2009/03/01

> Berria: Emakumeak > VIDA SECRETA DE LAS PRINCESAS DEL HAREN

  • Vida secreta de las princesas del harén
  • Unas pocas brillan como primeras damas, pero la mayoría de las esposas de gobernantes del Golfo vive en la oscuridad feudal. Ésta es su historia
  • El País, 2009-03-01 # M. Antonia Sánchez-Vallejo • Madrid
Compartir el marido con otras esposas no es óbice para ser primera dama, al menos en las pequeñas monarquías del Golfo. Mujeres como la jequesa Mozah de Qatar o la princesa Haya de Dubai atraviesan el espejo del harén como caras visibles de los emiratos donde sus esposos reinan y gobiernan. Al estilo de las first ladies occidentales, se prodigan en público, marcan estilo y se reúnen entre ellas.

Es el club de las primeras damas del Golfo, un fenómeno llamativo si se contempla desde el conservadurismo feudal de la región, y en el que algunos quieren ver un gesto de apertura y otros más una cuestión de estilismo, como si las royals locales no pudieran sustraerse al magnetismo de la glamurosa Rania de Jordania.

Pero al lado de Mozah o Haya, enésimas esposas de los gobernantes de Qatar o Dubai -se desconoce el número exacto de coesposas de cada uno de ellos-, hay otras primeras damas que se pliegan a la tradición de la zona: la del ostracismo de la vida pública, que las condena a no tener derecho a la existencia. El perfil velado de la jequesa Sabika bint Ibrahim de Bahrein o la invisibilidad de la jequesa Fatima bint Mubarak, viuda del emir de Abu Dabi, son dos ejemplos del lado oscuro.

Pese a que la última ostenta el título oficial de Madre de la Nación, nadie logra ponerle cara: está prohibido fotografiarla o filmarla, y no tiene biografía oficial. No se sabe dónde nació, qué edad tiene o cuántos hijos dio al emir. Sólo consta una cosa: que, a pesar de no ser la reina madre -el actual gobernante de Abu Dabi, Khalifa Bin Zayed al Nahyan, es hijo de otra de las coesposas de su marido-, su ascendiente sobre el país supera con creces el del aquél.

Una cortesana de origen extranjero que frecuenta el palacio desgrana la escasa información existente sobre la jequesa Fatima amparada en un obligado anonimato. "No fue la primera esposa del emir, pero sí la favorita. Éste se prendó de ella cuando la descubrió, durante un viaje por el país, en una tribu del desierto. Tenía 13 años y era analfabeta. La jequesa aprendió a leer y escribir una vez casada. Desde entonces respalda iniciativas educativas. Y el hecho de haber tenido que compartir a su marido con otras mujeres le hace ver el harén con desagrado: no le gusta que sus hijos tengan varias mujeres", confiesa esta residente en Abu Dabi. Imposible contrastar la información: hablar de la jequesa es tabú.

En el amplio trecho que va de la abaya (túnica negra tradicional) a los modelos de Versace que luce en sus apariciones públicas en Occidente la jequesa Mozah, estas mujeres salvan también el abismo que media entre las tribus del desierto y la galaxia global. Si la jequesa de Abu Dabi no tiene rostro, Mozah -edad indefinida, licenciada en Sociología, notorio planchado facial- y Haya -35 años, amazona olímpica, formación oxoniense- disponen sin embargo de página web, o como quiera llamarse el incensario virtual que da cuenta de sus múltiples actividades sociales.

Mozah, la única mujer pública del jeque Hamad Bin Khalifa al Thani, es enviada especial de la Unesco para la Educación Básica y Superior y, desde 2005, miembro del Grupo de Alto Nivel de la Alianza de Civilizaciones. Pero su fuerte es el ámbito educativo. En 2003 impulsó la constitución de un fondo internacional para la educación superior en Irak, y en su país amadrina la Ciudad de la Educación, un megacampus situado a las afueras de Doha con facultades de las mejores universidades estadounidenses, como Carnegie Mellon o Georgetown. La jequesa ha recibido doctorados honoris causa de todas ellas. Y la revista Forbes la incluyó en 2007 en la lista de las 100 mujeres más influyentes del mundo.

