2009/03/22

> Berria: Eskubideak > ISRAEL: SOLDADOS LUCEN CAMISETAS QUE INCITAN A MATAR PALESTINOS


  • Soldados israelíes lucen camisetas que incitan a matar palestinos
  • El País, 2009-03-22 # J. Miguel Muñoz • Jerusalén
Se fabrican por encargo para unidades del Ejército israelí. Camisetas que no se ven por las calles, pero que los jóvenes soldados visten en los cuarteles. "Un tiro, dos muertos" es el lema bajo el dibujo de una musulmana embarazada. "Mejor use Durex", se lee sobre una mira telescópica por la que se ve una niña muerta con un peluche. En otra se imprime: "Confirmar la muerte". Es decir, se dispara a la cabeza de un herido a quemarropa.

Los portavoces castrenses reiteran que sus uniformados obedecen impecables reglas de conducta moral. Pero los excesos abundan y los castigos brillan por su ausencia. Un soldado que vació un cargador sobre una niña herida en 2004 en Rafah se presentó voluntario para la reciente campaña de Gaza. "Mi mayor preocupación es la pérdida de humanidad en las guerras prolongadas", decía, años atrás, el hoy jefe del Estado Mayor del Ejército, Gaby Ashkenazi.

> Iritzia: Javier Sampedro > LA RENOVACION DE LA SEXUALIDAD

  • La renovación de la sexualidad
  • El País, 2009-03-22 # Javier Sampedro
El papa Ratzinger no esperó el jueves ni a bajarse del avión en Camerún para recordar a sus anfitriones que el sida no se frena a fuerza de distribuir preservativos, sino a base de "sufrir con los sufrientes", que es muy distinto. Comportamiento moral, aconseja el pontífice a Camerún básicamente, renovación espiritual y humana de la sexualidad. No condones.

Sufrir con los sufrientes. "Las lágrimas del huérfano corren dentro del vientre", dice un proverbio mafa. Los mafa son la etnia más aislada de Camerún. Según la teóloga cristiana camerunesa Moussa Bongoyok, los mafa dependen de tres meses de lluvias para cultivar el mijo de todo el año y sufren hambrunas a menudo. Ésa era la fuente tradicional de los huérfanos que aparecen en el proverbio. Pero, como destaca la teóloga, el problema son hoy "los huérfanos del sida".

Camerún es uno de los 38 países africanos más castigados por el sida, con el 5,4% de la población adulta infectada por el VIH. Eso son cerca de un millón de personas. Las perspectivas de los epidemiólogos no son muy luminosas en este país. En 2015, los fármacos antivirales seguirán sin alcanzar al 60% de los niños afectados ni a la mitad de los adultos. En 2025, el virus infectará a un menor porcentaje de gente, pero el crecimiento demográfico hará que el total siga siendo un millón de personas, justo como ahora.

Sufrir con los sufrientes. Las lágrimas de los mafa están hechas del mismo tejido que las nuestras, según acaba de revelar un experimento del musicólogo y neurocientífico Stefan Koelsch, del Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas en Leipzig. Koelsch ha enrolado a 21 voluntarios mafa y les ha puesto piezas musicales que los oyentes occidentales asocian a la felicidad, la tristeza o el miedo.

Koelsch ha elegido a estos cameruneses norteños porque viven en las montañas Mandara, una zona muy aislada por sus enfermedades endémicas. Los mafa de las aldeas más remotas carecen de electricidad y nunca han estado expuestos a la música occidental. Pese a ello, los 21 voluntarios mafa han asociado las distintas piezas musicales a las mismas emociones que los occidentales, aunque en distinto grado según el individuo.

Los dos rasgos que más pesan para juzgar una melodía como feliz, triste o aterradora son también los mismos en los oyentes mafa y en los occidentales. El primero es el tempo, lo que puede parecer bastante obvio: ambos grupos de oyentes tienden a clasificar las piezas rápidas como "felices", y las lentas, como "aterradoras"; la tristeza puede sobrevenir a cualquier ritmo, aquí y en Camerún.

