrepitosos fracasos, en términos de efectividad, de los intentos anteriores, este estudio tenía el interés de ser el primero en mostrar un modesto resultado preventivo y abría una nueva vía de investigación. Es imposible predecir cuánto tardará en llegar la vacuna, pero queda mucho camino por recorrer hasta conseguir una que produzca inmunidad en la inmensa mayoría de las personas y para todos los subtipos de virus.

Y aunque esa vacuna existiera y funcionara, no podría acabar con la epidemia por sí sola. Será necesaria una combinación de medidas preventivas, vacuna, antirretrovirales y otros microbicidas para ganar la batalla al VIH. La educación y la información son dos armas fundamentales para luchar contra la expansión de esta epidemia. La transmisión está directamente relacionada con actitudes, por lo que los esfuerzos se deben centrar en promover modificaciones en el comportamiento que eviten prácticas de riesgo. El uso correcto del preservativo reduce, de forma significativa, la transmisión del virus. La Iglesia católica se ha manifestado contraria a está evidencia científica, llegando a asegurar que el preservativo "agravaba el problema". La teoría en que se sustenta esta afirmación es la denominada "de compensación del riesgo", por la que si una tecnología nos proporciona protección, ocurre un fenómeno que lleva a la persona a asumir más riesgo. Aunque Benedicto XVI, en su locución del pasado domingo sobre el sida, no sembró más dudas sobre el preservativo, sus teorías sobre la prevención parecen una muestra más de los deseos de los responsables de esta confesión de alejarse peligrosamente de las evidencias científicas.

El mejor pronóstico de la enfermedad, en los países desarrollados. ha banalizado su importancia, circunstancia que se apunta como responsable del aumento de transmisiones sexuales. En nuestro entorno, casi el 50% de las nuevas infecciones tienen su origen en relaciones heterosexuales, lo que unido al 25% que son fruto de relaciones homosexuales da una idea de la importancia de la utilización del preservativo y de la realización de test de VIH. Esta prueba, que se lleva haciendo de forma pionera desde comienzos de año en las farmacias de Cataluña y la Comunidad Autónoma Vasca, está comenzando a dar resultados. Tras realizar más de 20.000 tests, 19 personas conocen que son seropositivas, podrán comenzar el tratamiento, la enfermedad progresará menos y evitarán contagiar a sus parejas.

Nuestros esfuerzos deben centrarse en dos objetivos. Por un lado aumentar los fondos que se dedican a los programas de sida en los regiones desfavorecidas económicamente, con el fin de facilitar el acceso universal a las medidas preventivas, a los antirretrovirales y al resto de los cuidados sanitarios que precisa la enfermedad. Por otro, debemos valorar la eficacia de la información que se transmite sobre el sida a la ciudadanía de nuestro entorno para limitar la banalización de la enfermedad y la relajación de las medidas preventivas. Además, es preciso potenciar los programas de detección precoz con el fin de evitar los contagios y mejorar el pronóstico de las personas portadoras.

> Berria: Abenduak 1 > EL PARLAMENTO DE NAFARROA SE CONCENTRA PARA MOSTRAR SU COMPROMISO EN LA LUCHA CONTRA EL SIDA

  • El Parlamento de Navarra se concentra para mostrar su compromiso en la lucha contra el Sida
  • La Cámara aprueba una declaración institucional reivindicando las actuaciones para erradicar la enfermedad e impulsando nuevas medidas
  • Europa Press, 2009-12-01 # Pamplona
El Parlamento de Navarra conmemoró hoy el Día Mundial de la lucha contra el Sida concentrándose frente a la sede de la Cámara, presidida en su fachada principal por un gran lazo rojo (símbolo internacional de la toma de conciencia sobre el virus), para mostrar su compromiso con una enfermedad que en la Comunidad foral cuenta con 1.800 personas infectadas y unas 800 que la sufren.

