2009/06/15

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  • Abdelá Taia afirma que "la literatura es una forma de luchar contra el miedo"
  • EFE, 2009-06-15
Hace años el escritor marroquí Abdelá Taia se quitó la máscara y declaró abiertamente en su país que era homosexual, algo por lo que todavía allí se puede ir a la cárcel. Ahora, instalado en París y convertido en uno de los autores más respetados y reivindicativos, publica en España "Una melancolía árabe".

Un libro en el que Taia (Sale, Marruecos, 1973) se desnuda y hace de su propia biografía el material para una novela en la que narra la dureza y dificultades de un joven marroquí que despierta a la vida, cae y vuelve a levantarse. Porque, para el autor, "la literatura es una forma de compromiso, de luchar contra el miedo".

"Lo que me interesa en la literatura -explica a Efe Taia-, es mostrar mis experiencias, mis verdades, en el plano social, político y sexual. Interiorizarlas y volver a reinventarlas para crear planos de distancia".

"Y en este libro -continúa-, lo importante es la caída de mi cuerpo en cuatro momentos con cuatro resurrecciones". La historia comienza con una violación al protagonista, que no llega a consumarse, y continúa con la influencia que ha tenido sobre el narrador este hecho frustrado que le llevará a París, Marruecos y El Cairo.

Abdelá Taia se esfuerza por dar toda clase de explicaciones sobre "Una melancolía árabe", publicada en castellano, catalán y euskera por Alberdania, porque quiere, dice, que el retrato, veraz, intimo y desnudo sobre las circunstancias que envuelven a un adolescente homosexual marroquí en un pueblo cercano a Rabat, pobre y humilde, llegue a todo el mundo.

Desde la primera página del libro, el lector acude al relato, en tono intimo y poético, de un adolescente que a mediados de los ochenta persigue el sueño de convertirse en director de cine y que quiere huir de la "vergüenza" de ser un muchacho afeminado. Y para ello, "correr y correr" es la única forma que le queda para afrontar la violencia de su Marruecos natal.

"El protagonista cae, pero se levanta -precisa- porque está en movimiento frente a la inmovilidad del mundo árabe, que no se mueve. En el mundo árabe se encuentran dos movimientos, por un lado esos que generan los violentos nacidos de la frustración y por otro, el estancamiento que genera el poder y su inmovilismo. Yo no vivo la homosexualidad como un problema sino como una circunstancia para ver el mundo de otra manera, fuera del poder y contra el poder", argumenta.

Según Taia, que ya ha publicado títulos como "Mon Maroc" o "El Ejercito de salvación", entre otros, la homosexualidad ya se trataba en la literatura árabe hace más de diez siglos, y los grandes profesores hablaban de ello. La forma de amar de los árabes está influenciada por aquellos poetas de antes del Islam, pero ahora parece que no quieren oír hablar de ello".

"Marruecos vive muchas contradicciones -sostiene el escritor-. Se practica la homosexualidad de forma importante; todo el mundo sabe que grandes escritores, entre ellos, Paul Bowles, Burroughs, Capote... han venido al norte de África atraídos por jóvenes marroquíes, y mientras se habla de la colonización de occidente y de su impureza, no quieren hablar del tema de cara. Tienen un idea de pureza engendrada por la religión. Buscan una pureza de raza y buscan encarnar un mal y quizá la homosexualidad encarne ese mal", precisa Taia.

A pesar de ello, Abdelá Taia cree que en Marruecos se están produciendo pequeños cambios, y que lo que hay que hacer es intentar cambiar la mirada, la percepción social; "para ello -advierte- tiene que existir gente que encarne este cambio, que elimine la vergüenza y legitime los derechos a través de la literatura, el cine, la universidad, etc, y yo humildemente quiero contribuir a ello", concluye.