Pero el segundo rasgo esencial es el modo (mayor o menor), y éste no parece tan obvio. Al igual que los occidentales, los mafa asocian el modo mayor con "feliz"; el modo menor, con "aterrador", y el indefinido entre mayor y menor, como "triste". Tres buenos ejemplos son La Marsellesa, la Quinta de Beethoven y un blues.

El otro uso de los condones también es importante para el país. Camerún exhibe una de las 10 mayores rentas per cápita del África subsahariana, pero la mitad de las 'cápitas' subsiste bajo el umbral de la pobreza. Su elevado índice de escolarización entre los chicos no se extiende a las chicas. Y una fertilidad de 4,7 hijos por mujer ayuda a explicar ambas asimetrías.

Camerún tenía 5 millones de habitantes en 1960. Su población se duplicó hasta los 10 millones en 25 años, y se ha vuelto a duplicar hasta los 20 millones en otros 25: un típico crecimiento exponencial. La proyección de la ONU, recién revisada por sus expertos demográficos, es que esa curva se modere en el futuro, de modo que la población camerunesa no vuelva a duplicarse en los próximos 25 años. Pero eso no será posible sin una fuerte expansión de los programas de contracepción. Si esos programas se limitan a seguir como están, y salvo que la renovación espiritual y humana de la sexualidad haga ceder el índice de fertilidad, Camerún tendrá 40 millones de habitantes en 2035. Y el mundo alcanzará los 11.000 millones en 2050.

Elegir Camerún para el primer viaje africano del Papa es oportuno, porque el 40% de su población es cristiana. La renovación espiritual y humana de la sexualidad, tan necesaria, siempre se podía haber discutido en otro momento y continente.

> Iritzia: Jesús Ruiz Mantilla > CONDONES PARA EL CEPILLO

  • Condones para el cepillo
  • El País, 2009-03-22 # Jesús Ruiz Mantilla
Uno va tranquilamente conduciendo por la M-30, por la M-40 o adyacentes y de pronto se topa con los carteles de la discordia. Con ese bebé y el pobre lince protegido que han enternecido y enfurecido a los habitantes de Madrid a partes iguales. Aunque el niño tiene pinta de luterano, dicho sea de paso, lo que no hay duda es de que los obispos han conseguido una vez más lo que se proponían: provocar al paciente ciudadano y a un buen precio.

Dice monseñor Camino, ese peazo de portavoz, que la cosa les ha salido barata. Unos 250.000 euros de nada que, por supuesto, en parte saldrán de los 5.000 millones que la Iglesia recibe anualmente del Estado y en parte del cepillo que llenan los feligreses. No han emitido los anuncios en televisión ni en radio. Se han conformado con 1.300 vallas publicitarias repartidas por toda España, 215 de ellas sólo en Madrid. No les ha hecho falta más porque hemos ido todos a una a bailarles el agua. Los medios propensos a la merienda inquisitorial, encantados de la vida, y los laicos, a su vez, poniendo el grito en el cielo. Curiosa empanada.

Al tiempo y con la cosa caliente, el Papa se hace una escapadita a África y suelta esas perlas sobre el condón. A su juicio, no sirve para que el continente inerme se proteja contra el sida. A estas alturas, nadie se explica cómo no vinieron unos loqueros inmediatamente y se lo llevaron con camisa de fuerza al manicomio. A una buena tajada de dementes, por mucho menos que eso, les han ingresado de por vida.

El caso es que se siguen confundiendo los términos y los ámbitos. La Iglesia se empeña en influir a toda costa en la esfera civil y el Estado no acaba de romper unos vínculos absurdos con una institución que se ha empeñado por los siglos de los siglos en no salir de las tinieblas. Si no se les pone en su sitio ahora, que nadie crea que cuando la derecha regrese al poder lo va a proponer. Lo que no está claro es en el cuerpo de quién lo va hacer. No sabemos a día de hoy cuál de las tres caras de la Santísima Trinidad -la del pobre Mariano, la de Espe o la de Gallardón- subirá al trono. Pero lo que salta a la vista es que ninguna de ellas contempla, a fecha de hoy y con siglos de retraso, reforzar el estado laico.