Con este objetivo, representantes de las diferentes fuerzas que componen el arco parlamentario foral; la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina; la consejera de Asuntos Sociales del Gobierno de Navarra, María Isabel García Malo; el defensor del Pueblo, Francisco Javier Enériz; y la presidenta del Parlamento, Elena Torres, junto a representantes de Sare y la Comisión Ciudadana Anti-Sida, se concentraron de forma silenciosa durante cinco minutos frente a la Cámara.

Al término del acto, disuelto tras los aplausos, la presidenta del Parlamento, en declaraciones a los medios, mostró su compromiso por la lucha contra esta enfermedad y se solidarizó con las personas infectadas y con las que padecen el VIH, porque "en momentos en los que parece que la enfermedad se ha estancado no hay que bajar la guardia", dijo.

"Nos hemos comprometido junto con los colectivos a hacer un acto simbólico para concienciar a la sociedad de lo importante que es no bajar la guardia ante esta enfermedad y seguir insistiendo en medidas de prevención para facilitar de alguna manera una vida más cómoda y más digna a los infectados", indicó Torres.

Declaración institucional
Previa a la concentración, la Mesa y Junta de Portavoces del Parlamento aprobó una declaración institucional, a iniciativa del PSN, con la que la Cámara quiso expresar su apoyo a la lucha contra el Sida, reivindicar las actuaciones realizadas para erradicar la enfermedad e impulsar las medidas necesarias con el fin de mejorar las condiciones de vida de los afectados.

El texto de la declaración recuerda también a las personas que "han sido afectadas por esta pandemia, aquellas que están y las ausentes, y hacemos una llamada de atención sobre la situación actual en nuestro país".

Además, recoge que "a día de hoy nos encontramos con un panorama muy distinto al de hace años, donde la desesperanza ha pasado a convertirse en expectativa y anhelo de vida. Sin embargo este hecho no ha posibilitado que esta enfermedad deje que llevarse a más de mil personas anualmente en nuestro país, y se produzcan casi tres mil nuevos diagnósticos cada año".

Por su parte, la directora del Instituto de Salud Pública, Marisol Aranguren, indicó que en Navarra "se han estabilizado el número de enfermos y las infecciones", aunque aprovechó su intervención ante los medios de comunicación al término de la concentración "para concienciar a la sociedad de la importancia de la prevención de las practicas de riesgo de sexo y del diagnóstico precoz".

Asimismo, insistió en que una persona con Sida puede hacer "una vida totalmente normal", y recordó el lema diseñado para el día de hoy: "Si te beso te transmitiré ternura, si me contratas te transmitiré profesionalidad y si jugamos te transmitiré energía".

Finalmente, el representante de la asociación Sare Joseba Huarte destacó que "ha mejorado la calidad de vida" de estos enfermos, aunque se mostró convencido de "seguir exigiendo un mayor esfuerzo en políticas de prevención y trabajo interdisciplinar, porque no existe una unidad de Sida específica".

Además, insistió en los trabajos de prevención en institutos o colegios, así como en el apoyo a personas afectadas desde que reciben el diagnostico hasta las complicaciones que puedan tener.

> Iritzia: Imanol Unanue Astoreka > LOS RETOS DEL SIDA

  • Los retos del sida
  • Gara, 2009-12-01 # Imanol Unanue Astoreka . Activista social
El sida tiene retos y pide aún soluciones. Es una pandemia, pero también una enfermedad social, llena de miserias y actitudes miserables que entorpecen acciones eficaces. Se hizo mucho daño y sólo se llegó a hablar de «tolerancia» cuando nuestra presión y organización cosechó logros. Pero aún hoy en día muchos de los errores se siguen manteniendo

Son ya años desde que un pequeño virus dio a entender que los humanos seríamos capaces de grandes logros pero que, a su vez, las miserias humanas permanecen inalterables. Porque el sida es más que una pandemia, es un toque de atención a la conciencia humana, incapaz de superar sus miserias, odios, desigualdades, intereses... Porque, mas allá de la muerte posible que se vincula erróneamente con la enfermedad, existe el llamado «sida social».