El matrimonio del jeque Mohamed Bin Rashid al Maktoum con la hermanastra del rey Abdalá de Jordania, Haya, ha hecho ganar peso político a Dubai, y multiplicado el atractivo del emirato. Haya, 25 años menor que su esposo, es la madre de su decimonoveno hijo. Embajadora de buena voluntad del Programa Mundial de Alimentos de la ONU y presidenta de la Federación Hípica Internacional, Haya, que en su juventud frecuentó los hipódromos españoles, es un valor añadido por su proximidad al reino hachemí.

"Todas estas primeras damas constituyen una importante baza a la hora de vender el Golfo a los inversores extranjeros, pero no es sólo una cuestión cosmética. Y aunque la first lady de Qatar sea, con diferencia, la más exhibicionista, por así decirlo; la más aficionada a las cámaras, tras esta proyección mediática, inédita en la región, está una realidad inapelable, la de que estos países están acortando la brecha de género", dice Mohamed Youssef, consultor internacional con base en Abu Dabi.

Así, entre los vectores de negocio de los pequeños Estados del Golfo no sólo figuran el petróleo o los rascacielos imposibles, también el glamour. Es ahí donde entran en juego estas mujeres, auténticas imágenes de marca a la hora de atraer inversiones, cosmopolitismo y eventos sociales. O sea, negocio.

Aunque la imagen, a veces, no lo es todo. En noviembre pasado, el hotel Emirates Palace de Abu Dabi, un siete estrellas colosal, acogió la segunda cumbre de la Organización de Mujeres Árabes bajo el patrocinio de la jequesa Fatima bint Mubarak. Entre cenas de gala y besamanos sólo para mujeres -los hombres fueron recluidos en edificios aparte-, las sesiones de trabajo eran retransmitidas por circuito cerrado de televisión. A la cita acudió lo más granado del papel cuché oriental: la esposa de Mohamed VI de Marruecos, la siria Asma al Assad y la reina de Jordania, entre otras. Rania, falda lápiz, stilettos y delgadez de astilla, reinaba cual top model entre un enjambre de fotógrafos y cámaras... hasta que llegó la jequesa Fatima. Fundido en negro. Plano fijo castigado de cara a la pared. La jequesa, menuda, cetrina, vestida de negro de la cabeza a los pies y luciendo un bocado de cuero repujado sobre la mandíbula -un signo de sumisión en algunas tribus del desierto-, logró eclipsar a la reina de corazones.

> Berria: Interneta > EL FACEBOOK MAS SOLIDARIO

  • El Facebook más solidario
  • Más de 10.000 internautas protestan ya en Internet contra el veredicto del crimen de la calle Oporto y en otro foro se urge el esclarecimiento del caso del joven muerto en Torrecedeira
  • Faro de Vigo, 2009-03-01 # Marta Fontán • Vigo
Facebook no sólo sirve para estar en contacto con los amigos. La popular red social de Internet también se ha convertido en un canal donde plasmar reivindicaciones sociales, solidarizarse o pedir justicia. Un claro ejemplo es el foro puesto en marcha hace una semana por un vecino de Vigo para mostrar su repulsa por el veredicto del jurado popular que absuelve de asesinato al joven que mató de 57 puñaladas a otros dos en un piso de la calle Oporto. Poco se podía imaginar su creador que en sólo unos días más de 10.000 internautas se unirían a su causa. Y por lo que respeta a Vigo hay más ejemplos: como el del grupo impulsado en esta misma red para pedir el esclarecimiento del homicidio de Ramón Ortega Quina, el joven que murió víctima de un homicidio en plena calle Torrecedeira en diciembre pasado.

La capacidad de las redes sociales para movilizar a la gente ya quedó patente con el caso de la adolescente sevillana Marta del Castillo. A través de Facebook y de Tuenti se convocaron manifestaciones en solidaridad con esta joven, que fue asesinada por su ex novio. Su muerte conmocionó a toda España y eso tuvo su reflejo en Internet: sólo en una de las páginas de Facebook dedicada a ella hay más de 52.000 personas agregadas. El joven que impulsó este grupo no conocía a la menor. “Sólo lo he creado para colaborar un poco”, explica sobre un foro que ha tenido una multitudinaria acogida entre los internautas.

Y el fenómeno se ha trasladado a Vigo. La página creada por Rober Bass movido por su indignación por el veredicto del crimen de la calle Oporto tenía ayer, a las nueve de la noche, 10.013 miembros de toda España e incluso del extranjero. Una cifra que hoy, cuando lean este artículo, ya habrá aumentado. A través del grupo se han convocado las concentraciones del próximo 7 de marzo en Vigo y en Madrid, para las que se pide la implicación del mayor número de colectivos posible. “Estamos pidiendo justicia por esta sentencia claramente homofóbica”, destaca Rober Bass.