Para colmo, los obispos han anunciado movilizaciones. Ya nos echamos a temblar una buena parte de los madrileños ante la perspectiva de unas calles tomadas por esos cantos bobalicones de los kikos y demás sectas selectas tan molonas para la actual jerarquía católica. Menudo preludio para una Semana Santa de capuchones entregados a la lucha contra el aborto.

Es el precio que debemos pagar los habitantes de la capital por habernos convertido en reserva espiritual. Una reserva tomada por espías que han sido oficialmente absueltos, donde también se persigue desde el poder instituido a los médicos que practican legalmente el aborto y se fulmina a otros héroes civiles como el doctor Montes, empeñados en aliviar, con todo derecho, el doloroso camino a la muerte.

Nuestras más horribles pesadillas se han hecho realidad. No por la crisis, que en parte sí. Más bien porque no acabamos de despertar de un mal sueño en el que Rouco y sus secuaces se empeñan en seguir dictando las normas. Todas las normas. El cardenal en muchos casos dejaría a los lefebvrianos -recientemente perdonados por Ratzinger- en curas progres. A la vista están los resultados. Ha conseguido, con el coro de una derecha preocupantemente acrítica con la Iglesia y anclada junto a ella en otro siglo, reabrir debates cerrados ya hace más de veinte años.

Quizá por eso ha llegado el momento de reaccionar. Ya que ellos toman la calle cada dos por tres para atarnos en corto, entremos los laicos en las iglesias para predicar y explicarles de qué va el mundo en que vivimos. Harta un poco que sólo se escandalicen los de siempre. Cuando una institución que proclama el derecho a la vida compara un ser humano con un animal, por muy lindo y muy en peligro de extinción que se encuentre, quienes creemos que el hombre resulta un ser soberano sobre la Tierra y bajo el cielo, también tenemos derecho a hacer nuestras campañas.

¿Qué tal si hoy, día del Señor, me meto en misa de doce y cuando pasen el cepillo les meto un condón en lugar de un euro? ¡No te jode!

> Berria: Lesbianismoa > LAS LESBIANAS ALUMBRAN SU HISTORIA

  • Las lesbianas alumbran su historia
  • Un nuevo libro sobre los distintos discursos y representaciones de la homosexualidad femenina recupera movimientos como la asociación feminista surgida en Granada a finales de la Transición
  • Granada Hoy, 2009-03-22 # G. Cappa • Granada
Bollera, marimacho, perversa, chicazo, tortillera... No se trata del léxico de un gañán de taberna, sino de la portada Lesbianas. Discursos y representaciones (Melusina), libro que recoge catorce artículos sobre el tema coordinados por Raquel Platero y en el que participa la granadina Paloma Ruiz, encargada de tratar el profundo machismo del cine pornográfico cuando son dos mujeres las protagonistas. Además, es responsable de la web kamasutralesbico.net, alejada del tópico de dos rubias neumáticas embadurnadas de harina en la cocina.

"Desafiamos a la idea de que las lesbianas poco menos que no han existido y no han tenido trascendencia en la historia de este país", explica rotunda Raquel Platero, orgullosa de las 388 páginas del libro en el que las autoras han estudiado la representación y los discursos del lesbianismo en dos vertientes: qué dicen ellas de sí mismas reconstruyendo su historia desde el siglo pasado y cómo se representa el lesbianismo en la literatura, el arte, ciencias políticas, medios de comunicación, pornografía... Y en este último apartado, obviamente, se han encontrado con un punto de vista machista recalcitrante. "En ese y en todos", puntualiza. "Es curioso teclear lesbianas en el Google y ver dónde te llevan las cincuenta primeras entradas, páginas de pornografía de uso exclusivamente masculino", señala Platero.

