- Comunidades gay se unen contra la patologizacion de la transexualidad
- La Discusión [Chile], 2009-10-18
El DSM-IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales de la Asociación de Psiquiatría Norte-americana) y el CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud) clasifican a la transexualidad como un “trastorno de identidad sexual”; sin embargo, sostienen que "la transexualidad en si no es una patología mental", y que "la identidad de una persona transexual no es una enfermedad". En cuanto a esto, la información emanada de la red social facebook de Mums Chile y del Grupo de Apoyo a Hombres Transexuales (GHAT), dice que los trastornos y disforias que puedan existir "son el resultado de verse a sí mismo con aspecto físico que consideran ajeno, extraño e incorrecto y de la no posibilidad de contar con documentos acordes a su realidad y, principalmente, de la discriminación y rechazo social".
En su comunicado declaran que las clasificaciones patologizantes son las que "guían a los y las psiquiatras del mundo a la hora de elaborar un diagnóstico médico", algo que porduce que la violencia social ejercida sobre quienes no se adecúan a las "normas", sea ignorada, "el problema no es la identidad sexual y/o de género: es la transfobia.
Por ese motivo, más de 180 grupos provenientes de 38 ciudades de Europa, Latinoamérica, Norteamérica y Asia realizan de manera transversal, manifestaciones y otras acciones en apoyo a la campaña Alto a la Patologización Trans STP 2012, convocadas por la Red Internacional de Despatologización Trans.
En Chile, GAHT, junto al Movimiento Unificado de Minorías Sexuales (MUMS), instalaron mesas informativas en la plaza de Armas. Además, la Organización Trans “Amanda Jofré”, la Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual (CUDS), y otras organizaciones sociales, manifestaron su apoyo a la iniciativa.
Las organizaciones dispusieron lienzos que exhibían frases como “para que nunca más se nos restrinjan nuestras libertades y derechos ciudadanos” y distribuyeron materiales informativos, mientras distintos activistas trans, dirigentes sociales y candidatos al parlamento hablaron sobre el tema desde sus propias miradas.
Daniela Arraño, activista trans del MUMS, contó su experiencia al intentar cambiar un cheque, cuando la funcionaria que la atendió mostró su cédula de identidad a muchas personas que no tenían que ver con su trámite, como el guardia de seguridad, lo que provocó una humillación innecesaria e injustificada.
El coordinador de GAHT, Lukas Berredo, indicó que las organizaciones presentes exigen “que el Estado se haga cargo de nuestra problemática como corresponde. Que costee el proceso médico de reasignación sexual a todos y todas que lo soliciten, y que autorice administrativamente la modificación de prenombre y sexo en nuestros documentos”.
Además, aclara que “no queremos que el proceso médico sea obligatorio para acceder al proceso legal. Tampoco planteamos que todas las personas trans los deseen. Pero pagamos impuestos y salud al igual que los demás y, por lo tanto, deberíamos tener estos derechos garantizados de forma gratuita”.
Fernando Muñoz, candidato a diputado por la comuna de La Florida, enfatizó que Chile debe dejar de ser tan discriminador hacia las personas diferentes. “Se discrimina por ser mapuche, por ser gordo, por ser pobre, por ser mayor, por ser homosexual, por ser transexual, por todo. Nuestro país debe respetar y acoger la diversidad, pues ella es una de nuestras riquezas.”
A su vez, la candidata a diputada por Viña del Mar y Concón, Julia Rojas, exigió un estado laico real y señaló que “las personas son las que deben decidir si modifican o no sus cuerpos. No es el Estado, ni la Iglesia, ni los Jueces, ni nadie. Sólo uno mismo puede hacerlo. Queremos que las personas tengan autonomía sobre sus cuerpos e identidades”.