Muchos no se han limitado a agregarse al foro: también han dejado mensajes mostrando su repulsa por el dictamen popular. Por el momento ya han escrito en la página más de 420 personas. “Esto es increíble, indignante, intolerable. Una broma macabra”, escribe una chica. Otros han propuesto autobuses desde A Coruña y Santiago para asistir al acto de protesta del día 7, al que también acudirán allegados de las víctimas, entre ellos la madre de Isaac Pérez Triviño, uno de los fallecidos. Una mujer que ha sufrido un duro golpe tras conocer el veredicto –el jurado popular absolvió a Jacobo Piñeiro de los asesinatos y sólo lo culpa del incendio – pero que a lo largo de estos días se ha emocionado con las muestras de solidaridad recibidas.

Por Ramón
También en Facebook hay una página dedicada a Ramón Ortega Quina. Es el joven muerto víctima de un homicidio a finales del pasado año en la calle Torrecedeira. Han pasado más de dos meses y lo ocurrido es un misterio: el crimen sigue sin esclarecerse. El grupo cuenta con 74 miembros, entre ellos la hermana del joven, que lamenta en este foro la escasa participación ciudadana en la concentración que se celebró el pasado 20 de febrero en Príncipe para exigir que se detenga al autor del crimen. Ella y amigos del fallecido han dejado mensajes en los que piden justicia y prometen a Ramón que seguirán luchando. En Internet y donde haga falta.

> Erreportajea: Lesbianismoa > CUANDO TODO ERA DIFERENTE: LESBIANAS REPRESALIADAS DURANTE EL FRANQUISMO

  • Cuando todo era diferente: lesbianas represaliadas durante el franquismo
  • Femme-Fatale, 2009-03-01 # Moncho Satoló
Amnistía Internacional publicó en 2007 un informe en el que señalaba que más de 70 países perseguían la homosexualidad por ley y en 8 se aplicaba la pena de muerte. Afganistán, Arabia Saudí, Irán, Yemen, se encontraban entre estos últimos. Desde la perspectiva española, todas estas actitudes pueden parecer inconcebibles, medievales, de otra era. Pero no siempre fue así.

Hace 30 años, durante la Transición y el Franquismo, la ley y la presión social atacaban toda actitud homosexual. Mª Ángeles González, activista lesbiana, nos narraba en una entrevista a Femme Fatale parte de su experiencia:

“Vengo de Burgos, capital de provincia. La Transición me cogió de los 15 a los 18 años. Cuando tenía 18, mientras estaba con mi pareja en un parque, un chico nos denunció. Acudió a la comisaría y dijo que había dos lesbianas morreándose en la calle. Llegó la policía y nos pidió que los acompañásemos. Al llegar a la comisaría nos pusieron contra la pared y nos esposaron. Después empezaron a meterse con mi compañera. A mí me entró un arrebato al verlo, cogí una de aquellas famosas máquinas de escribir, las Olivetti, la levanté en alto y estaba a punto de lanzársela a un policía cuando mi compañera me paró: ‘¡No, no lo hagas!’, gritó. No entendía lo que estaba pasando. Dijeron que nos retenían porque yo estaba abusando de una menor. Permanecimos en las celdas únicamente 2 horas, sin ficharnos ni nada. Las acusaciones se caían por su propio peso”.

Mª Ángeles está casada y tiene dos hijos. Durante 13 años padeció una tortura psicológica por ser lesbiana, hasta que se lo contó a su marido. Éste, en vez de repudiarla, dio su visto bueno para que pudiera estar con otras mujeres, sin tener que separarse. Tiene una compañera, que es psiquiatra, con la que está desde hace 9 años. Mª Ángeles compagina su pasión por la pintura con las labores de secretaria para la organización CRECUL (Comité reivindicativo y Cultural de Lesbianas). Coqueta, acude a la cita con un traje de chaqueta oscuro: “Quiero dar un poco de glamour a esta organización”, afirma.