Lesbianas. Discursos y representaciones aborda la historia del lesbianismo en los años de la Transición, cuando se organizaron movimientos en ciudades como Granada, "donde la asamblea de mujeres feministas lesbianas tuvo una presencia muy importante". Pero en todos los casos, "en las asociaciones feministas es donde surge el feminismo lesbiano". "Siempre se ha dicho que dentro del feminismo, el lesbianismo está mal visto, pero en España no ha sido tan crudo como en otros países porque surge de manera más tardía y a través del activismo y la calle", señala la coordinadora, quien se detiene en 1980. "Hubo una reunión de la asociación gay internacional en Barcelona, en el que tomaron parte cincuenta lesbianas que empezaron a darse cuenta de que tenían que organizarse en un movimiento específico". En definitiva, se dieron cuenta de la diferencia entre los lugares de ambiente donde la gente salía a tomar una copa y ligar y la gente que estaba involucrada en el activismo. "La pretensión es reconocer el papel de las mujeres masculinas, que han sufrido un castigo social, precisamente por sus opciones", denuncia. De hecho, aparte de la Duquesa Roja, pocas mujeres famosas han dado un paso al frente. "Es un mundo de rumores". Incluso María Teresa Fernández de la Vega tuvo que desmentir en una entrevista el romance que se le adjudicaba con una presentadora de televisión. "A todo el mundo nos hacía ilusión este romance aunque sabíamos que era mentira, pero venía a paliar la falta de referentes".

Amparo Villar, otra de las colaboradoras del libro, aborda la introducción de las lesbianas en un mundo tan cerrado como el País Vasco. También cuenta como, habitualmente, los libros sobre la historia de los gays en España han hecho dos cosas: "decir que no había nada sobre lesbianas o decir que ellos no sabían nada sobre ese tema y por eso no lo investigaban". Según Platero, esta información se ha canalizado en el movimiento feminista en la década de los ochenta y en los movimientos mixtos de gays y lesbianas en los noventa . "De hecho", continúa la investigadora,"en 1989 se lanzó una plataforma por los derechos de las lesbianas que fue apoyado por todo el movimiento feminista, lo que demuestra que había una visión unitaria, defendiendo, por ejemplo, el derecho a tener asilo político de las lesbianas, algo que aún está por reconocerse". Y en este año ya se hablaba del derecho a casarse. Eso pese a estar en contra de la regulación de los afectos por parte del Estado. "Pero sí pedían que si alguien quisiera casarse no tuviera problemas en hacerlo". Además, Platero ve una razón clara en el predominio de los matrimonios gays sobre el de lesbianas: "Ahora mismo tienen un estigma social mucho mayor las mujeres homosexuales".

También está la representación del lesbianismo en el arte y la literatura, referencias que no son directas, "sino representaciones, circunloquios, historias soterradas en las que si se tienen los códigos culturales precisos se descubrirá una relación lésbica y si no se tienen no se reconocerán", afirma para resumir a continuación el concepto: "sortear la heterosexualidad dominante con mensajes ocultos".

Uno de los trabajos más interesantes cuenta con la firma de la propia coordinadora y trata sobre las representaciones del lesbianismo en los medios de comunicación, parándose en casos como el de Dolores Vázquez y el caso Waninkof, Encarna Sánchez o Raquel Morillas, de Gran Hermano. La autora muestra cómo los medios "han construido cierta idea de la masculinidad como algo negativo que tiene que ser castigado, asociando el lesbianismo con la criminalidad", algo "clarísimo" en el caso Waninkof. "Dolores Vázquez, una mujer masculina gerente de un hotel, que al ser acusada no monta un pollo, no tiene crisis nerviosa ni llora desconsolada... Claro, al no romper en lágrimas como se supone hace una mujer, parece que su culpabilidad era evidente". Salvando las distancias, es la pretensión del libro: que nadie se sienta culpable por declararse lesbiana.

> Erreportajea: Indarkeria > MENTIRAS QUE ESCONDEN A MARTA

  • Mentiras que esconden a Marta
  • Las versiones cruzadas del ex novio y el menor torpedean la investigación
  • El País, 2009-03-22 # R. Rincón / J. Martín-Arroyo . Sevilla
El breve diálogo entre un funcionario de prisiones perplejo y Miguel Carcaño, supuesto asesino de la joven Marta del Castillo, de 17 años, presagiaba el vuelco de un crimen que esta semana ha desvelado su cara más oscura. La última versión aclara sombras de un supuesto asesinato donde dos jóvenes de 15 y 19 años violaron y asfixiaron a una menor que ahora es buscada bajo una montaña de basuras. A pesar de los detalles escabrosos contados por Miguel y puestos en duda por la investigación, aún quedan lagunas. "Quizás estos días hayamos oído un 85% de lo que pudo ocurrir aquella noche", opinan fuentes del caso.