Sida social que impide cualquier solución efectiva más allá de nuestro entorno privilegiado, negando la posibilidad de aceptación a toda persona que no respete unos principios de convivencia dictados por la mayoría, principios que no aceptan al emigrante, al pobre, la diversidad sexual, las relaciones diferenciadas... O, seamos aún más concretos, la propia enfermedad como parte posible de nuestra vida y estado de salud posible.

Con el sida crecieron los prejuicios de una mayoría hacia el afectado, se pidieron soluciones inmediatas e irracionales como los sidatorios, centros especializados única y exclusivamente para nosotros; se luchó por la no-escolarización de posibles portadores; se negó la utilización del preservativo por parte de sectores de derecha extrema y de la propia Iglesia católica -o de otras religiones- alegando principios intocables y éticos criminales; se prohibió la circulación libre de personas afectadas en ciertos países... En definitiva, se hizo mucho daño y sólo se llegó a hablar de «tolerancia» cuando nuestra presión y organización cosechó logros. Pero aún hoy en día muchos de los errores se siguen manteniendo.

El virus nos ha vencido por más que lo ocultemos. Se perdió fuerza y tiempo en evitar su propagación, pese a tener la posibilidad de controlarlo desde un principio, ya que se conocían todos los medios para evitar la propagación. ¿Cómo entender si no que aún hoy en día se discuta sobre si tenemos que tener acceso a los medicamentos genéricos, que se siga perdiendo el tiempo en catalogar en colectivos a los afectados, etcétera, etcétera?

El virus de la intolerancia abrió paso a actitudes erróneas que hacen que se nos viera merecedores o no de esta enfermedad. Incluso hoy en día responsables sanitarios emiten informaciones engañosas que hablan de que la incidencia es menor este año, puesto que los nuevos casos han descendido. Se deberían avergonzar por lo que difunden. No olvidemos que los millones de seres que vivimos con el VIH/sida no podemos hoy en día curarnos y que incluso los nuevos casos se suman a los anteriores, o que en sida infantil ya son cerca de las 450.000 personas infectadas. No cito las incidencias futuras de un tratamiento hoy eficaz que algunos tomamos, pero que puede tener consecuencias tarde o temprano, y que reclama un logro de medicamentos no tan agresivos y de sustitución de los ya existentes cuando se requiera.

Por lo tanto, el sida tiene retos y pide aún soluciones. Es una pandemia, pero también una enfermedad social, llena de miserias y actitudes miserables que entorpecen acciones eficaces. Es realmente agotador informar a quien no quiere ser informado, es tremendamente frustrante ver que, año tras año, muchos prejuicios permanecen. Los mismos que harán que, ante cualquier otra situación, todos seamos débiles y posibles víctimas.

El sida también nos demuestra que las personas que vivimos con ella tenemos la necesidad de ser conscientes de nuestra situación, evitando caer en victimismos y siendo conscientes de que la gestión de nuestra propia enfermedad es nuestra responsabilidad. La misma responsabilidad que nos debe impulsar a denunciar cualquier situación de desamparo que viven otros compañeros por el mero hecho de no pertenecer al supuesto mundo privilegiado y occidental.

Sida y compromiso van unidos, para avanzar, hasta lograr que la afección sea crónica para todos los humanos sin distinción y para lograr que nadie más sea discriminado por tener un pequeño virus en su cuerpo.

Un virus que aún hoy requiere políticas económicas y sociales eficaces para evitar su propagación y el rechazo a quienes lo padecemos. El 1 de diciembre es fecha de compromisos no de celebraciones ni gestos vacíos.