La homosexualidad como delito
En los comienzos del franquismo a los homosexuales se los encarcelaba por escándalo público. En 1954 pasaron a ser incluidos en la Ley de Vagos y Maleantes. Las penas: internamiento en un establecimiento de trabajo o colonia agrícola, prohibición de residir en determinados lugares o territorios, y obligación de declarar su domicilio. A esta ley la sustituiría, en 1970, la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social. A raíz de ella se establecieron dos penales, el de Badajoz y Huelva, para “rehabilitar” a los homosexuales masculinos. Los “pasivos” a Badajoz y los “activos” a Huelva. A las lesbianas, aunque sufrieron una gran represión social, ni se las consideraba. La Ley de Peligrosidad Social perduró durante la Transición, hasta 1978.

Uno de los detenidos fue el valenciano Antoni Ruiz, actual Presidente de la Asociación Ex –Presos Sociales (organización que aglutina a homosexuales represaliados durante el franquismo). Estuvo encarcelado durante tres meses por la denuncia de una monja a la que había acudido su madre pidiendo consejo. Tenía 17 años.

Gracias a una enmienda pactada entre PSOE e IU, en diciembre de 2007, el Congreso de los Diputados incluyó en los Presupuestos Generales del Estado una partida para indemnizar “a todos los que fueron internados por su condición de homosexuales”. Desde comienzos de este año se pueden presentar las solicitudes al Ministerio de Hacienda, donde se otorgan indemnizaciones que van desde los 4.000 € (por uno a seis meses de prisión) hasta los 12.000 € (por tres años o más).

La represión de las lesbianas
En el caso de las mujeres la situación era muy diferente a la de los varones. En una sociedad fuertemente patriarcal, como la franquista, la mujer, simplemente, no existía, eran “invisibles”. Sin embargo, para las lesbianas, el hecho de no resultar ‘visibles’ creaba a su alrededor un aura de protección. Nadie se escandalizaba porque dos viejas solteronas viviesen en el mismo apartamento o porque dos jóvenes durmiesen juntas.

Carmen Martí, trabajadora social y lesbiana mallorquina afincada en Madrid, se refería, con sus inmensos ojos azules, a la situación de las lesbianas durante el franquismo en una entrevista concedida a Femme Fatale: “Los grandes problemas de las lesbianas fueron que nunca les importaron a nadie y la ‘lesbofobia’ dentro del movimiento feminista. Una vez, en un seminario sobre la mujer, nombré la palabra lesbiana y casi me echan”. Fue en Mallorca, a comienzos de los 70, donde descubrió su sexualidad gracias al contacto con comunidades hippies que había en la isla. Luego llegaría Barcelona, donde frecuentó por primera vez locales clandestinos de lesbianas (con su habitual mirilla en la puerta para permitirte entrar). A Madrid llegaría en el 76.

También dentro del movimiento más conservador, como la Sección Femenina de la Falange, era un secreto a voces la gran atracción que existía entre muchas de sus componentes. Sylvia Pérez, de CRECUL, narra el caso de su tía falangista, una historia oída muchas veces en su familia y que no asimilaría hasta su edad adulta: Mª Carmen Pérez, lesbiana y secretaria de José Antonio Primo de Ribera antes de la guerra, además de Catedrática de Bellas Artes. Sylvia esconde bajo su corpulencia, su vestimenta masculina (lleva una chaqueta a cuadros, estilo leñador) y el pelo completamente rapado a cero una voz fina y dulce. Sus gafas de pasta rosa, que se coloca durante la entrevista, le otorgan un aspecto más femenino. “Mi tía llevaba una relación muy profunda con su hermana, que como ella, también era soltera. Eran unas relaciones muy íntimas pero, al mismo tiempo, muy abiertas en la intimidad. Era una época en la que las mujeres debían estar juntas. El lesbianismo se encontraba muy oculto y castrado, por lo que asumían el celibato y las relaciones se quedaban en lo emocional y pocas veces llegaban al erotismo”.