"Miguel Carcaño, sirviéndose de un objeto contundente, (...) propinó un fuerte golpe a Marta del Castillo en la zona parietal izquierda, cayendo ésta al suelo en estado de inconsciencia". El primer relato del juez sobre los hechos, en el que tres amigos arrojaban a Marta al río, se volvió papel mojado el pasado lunes. Se esfumó el cenicero como presunta arma del crimen y el guión empezó a reescribirse con un actor precoz, de sólo 15 años, al que todos llaman El Cuco.

Hasta entonces, su participación parecía limitarse a ser un encubridor que, según contó, se vio abocado bajo amenaza a colaborar en la desaparición del cuerpo de Marta. Fue él quién, tras ser detenido, narró al juez el relato de los hechos que se ha dado por válido durante un mes. Una narración que el instructor llegó a calificar "de extraordinaria credibilidad". Pero los últimos acontecimientos le definen como un adolescente sorprendentemente cruel y calculador.

Muchos amigos de Marta recuerdan que, durante los 21 días transcurridos entre la desaparición y la primera confesión del asesino, El Cuco se mostró alguna vez roto por el dolor e incluso aparentó sufrir algún ataque de rabia. "Un día nos dijo muy cabreado que si alguien le había hecho algo a Marta, le daba igual quién fuera, él le mataría", contaba una amiga de la chica, días después de la detención del menor.

Trabajó como voluntario en las tareas de búsqueda, aunque a algunos les llamó la atención que tardara en unirse a ellas. La familia de la joven le telefoneó poco después de las once la primera noche de rastreo desesperado. Los padres de la chica le mostraron su preocupación y le dijeron que le estaban buscando, pero El Cuco en vez de ofrecerse a ayudar, se fue a una zona de marcha, según contó en sus declaraciones. Las batidas por la ciudad para dar con el paradero de la chica duraron toda la madrugada, pero el menor no dio señales de vida. Tampoco contó a nadie que a las 21.12, una hora a la que la policía sospecha que la chica ya estaba muerta, él le envió un SMS con el siguiente texto: "Llámame que no tengo saldo". Si la última versión narrada por Miguel es cierta, El Cuco acababa de participar en el asesinato y, probablemente, pretendía que el mensaje fuera parte de su coartada.

Todavía no pensaba que las muestras de ADN recogidas por la Policía Científica iban a revelar su papel protagonista. Miguel lo corroboró en su última versión. El asesino confeso acudió el lunes a su barrio para reconstruir ante el juez una de las escenas de la noche del crimen. Frente a una cabina cercana a su casa, el joven observó los contenedores y lo vio claro: pidió declarar de nuevo. Esa noche culpó a El Cuco de haber estrangulado a Marta, dijo que habían arrojado el cadáver a uno de esos contenedores con la ayuda de su amigo Samuel Benítez, y exculpó a su hermano mayor. El nuevo giro dejó atónito incluso al abogado de Miguel. Pero había más.

El instructor ordenó al día siguiente un careo entre el asesino confeso y El Cuco, y otro con Samuel. "El Cuco se comió a Miguel", relata uno de los presentes sobre un encuentro que resultó tenso y plagado de insultos. Pero Miguel se tomó la revancha cuando el equipo judicial decidió trasladarlo de nuevo a su domicilio para reconstruir su nueva versión. Después de cuatro horas de teatro ralentizado y, según uno de los presentes, "nada creíble", el joven informó de que quería volver a cambiar su relato.

Su última narración comenzó pasadas las 22.30. Durante dos horas, contó cómo él y El Cuco golpearon a Marta, la violaron y la estrangularon con un cable. "Todo iba muy rápido y supongo que cuando maniaté a Marta ya podíamos suponer el final", relató al juez. Después, la montaron en una silla de ruedas y, oculta con unas bolsas de basura, la arrojaron al contenedor.

