- La Iglesia guipuzcoana ve con preocupación la posible designación de Munilla como obispo
- Aún sin confirmación, los rumores apuntan al nombramiento del prelado donostiarra. El actual obispo de Palencia tiene fama de conservador, cercano a Rouco Varela
- Noticia de Gipuzkoa, 2009-11-09 # Joseba Imaz . Donostia
José Ignacio Munilla Aguirre (Donostia, 1941) puede ser el nombre de quien dirigirá los designios de la Iglesia guipuzcoana durante los próximos años. A falta de una confirmación oficial, y a pesar de las últimas informaciones que señalan que Uriarte habría desmentido en privado esa certeza, todo indica que los rumores que se han producido en los últimos meses estaban bien encaminados, y que el Vaticano anunciará próximamente el nombramiento del actual prelado de Palencia como nuevo titular de la diócesis de Donostia. Algo que gran parte de los feligreses consultados por este periódico asumen con frialdad y no sin significativas dosis de preocupación.
"Se trata de un menosprecio al sentir general de los creyentes", afirma uno de ellos, conocedor de las dinámicas existentes en la Iglesia de Gipuzkoa. En su opinión, si hasta ahora la diócesis se ha caracterizado por "profundizar en la línea del Vaticano II", en contraposición a los criterios más conservadores que imperan en la Curia española, resulta "difícil" pensar que Munilla seguiría la línea establecida. Aun así, matiza que todo dependería de la actitud con la que llegase el prelado: "Veremos si aterriza de forma prudente, con respeto, o lo contrario".
Mientras tanto, desde el obispado prefieren no pronunciarse al respecto, al igual que destacados sacerdotes pertenecientes a la diócesis, que se refieren a la noticia del nombramiento como "un rumor". En Palencia, donde Munilla ha ejercido su prelatura en los últimos tres años, se da por hecho su traslado.
Al sacerdote donostiarra le precede la notoriedad que adquirió en su etapa de párroco de la iglesia de El Salvador de Zumarraga, en la que sus apariciones en los medios de comunicación fueron constantes. En la actualidad sigue colaborando con radios como la COPE o Radio María. Le precede la fama de euskaldun, dinámico y trabajador, pero también se le sitúa en el sector más conservador de la Iglesia, en la órbita ideológica más cercana al presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Antonio María Rouco Varela.
Durante su labor en Zumarraga, algunas voces criticaron a Munilla por actuar de forma independiente y de espaldas a las directrices diocesanas. En septiembre de 2006 fue consagrado obispo en la catedral de Palencia, lo que le convirtió en el obispo más joven de España. Tras la decisión hace año y medio del actual prelado de Donostia, Juan María Uriarte, de abandonar dicha responsabilidad, las quinielas sobre su sustituto han sido constantes.
Desde otra de las tendencias existentes en la Iglesia, el Opus Dei, afirman que "se aceptará a quien llegue" y tratarán de establecer "una buena relación con el obispo, como hasta ahora". Sin embargo, se niega que Munilla sea miembro del Opus Dei.
El posible nombramiento también ha dado lugar a interpretaciones realizadas desde el punto de vista político. Según estas reflexiones, la designación de Munilla vendría a contentar a aquellos que durante años han visto en las palabras de los obispos Setién y Uriarte una sintonía total con los postulados del nacionalismo vasco; por el contrario, el nombramiento censuraría a aquellos que, dentro de la Iglesia, han defendido el diálogo entre las sensibilidades de Euskadi como camino para conseguir la paz y la reconciliación.
El teólogo franciscano Joxe Arregi pronostica que, en caso de que Munilla llegue a Gipuzkoa, lo será "para imponer la línea dura de Rouco en una diócesis que se ha mostrado dinámica, autónoma y resistente". El experto contextualiza que la Iglesia de Gipuzkoa es una de las que "más entusiasmo y decisión" ha mostrado a la hora de desarrollar las directrices del Vaticano II.
Desde un punto de vista teológico, "sin juzgar la calidad personal y espiritual" de José Ignacio Munilla, Arregi considera que el posible futuro obispo de Gipuzkoa encarna un cristianismo "doctrinal-dogmático", con una Iglesia "clerical, vertical y centralizada", además de "hostil" a las grandes transformaciones culturales y sociales "de la Modernidad y la Postmodernidad". Según analiza, en la diócesis hay cristianos "de sensibilidades diversas". "Sus bases y dirigentes han sabido respetar la pluralidad y ha habido amplios espacios de libertad, de creatividad. Se ha hecho un esfuerzo muy notable en la formación, para reconciliar la fe cristiana con el mundo contemporáneo. Sería una enorme pérdida para la Iglesia y para la sociedad guipuzcoana que se cercenara ese dinamismo. Pero el espíritu de Dios seguirá inspirando y confortando, removiendo y consolando", señala.