Esta invisibilidad, sin embargo, no era infalible. En ocasiones, la propia familia, al darse cuenta de la ‘desviación’ de su hija, trataba de devolverla al buen camino ingresándola en un psiquiátrico. Desde la ficción, y basándose en hechos reales, la película Electroshock (2006), del realizador madrileño Juan Carlos Claver, relata con contundencia la vida de dos maestras lesbianas durante el franquismo. Una de ellas, descubierta por sus padres, es internada en un psiquiátrico para ser ‘reformada’. Diez años después, y tras sucesivas sesiones de electroshock, sale a la calle completamente perturbada. En un artículo publicado en el diario El Mundo en junio de 2006, se señalaban varias de las terapias que los psiquiatras empleaban para tratar de eliminar las tendencias lésbicas de sus pacientes: La terapia reparativa mezclaba una serie de imágenes eróticas con el electroshock. La idea era que al mismo tiempo que las “pacientes” veían fotos de mujeres recibieran una descarga eléctrica para que se produjese una asociación negativa con los deseos que les pudiesen generar. Por otro lado, las obligaban a masturbarse con imágenes de hombres para conseguir una asociación positiva. En los tratamientos eméticos, se proseguía en la misma línea que la terapia anterior, pero en vez de descargas eléctricas, administraban a los pacientes inyecciones para que vomitaran mientras veían fotos eróticas de personas del mismo sexo. Otros recursos también eran los tratamientos hormonales, la terapia psicoanalítica de Freud, terapias religiosas y morales, y la cirugía cerebral, que consistía esta última en destruir una parte del hipotálamo, una zona del cerebro que controla el comportamiento sexual y afectivo, para dejarlas sin deseo sexual.

Mª Ángeles González recuerda: “En el 79 visité a mi compañera en el psiquiátrico de Oña (Burgos) donde estudiaba medicina. Me pidió que la acompañase porque había encontrado a una antigua amiga que había desaparecido cuatro años atrás. Desconocía que era lesbiana. Antes vivía sola y era maestra. La ví: estaba sentada, parecía un mueble, un vegetal. Murió hace poco”.

> Iritzia: Gianni Vattimo > ¿ES LA RELIGION ENEMIGA DE LA CIVILIZACION?

  • ¿Es la religión enemiga de la civilización?
  • En el mundo actual, las Iglesias se han convertido en un factor de conflicto y un obstáculo para la "salvación", sea eso lo que sea. Sobreviven porque sus jerarquías quieren conservar el poder y sus privilegios. Causa escándalo que el Papa y los obispos quieran inmiscuirse en las leyes civiles de Italia. Ha llegado la hora de que las personas religiosas se alcen contra las religiones
  • El País, 2009-03-01 # Gianni Vattimo • Filósofo y político italiano / Trad. M. Luisa Rodríguez Tapia
Todos recordamos seguramente la famosa frase de Nietzsche sobre la muerte de Dios. Y también su cláusula: Dios seguirá proyectando su sombra en nuestro mundo durante mucho tiempo. ¿Qué pasaría si aplicáramos la frase de Nietzsche también, y sobre todo, a las religiones? En muchos sentidos, es verdad que, en gran parte del mundo contemporáneo, la religión como tal está muerta, pero todavía proyecta sus sombras en numerosos aspectos de nuestra vida privada y colectiva. Por cierto, dejemos claro que el Dios cuya muerte anunció Nietzsche no es necesariamente el Dios en el que muchos de nosotros seguimos creyendo; yo me considero cristiano, pero estoy seguro de que el Dios que estaba muerto en Nietzsche no era el Dios de Jesús. Incluso creo que, precisamente gracias a Jesús, soy ateo. El Dios que murió, como dice el propio Nietzsche en algún lugar de su obra cuando le llama "el Dios moral", es el primer principio de la metafísica clásica, la entidad suprema que se supone que es la causa del universo material y que requiere esa disciplina especial llamada teodicea, una serie de argumentos que tratan de justificar la existencia de ese Dios o esa Diosa frente a los males que vemos constantemente en el mundo.

La tesis que quiero presentar aquí es que las religiones están muertas, y merecen estar muertas, tal como Nietzsche habla de la muerte de Dios. No sólo están muertas las religiones morales, en el sentido más obvio de la palabra: desde dentro de la sociedad cristiana y católica de Europa, es fácil ver que son muy pocos los que observan los mandamientos de la moral cristiana oficial. Lo que está muerto, en un sentido más profundo, son las religiones "morales" como garantía del orden racional del mundo.