Temperamental e impredecible, según sus amigos, Miguel intentó justificar su tardanza en contar lo que, según asegura ahora, pasó la noche del 24 de enero: "Me monté una película e intenté seguirla porque incluso llegué a creérmela. Tenía miedo de que se supiera la verdad. Si hoy cuento la verdad es porque mi hermano y Samuel están presos", explicó ante el juez.

Los que le conocieron en la pandilla de Marta ya habían advertido de que Miguel tenía algo de "mentiroso compulsivo". No era raro que saliera simultáneamente con varias chicas a la vez e incluso llegó a inventarse una dramática historia familiar que acababa con su madre y su hermana muertas en un accidente de tráfico.

De aspecto apocado, pero en el fondo vividor, todos le recuerdan siempre acompañado de chicas. "Le gustaban todas", recordaba una adolescente del barrio. Unas horas después de que confesara el crimen, El Cuco, que todavía no había sido detenido, definía a su amigo como "muy cerdo y chulito con las tías". "Pero con los tíos se achanta", añadió. Él, cuatro años más joven que Miguel, lo sabía y lo utilizó esta semana en el careo al que les enfrentó el juez. El menor puso al mayor contra las cuerdas y, probablemente, le avivó las ganas de venganza. Unas horas después, Miguel contaba su última versión, a la que los investigadores dan algo más de credibilidad. Pero sin perder la cautela. "¿Qué te puedes creer de un chico que nos ha dado casi seis versiones distintas?", comenta uno de ellos.

> Berria: Abortua > LAS COFRADIAS DE SEVILLA RENUNCIAN A EXHIBIR SIGNOS CONTRA EL ABORTO

  • Las cofradías de Sevilla renuncian a exhibir signos contra el aborto
  • La Semana Santa es una "celebración integradora", recuerda el Ayuntamiento
  • El País, 2009-03-22 # M. Planelles . Sevilla
La oposición contra el aborto no será visible finalmente durante la Semana Santa sevillana, seguramente la más famosa y turística del mundo. No habrá lazos blancos entre los cofrades, algo que no se ha descartado aún en Córdoba, para manifestar el rechazo a la nueva ley contra la interrupción del embarazo que prepara el Gobierno socialista. Los dirigentes de unas 120 hermandades de la capital andaluza, reunidos en asamblea extraordinaria, mostraron su "firme" oposición al aborto, pero la opción de lucir el distintivo blanco en los pasos ni siquiera se planteó.

La portavoz municipal del Ayuntamiento hispalense, Maribel Montaño, aplaudió ayer esta decisión, una postura, dijo, "inteligente". "Si alguna característica esencial tiene la Semana Santa de Sevilla es que se trata de una celebración integradora y no excluyente". Es, añadió, un patrimonio "común" de todos los sevillanos "y así debe seguir siendo". Montaño considera que así lo ha entendido también el Consejo de Hermandades y Cofradías.

Efectivamente, la devoción por esta semana no distingue en Sevilla ideologías y muchos de los que participan activamente en ella son favorables al aborto en los términos en que se ha planteado. Es, como ocurre en el resto de las capitales andaluzas, una manifestación cultural y popular.

Pero el alineamiento de las hermandades con la cúpula de la Iglesia en este asunto en los últimos días ha sido motivo de discusión entre los cofrades sevillanos. La postura de impregnar las procesiones del rechazo al aborto la han acordado los hermanos mayores, una aplastante mayoría de hombres, y no se ha consultado a los miembros de cada hermandad a través de los denominados cabildos.

La opinión de la asamblea de cofradías sobre el aborto no es la de Francisco, un joven sevillano miembro de la hermandad de la Hiniesta desde hace 15 años. Él sí está de acuerdo con que las mujeres tengan la posibilidad de abortar, aunque no cree que deba ser libre totalmente. Respecto a la polémica, este cofrade considera que ha "trascendido más al ámbito de la política".

