- Roberto Marro, director de inmigración del gobierno vasco: "El empoderamiento de las mujeres extranjeras ha desubicado a sus parejas"
- "Hay que eliminar los obstáculos que impiden a las mujeres maltratadas acercarse a los servicios institucionales", afirma rotundamente Marro. El idioma y el desconocimiento sobre el servicio hace que muchas veces las extranjeras eviten iniciar los procesos de denuncia
- Noticias de Gipuzkoa, 2009-02-23 # N. Lauzirika • Donostia
¿Qué les llevó a acercar el servicio de atención a los locutorios?
La cuestión idiomática era un problema, así que se tradujo el servicio a cinco idiomas. Además, nos dimos cuenta de que había que dar a conocer la atención telefónica entre estas mujeres. Por eso, decidimos llevarla a lugares como los locutorios, muy frecuentados por las personas inmigrantes. Queríamos incidir en el colectivo por el poco uso que hacían del recurso, a pesar del número tan alto de denuncias que se presentan en el tema de violencia. La campaña se realizó sin caer en el sensacionalismo y estereotipos. La experiencia está siendo muy positiva.
¿El maltrato es una cuestión cultural entre los inmigrantes?
No creo que sea un tema cultural. En el trasfondo del maltrato está el sistema del patriarcado. Un tema latente incluso en las sociedades desarrolladas como Euskadi y el Estado, donde sigue imperando. El empoderamiento de las mujeres extranjeras también ha desubicado a sus parejas, por cuanto que en su país de origen no existe. Muchas mujeres emigrantes llevan una vida autónoma y esa independencia, a veces, produce efectos muy nocivos, como es la violencia de género.
¿Ese camino hacia la emancipación de las mujeres autóctonas o extranjeras sigue causando dolor?
El patriarcado es un fenómeno global. Las relaciones de dominación del hombre sobre la mujer se siguen produciendo. Esta lacra influye en los países de origen. Cuando las mujeres vienen aquí, también se produce el maltrato. El empoderamiento de las inmigrantes avanza, aunque en el duro y largo camino se dan agresiones salvajes. Es el patriarcado el que produce la violencia contra la mujer.
¿Las inmigrantes están en peor situación a la hora de denunciar?
Hay muchas mujeres que para sus autorizaciones de trabajo y residencia dependen del reagrupante. Esto les echa atrás a la hora de presentar la denuncia. Creen que van a quedarse en situación irregular. Desconocen que al iniciar estos procedimientos ellas pueden adquirir su independencia o autonomía jurídica en relación a las autorizaciones de trabajo y residencia. Estas mujeres carecen de una red familiar como la que podrían tener en sus países de origen. La información que se brinda en el teléfono les dice claramente que el silencio no es lo mejor para estos casos, porque las hace cómplices de la violencia de sus parejas.
¿No denuncian por encontrarse en situación irregular?
Un porcentaje elevado del colectivo tiene miedo a dar el paso y presentar la denuncia por su propia situación administrativa. Ello nos llevó a trasladar la campaña a los lugares frecuentados por los inmigrantes. La finalidad no ha sido generar sensacionalismo sobre el tema, sino que las mujeres perciban que tienen ese servicio. Las inmigrantes tienen que saber que el silencio no defiende a las mujeres. Cuando más información tengan de los servicios a su disposición, tendrán más posibilidad de no ser violentadas, además de no caer en manos de redes mafiosas.