La institucionalización de las creencias, que dio origen a las Iglesias, incluyó (no sé si sólo en la práctica o como factor necesario) una reivindicación del poder histórico, en el sentido de que era casi natural y necesario que una religión moral se convirtiera en una institución temporal poderosa. Es lo que parece haber ocurrido con el catolicismo, pero se pueden ver muchos otros fenómenos similares en la historia de otras religiones. Incluso el budismo engendró un Estado, el Tíbet de los lamas, que ahora lucha por sobrevivir frente a China. En todas partes -por ejemplo, en el hinduismo-, el mismo hecho de que exista una diferencia entre clérigos y legos hace que la religión se convierta en una institución, cuyo objetivo principal es siempre su propia supervivencia. Mencionaré de nuevo el ejemplo de la Iglesia católica: si no hubiera sobrevivido a lo largo de los tiempos, yo no habría podido recibir el Evangelio, la buena nueva de la salvación. Una vez más: como en el caso de la muerte de Dios de Nietzsche, la muerte de las religiones institucionalizadas no significa que no tengan legitimidad. Sencillamente, llega un momento en el que ya no son necesarias. Y ese momento es nuestra época, porque, como puede verse en muchos aspectos de la vida actual, las religiones ya no contribuyen a una existencia humana pacífica ni representan ya un medio de salvación. La religión resulta un poderoso factor de conflicto en momentos de intercambio intenso entre mundos culturales diferentes. Por lo menos, eso es lo que ocurre hoy: en Italia, por ejemplo, existe un problema con la construcción de mezquitas, porque la población musulmana ha aumentado de forma espectacular. La hegemonía tradicional de la Iglesia católica está en peligro, pero los católicos no se sienten amenazados en absoluto por esa situación; sólo los obispos y el Papa.

La Iglesia afirma que defiende su poder (y los aspectos económicos de él) para preservar su capacidad de predicar el Evangelio. Sí; pero, como en tantas instituciones, la razón suprema de su existencia se queda muchas veces olvidada a cambio de la mera continuidad del statu quo. Lo que quiero decir es que, en el mundo actual, sobre todo en el Occidente industrial, la religión como institución se ha convertido en un factor de conflicto y un obstáculo para la "salvación", sea eso lo que sea. Quiero subrayar que hablo de la muerte de las religiones en el mismo sentido en el que acepto el anuncio de Nietzsche sobre la muerte de Dios. La religión que está muerta es la religión-institución, que contribuyó enormemente al desarrollo de la civilización pero, al final, se convirtió en un obstáculo.

Hablar de la muerte de las religiones en un sentido relacionado con el anuncio de la muerte de Dios de Nietzsche no significa, desde luego, que la religión nunca haya tenido sentido para la humanidad. Ni siquiera se puede decir que la frase de Nietzsche significa que Dios no existe. Ésa sería de nuevo una afirmación metafísica, que Nietzsche no quería pronunciar, por su rechazo general a cualquier metafísica "descriptiva". La lucha contra la supervivencia de las religiones de la que hablo tiene poco que ver con la negación racionalista de todo significado a los sentimientos religiosos. Incluso se toma muy en serio ese resurgimiento de la necesidad de una relación con la trascendencia que caracteriza numerosos aspectos de la cultura actual. Citaré de nuevo a Nietzsche, que dice que Dios está muerto y ahora queremos que existan muchos Dioses.

Mientras las religiones sigan queriendo ser instituciones temporales poderosas, son un obstáculo para la paz y para el desarrollo de una actitud genuinamente religiosa: pensemos en cuánta gente está abandonando la Iglesia católica por el escándalo que representan las pretensiones del Papa y los obispos de inmiscuirse en las leyes civiles en Italia. Los ámbitos de la ética familiar y la bioética son los más polémicos. En Estados Unidos, el anuncio reciente del presidente Obama sobre su intención de eliminar las restricciones a la libertad de las mujeres para abortar ha suscitado una amplia oposición por parte de los obispos católicos. La oposición contra cualquier forma de libertad de elección en todo lo relacionado con la familia, la sexualidad y la bioética es continua e intensa, sobre todo, en países como Italia y España. Tengamos en cuenta que la Iglesia se opone a leyes que no obligan, sino que sólo permiten la decisión personal en estos asuntos. Deberíamos preguntarnos de qué lado está la civilización.