Así que, finalmente, la oposición a la nueva ley del aborto quedará de puertas adentro. El consejo General de Hermandades y Cofradías, limitará su rechazo a campañas informativas y charlas de expertos que comenzarán el 22 de abril, cuando ya haya concluido la Semana Santa. Adolfo Arenas, presidente del Consejo, también anunció que antes de las procesiones cada agrupación realizará una oración "en defensa de la vida". A las cofradías se les ha acusado de entrar en política por su posicionamiento ante una reforma que están abordando los partidos en el Parlamento. Arenas descartó ayer esta acusación: "Defender la vida no es entrar en el ámbito político".

El rechazo al aborto se ha ido extendiendo por el resto de cofradías andaluzas y también entre algunas castellanas, como las de Valladolid, Toledo o Palencia. Pero utilizar los pasos para exteriorizar esta postura es más peliagudo. En Valladolid se ha dado libertad a cada hermandad para hacer lo que estime oportuno.

Y en Zamora el presidente de la Junta de Cofradías, Pedro Julián Hernández, sostuvo ayer que la iniciativa de los lazos blancos contra el aborto le parece "un tanto absurda". En declaraciones a la agencia Efe, Hernández también dejó libertad de actuación, pero aseguró que esos son "problemas ajenos a la Semana Santa".

> Iritzia: Elvira Lindo > SIN PERDON

  • Sin perdón
  • El País, 2009-03-22 # Elvira Lindo
Yo no soy esa madre que le compra a su hijo condones. Esa madre es otra. U otras. Las conozco y las respeto. A veces, incluso, me ha producido cierta envidia la soltura con la que me han contado que ellas mismas iban a la farmacia a comprárselos. Conociendo a las madres de España imagino que todas comprarán, si el destinatario es varón, el tamaño grande. Si en su momento, cuando compraban condones para su uso y disfrute, pasaron apuro al pedirlos en la farmacia, ahora, en su papel de madres, dirán la marca y la talla (¡la grande, sí, la grande!) con voz alta y clara. Conozco a esas madres. Siento simpatía por ellas. Pero no puedo evitar que el acto de comprar condones a los niños me resulte sobreprotector, cursi y de un colegueo insoportable. Aparte de una abusiva intromisión en su intimidad. ¿Vas a mirarles en la chaqueta al día siguiente a ver si lo han gastado? Podría llegar a darse el caso de que el hijo tire el contenido a una papelera, por no decepcionar. Concluyendo, a mí, eso de comprarles condones a los niños, me parece coger el rábano por las hojas (y perdonen si suena metafórico). Lo mínimo que se le puede pedir a un chaval o chavala es que si quieren echar un polvo, que se tomen la molestia de comprarse un paquete. Algo ha fallado en un sistema en el que, hablándose tan abiertamente de sexo (creo que no hay otro país en el que la palabra "follar" esté tan presente en los medios de comunicación), haya un número tan alto de embarazados no deseados. ¿Se evitan los embarazos cuando los padres compran los condones a los niños? No lo creo. Es curioso que en una generación como la mía, que creció en unas casas en las que raramente se hablaba de sexo, daba cierto prestigio acudir de manera clandestina a un ginecólogo "progre" a que te recetara la píldora. Había un deseo rabioso por ser adulto, a pesar de que eso no significaba que por el camino no se cometieran las mayores insensateces. También es verdad que hoy, entre todos, los padres, el Ministerio de Educación, los pedagogos y los medios de comunicación, hemos conseguido que los jóvenes lleguen a las aulas universitarias siendo niños; por tanto, existe una cierta incongruencia entre una realidad que ha agrandado la adolescencia varios años y un proyecto de ley del aborto en el que se considera tan adulta a una chica de 16 como para que encare un aborto sin precisar del consentimiento o el apoyo de sus padres. ¡Y que no se me malinterprete! No estoy diciendo que las jóvenes de 16 no sean adultas (no hay nada que me moleste más que la infantilización con la que se nos castiga a las mujeres), digo que los jóvenes, en general, no lo son, y los chicos probablemente menos. Pregunten si no a un profesor de instituto. Una joven de 16 puede ser madre, dicen, de modo que también puede decidir no serlo. Ese es el razonamiento. Pero está mal traído, porque, por desgracia, también hay niñas de 10 años que pueden ser madres y eso no quiere decir que estén preparadas para la experiencia. El Gobierno se podía haber evitado ese detalle, innecesariamente polémico, en unos tiempos en los que hay que volver a defender un derecho que muchos creíamos asumido. Han afirmado algunos ministros que la sociedad ya ha superado el debate, que sólo se trata de reformar la ley. Para nada. Los debates siempre están vivos, no se superan porque no siempre se progresa, hay momentos en los que las sociedades andan como los cangrejos. Y, además, es posible intoxicar, confundir. Extender el uso de expresiones como genocidio infantil, asesinato o volver a tratar a las defensoras de ese derecho como frívolas animadoras del aborto. Hay gente de mi generación en esa onda, que en su juventud defendían la posibilidad de interrumpir el embarazo o de tener una muerte digna y que, con los años, han revisado su ideario. Les queda la intransigencia y la arrogancia de los progres de entonces, pero han perdido lo mejor, la defensa de algunos derechos básicos que parecían indiscutibles. Son capaces de advertir la torpeza de un Gobierno presentando una ley que hubiera necesitado de una persona al frente con más experiencia y, sin embargo, pasan por alto el espectáculo indescriptible de los obispos del lince. Que cuidamos más al lince que a nuestros hijos, dicen. ¿Qué sabrán de hijos o del amor sexual aquellos que prometen mantenerse al margen de esa experiencia durante toda su vida? Estoy convencida de que hay muchos creyentes que no participan de la crueldad de un Papa que visita un continente que se muere de sida y recomienda la castidad en lugar del condón. Sé que muchos creyentes actúan según su conciencia y no me cabe la menor duda de que muchos curas que trabajan en el terreno de los pobres y los enfermos abandonan sus prejuicios morales al enfrentarse a la desgracia. También los he conocido. Pero no creo que haya que infravalorar la presión de una Iglesia que actúa como un animal herido. Son muchas las veces que han tenido que pedir perdón, por su actitud ante el genocidio, por su negación a la evidencia científica, pero en esta ocasión, con 22 millones de personas agonizantes que mueren antes de los 30 años, casi me atrevería a afirmar que no tienen perdón de Dios.