> Berria: Abenduak 1 > GIPUZKOA: EL AYUNTAMIENTO DE ERRENTERIA ANTE EL 1 DE DICIEMBBRE

  • El Ayto. de Errenteria ante el 1 de diciembre
  • Errenteria Gorria, 2009-12-01
Con motivo del 1 de diciembre, Día Mundial de la Lucha contra el Sida, la Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Errenteria ha emitido una declaración institucional en la que se compromete a apoyar la lucha contra el VIH mediante políticas basadas en evidencias científicas y a difundir el preservativo como método eficaz para prevenir la difusión de la enfermedad.

Las autoridades científicas mundiales señalan que la utilización del preservativo es un elemento crucial para un enfoque integral, eficaz y sostenible para la prevención del VIH, recalcando que conviene acelerar su promoción en la lucha contra el VIH; especialmente en países en los que su impacto tiene dimensiones dantescas y dramáticas, y en los que el uso del preservativo es, en la mayoría de las ocasiones, el único instrumento útil y eficaz para combatir la enfermedad.

La necesidad de la lucha constante contra el VIH fue recogida en la sesión extraordinaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas dedicada a esta enfermedad celebrada el 27 de junio de 2001 bajo el título “Para una crisis mundial, una acción mundial”.

La Ley General de Sanidad y la Ley Reguladora de Bases de Régimen Local, ha manifestado el Consistorio, atribuyen a los entes municipales la competencia y responsabilidad en la protección de la salubridad pública y participación en la gestión de atención primaria de la salud.

Por todo ello, la Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Errenteria ha emitido dicha declaración.

1.- Afirmamos, siguiendo criterios exclusivamente científicos, que el preservativo masculino de látex es la tecnología individual disponible más eficaz para reducir la transmisión sexual del VIH y otras infecciones de transmisión sexual.

2.- Esta Corporación se compromete a apoyar la lucha contra el VIH mediante políticas basadas en evidencias científicas y a difundir el preservativo como método eficaz para prevenir la difusión de la enfermedad.

> Berria: Abenduak 1 > BENGOA ADVIERTE DE QUE EL 75,5% DE LAS NUEVAS INFECCIONES DE VIH SON POR VIA SEXUAL

  • Bengoa advierte de que el 75,5% de las nuevas infecciones de VIH son por vía sexual
  • Gara, 2009-12-01
El consejero de Sanidad del Ejecutivo de Lakua, Rafael Bengoa, advirtió ayer en Bilbo de que el 75,5% de las nuevas infecciones que se registran actualmente en la CAV por VIH se producen por vía sexual y, principalmente, entre personas adultas.

Bengoa facilitó estos datos sobre la evolución de los contagios por VIH en el transcurso de la presentación de una campaña publicitaria destinada a prevenir la propagación de esta dolencia entre la población con el lema «Si empiezas una relación, no corras riesgos. Hazte la prueba del VIH».

El titular de Sanidad señaló que mientras el número de casos de sida en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa ha registrado una disminución «espectacular» en esta década, desde que a mediados de los 90 se contabilizasen más de 500 al año, el de los diagnósticos de nuevos infectados por VIH, el virus que la produce, no lo ha hecho en la misma proporción.

Rafael Bengoa comentó que en 2008 se registraron 70 nuevos casos de sida y dijo que en 2009 se estima que se producirán 192 nuevos contagios. De éstos, el 68% corresponde a varones y el 32% a mujeres y en el 75,5% de los casos -144 de los 192- se habrá transmitido a través de las relaciones sexuales, tanto heterosexuales (48%) como homosexuales (27%), y tan sólo en un 9% de ellos (17 casos), se propagó por vía intravenosa. En el 15,5% restante, los afectados manifestaron desconocer cómo se habían contagiado.

«El VIH es, por tanto, desde hace bastantes años -subrayó-, una infección de transmisión sexual que ya, prácticamente, no guarda relación con los usuarios de las drogas».

Otro dato relevante es que la propagación se produce, principalmente, entre personas adultas, ya que el 69,7% de los 192 nuevos casos son personas de entre 30 y 60 años y tan sólo el 11,6% son menores de 24 años.