Hace poco, el Papa repitió su idea constante de que la verdad no es negociable. ¿Ese "fundamentalismo" es sólo característico del catolicismo, o de todo el cristianismo? Quienes hablan de civilizaciones tienen la responsabilidad de tener en cuenta esta condición concreta. No hay más que ver los frecuentes diálogos interreligiones que se celebran en cualquier parte del mundo, en los que los interlocutores suelen ser "dirigentes" de las distintas confesiones. No dialogan para cambiar nada; no es más que una forma de volver a confirmar su autoridad en sus respectivos grupos. ¿Acaso sale de estos frecuentes encuentros algo útil para la paz y la mutua comprensión de los pueblos? Mientras no se elimine el aspecto autoritario y de poder de las religiones, será imposible avanzar hacia el mutuo entendimiento entre las diversas culturas del mundo.

Esta conclusión puede parecer una gran paradoja, dado que, en general, se ha considerado que la religión era un medio de educar a la humanidad hacia la caridad, la piedad y la comprensión. En muchos sentidos, la compasión parece ser la base fundamental de toda experiencia religiosa. Y es cierto, ya sea desde el punto de vista del cristianismo, el budismo, el hinduismo, el islam o el judaísmo. Hasta aquí, nada que objetar. Pero precisamente por eso es por lo que debemos reconocer que ha llegado la hora de que las personas religiosas se alcen contra las religiones. Y que afirmen tajantemente que la era de la religión-institución se ha terminado y su supervivencia sólo se debe a los esfuerzos de las jerarquías religiosas para conservar su poder y sus privilegios. El hecho de que esta tesis parezca inspirarse, en gran parte, en la experiencia cristiana (y católica) europea, no limita su validez para otras culturas. Seguramente, el veneno del universalismo se extendió por el mundo gracias a los conquistadores euro
peos, que son responsables de la estricta asociación entre conversión (al cristianismo; recuérdese el compelle intrare de San Agustín) e imperialismo. Ahora es el mundo latino el que debe romper esa asociación y separar la salvación de cualquier pretensión de creencia y disciplina universal como condición para alcanzarla. No es una tarea fácil.

> Berria: Prostituzioa > CATALUNYA: MULTAS DE 300 A 3.000 EUROS A PROSTITUTAS Y CLIENTES EN LLEIDA

  • Multas de 300 a 3.000 euros a prostitutas y clientes en Lleida
  • El País, 2009-03-01 # Lluís Visa • Lleida
El Ayuntamiento de Lleida, gobernado por el PSC, está decidido a erradicar la prostitución callejera. Ayer entró en vigor la nueva ordenanza de civismo que prevé multar a las prostitutas y a sus clientes con sanciones que oscilan entre 300 y 3.000 euros. Lleida es, después de Barcelona, la segunda ciudad catalana que persigue la prostitución callejera.

El reglamento prohíbe "la oferta y negociación" de la prostitución en todas las vías de la ciudad. Además, considera como agravante la reincidencia y que la actividad sexual se desarrolle en un espacio público o cerca de un centro escolar, en cuyo caso las multas serán superiores a 300 euros. En Lleida son lugares habituales de prostitución la entrada a la ciudad por la antigua carretera N-II y la salida de esta misma vía en dirección a Zaragoza, donde hay tres institutos de enseñanza secundaria y una residencia de estudiantes.

La nueva ordenanza de civismo prevé dos tipos de actuación de la policía municipal. Una primera de advertencia y la segunda sancionadora si se hace caso omiso. Paralelamente, el Consistorio leridano pondrá en marcha un plan integral para buscar alternativas sociales, educativas y laborales a las personas que se prostituyen. Fuentes policiales cifran en alrededor de 1.100 las mujeres que se dedican a la prostitución en Lleida. Unas 160 la ejercen en la vía pública. El equipo de gobierno asegura que la ordenanza mejorará la situación personal de estas mujeres y la imagen de la ciudad. Las afectadas se oponen. Subrayan que la prohibición no da resultados y que no están claras las políticas sociales alternativas.

Pronto pago
En el caso de Barcelona, la ordenanza se aplica desde hace algo más de dos años y afectó, sobre todo, a la prostitución que se ejercía en el barrio del Raval y en una zona del Eixample barcelonés. Mientras que en esta última prácticamente ha desaparecido, en el Raval depende de la presión que ejerza la Guardia Urbana. De hecho, prostitutas, clientes y policía municipal protagonizan el juego del ratón y el gato. Las multas son de hasta 750 euros por negociar en la calle y de entre 1.500 y 3.000 si la práctica es en el espacio público. En 2007, se impusieron 2.937 multas, 900 de ellas a clientes. Es frecuente el pronto pago porque supone el 50% del descuento y se evita la notificación al domicilio.