- "No me dejaron entrar en la discoteca por la indumentaria"
- El presunto homicida de Heaven declara al juez que no conocía al portero
- El País, 2009-01-16 # José Antonio Hernández • Madrid
Carlos Monje, el español detenido por matar a tiros a un portero y a un relaciones públicas en los aledaños de la céntrica discoteca madrileña Heaven, ha declarado al juez que no pertenece a "ninguna banda" mafiosa y que el origen del tiroteo la madrugada del lunes fue la negativa del portero a dejarle entrar. Según su confesión, el vigilante -al que no conocía "de nada"- no le dejó entrar al local por su "inadecuada indumentaria". Monje, de 36 años, fue conducido el pasado miércoles por la policía ante el juzgado de guardia en Madrid -ese día, el número 48-. El juez decretó para él prisión incondicional. Le acusa de los homicidios del portero de Heaven, Catalin Stefan Craziun, alias Cata, rumano de 31 años y con un amplio historial delictivo; y de Alejandro Muñoz Rojas-Marcos, de 24 años y relaciones públicas de la discoteca Heaven. El acusado se había negado a declarar ante la policía, después de salir del hospital al que fue trasladado por los agentes, con numerosas contusiones, tras su detención poco después del tiroteo. Monje tendrá que volver de nuevo al juzgado el próximo día 23 para declarar ante el juez Santiago Torres -instructor del caso Guateque-, que es el que estaba de guardia el día de los hechos, hacia las tres de madrugada del domingo al lunes.
El juez Torres ha citado al presunto doble homicida Carlos Monje -cuya estética es similar a la de los skinheads- para el próximo día 23 para tomarle una declaración más exhaustiva y, en su caso, ratificar la orden de prisión dictada el miércoles contra él, según fuentes jurídicas.
La declaración que ya ha prestado Monje contrasta abiertamente con la tesis policial, que apunta a que fue él quien disparó en el cuello a Catalin Stefan Craziun, portero de Heaven, en el marco de un ajuste de cuentas entre bandas mafiosas por el control de las porterías de locales de ocio. Cata murió en el acto y el relaciones públicas lo hizo poco después en el hospital. Otras dos personas resultaron heridas en el tiroteo, pero no se teme por sus vidas.
Monje, que ya está en prisión, es un viejo conocido de la policía: tiene antecedentes por tenencia ilícita de armas, amenazas, coacciones, lesiones y robo con fuerza.
Su declaración ante el Juzgado de Instrucción número 48 "fue muy escueta" y no exenta de lagunas y contradicciones, según fuentes de la investigación. Lo primero que dijo al juez es que no pertenece "a ningún clan mafioso" y que "no conocía de nada" a ninguna de las dos víctimas.
"Quería entrar y el portero no me dejó porque decía que mi indumentaria no era la adecuada", declaró. Según él, al ver que no le dejaban pasar protestó y la respuesta del portero y otros empleados fue darle una paliza. "Me tiraron al suelo y comenzaron a golpearme".
Monje negó que él llevase una pistola cuando intentó entrar en el local. La que utilizó, aseguró, no era suya. Siempre según su versión, el arma se le debió caer a algunas de las personas que le estaban pegando cuando él estaba en el suelo. "Encontré la pistola en el suelo. La cogí para defenderme y salí corriendo, y ellos detrás de mí, disparándome", declaró. Y añadió: "Mientras corría, para defenderme, empecé a disparar con la pistola hacia atrás, pero sin ver a nadie, para que no me dispararan, pues venían detrás de mí". Monje subraya que no vio si alcanzó a alguien con sus disparos, ya que le habían dado una paliza y lo único que quería era salir de allí.
Fuentes de la investigación y testigos de los hechos dan una versión completamente diferente. Tras ser agredido (sufrió rotura del tabique nasal, entre otras heridas), Monje, sangrando, regresó a su vehículo, estacionado cerca de la discoteca, cogió de su interior una pistola Glock, del calibre 9 milímetros, y regresó al local. Nada más llegar a la puerta, abatió a Catalin Stefan Craziun.
Otros empleados del local, en cuyo interior había en ese momento unas 700 personas, le persiguieron y avisaron a otros colegas que controlaban en ese momento el acceso a cercana discoteca Joy Eslava. Entre los perseguidores estaba el relaciones públicas de Heaven, Alejandro Muñoz Rojas-Marcos, a quien Monje alcanzó de un disparo durante la carrera. Murió mientras era operado del impacto de bala en el hospital Gregorio Marañón, de Madrid.
Los porteros de Joy Eslava también salieron en persecución de Monje, que reitera en su declaración ante el juez que le estaban disparando. Según los testigos, fue Monje quien se revolvió y disparó contra el grupo que le perseguía.
Carlos Monje fue detenido por la policía algo después de las tres y cuarto de la madrugada del lunes. Trataba de llegar, con una pistola en la mano, a un coche aparcado cerca del lugar.
El portero Catalin Stefan Craziun, Cata, de origen rumano, estaba considerado uno de los lugartenientes de Ivo el búlgaro, presunto jefe de una banda de vigilantes de discotecas que se dedican a controlar la seguridad en los locales de ocio nocturno de la capital. Tanto Ivo como Cata fueron detenidos a causa de un secuestro a otro delincuente en 2006 en Gandia. El caso está en todavía en fase de instrucción y ambosfueron puestos en libertad.
Alejandro Muñoz Rojas-Marcos, el relaciones públicas de Heaven, carecía de antecedentes policiales.