> Iritzia: El Gran Wyoming > APOSTOLES DE LA MUERTE

  • Apóstoles de la muerte
  • Público, 2009-03-22 # El Gran Wyoming
Las declaraciones del Papa afirmando que el uso del preservativo agrava el problema del sida colman la paciencia de cualquier humano al que preocupe la vida de sus semejantes, incluida la de los negros africanos.

En cualquier caso, en nuestra sociedad, donde la doble moral de los creyentes es la norma tanto en el tema del sexo como del aborto, tenemos acceso a la información y se nos brinda la oportunidad de elegir lo que nos conviene, pero en África, donde Benedicto XVI hizo las declaraciones, la cuestión es más delicada y el daño que hace, mucho mayor. No sólo por la cantidad de afectados, sino porque en muchas comunidades se desconoce, totalmente, el uso del preservativo o el sistema de transmisión de las enfermedades infectocontagiosas. A la falta de información y la dificultad de penetración en culturas que viven al margen de todo tipo de sistema de comunicación, se suma la precariedad de medios, de personal, de medicamentos, etc., por lo que estas manifestaciones contra la ciencia son sólo una muestra de crueldad y desprecio hacia seres indefensos condenados a infectarse y morir.

Que estas declaraciones coincidan con la infame campaña de la Conferencia Episcopal en la que se equipara la interrupción del embarazo con el asesinato de niños que gatean es reveladora del cinismo de la jerarquía católica. Argumentan que el aborto no es la solución, pero luchan contra de la educación sexual, el condón y cualquier otro método anticonceptivo.

A nosotros, los defensores de la vida, no nos queda más remedio que recomendar el uso del preservativo en todos los ámbitos: festivales de música, cafeterías, lupanares, cuarteles y seminarios.