Bengoa agregó que la «Encuesta de Salud y Hábitos Sexuales del Plan español sobre Sida» revela, además, que las relaciones sexuales nuevas entre adultos son más frecuentes «de lo que muchas veces pensábamos». Según estos datos, el 46,2% de la población comprendida entre 30 y 39 años declara haber tenido más de tres parejas sexuales a lo largo de su vida.

El coordinador del Plan de Prevención y Control de Lakua, Daniel Zulaika, señaló que el sida se «está convirtiendo en una enfermedad crónica, es decir, va a acompañar a los afectados toda su vida». Además, indicó que en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa fallecen unas 40 personas al año por sida.

> Berria: Abenduak 1 > LOS HOMOSEXUALES BAJAN LA GUARDIA

  • Los homosexuales bajan la guardia
  • El contagio de sida entre gays sube un 22 por ciento respecto a 2004. Cuatro de cada diez nuevos diagnosticados en 2008 eran inmigrantes. Sanidad lanza una campaña contra la discriminación de los seropositivos en el Día Mundial del Sida.
  • La Razón, 2009-12-01 # A. Riera . Madrid
Los contagios de VIH se han estabilizado en España en los últimos cinco años, si bien hay un repunte de nuevos casos entre homosexuales (431 nuevos casos en 2004, frente a los 555 de 2008), según el último balance de VIH y sida en España que dio a conocer el Ministerio de Sanidad con motivo del Día mundial que se celebra hoy.

La incidencia del VIH desde 2004 dibuja un escenario de la enfermedad muy distinto al que nos acostumbraron los años 80 y los 90. Ahora es el contacto heterosexual la vía más frecuente de contagio –con un 41,8 por ciento de los nuevos casos– y aunque los infectados siguen siendo en su mayoría hombres, uno de cada cuatro nuevos casos registrados en 2008 afectó a una mujer. Asimismo, caen los contagios entre los usuarios de drogas (9,2 por ciento del total).

En 2008 se notificaron en España 1.583 nuevos diagnósticos del virus, el 37 por ciento de ellos en inmigrantes, fundamentalmente de Iberoamérica, África subsahariana y Europa occidental.

Desde el comienzo de la pandemia en 1981 hasta junio de 2008, en España se han notificado 77.953 casos de sida, si bien la llegada de los tratamientos antivirales, a mitad de los 90, redujo en un 80 por ciento la incidencia de la enfermedad terminal. Aún así, en 2008 se notificaron 1.170 casos de sida, el 77 por ciento en hombres y con una edad media de 41 años.

Lo que no ha cambiado en los últimos 28 años es el estigma que acompaña a los afectados por el virus. Para tratar de luchar contra la discriminación, Sanidad lanzó ayer una campaña que con el lema «Detrás del sida hay mucha vida», pretende informar de las verdaderas vías de contagio. Para presentar esta iniciativa, la ministra Trinidad Jiménez contó con el apoyo del presidente de la Coordinadora estatal VIH/Sida Gesida, Santiago Pérez, y del delegado del Gobierno para la Violencia de Género del Ministerio de Igualdad, Miguel Lorente, quien destacó que entre el 20 y el 50 por ciento de las maltratadas sufren también agresiones sexuales, que aumentan las enfermedades de trasmisión sexual, como el VIH.

No obstante, uno de los datos más alarmantes es que de los nuevos casos detectados en 2008, un 30,2 por ciento ya tenían una inmunosupresión acentuada en el momento del diagnóstico, con un claro riesgo a progresar rápidamente a enfermedad terminal. Según Josep María Gatell, coordinador de la Red Española de Investigación en Sida (RIS) y miembro de la Plataforma VIH, el diagnóstico precoz resulta «indispensable para lograr los objetivos de prevención y buena atención a los pacientes, así como para frenar el contagio de esta enfermedad». Unas 40.000 personas viven en España con VIH sin saberlo.