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• De tradiciones y sus contradicciones
• Noticias de Gipuzkoa, 2009-07-03 # Iñaki Agirrezabalaga

El Ayuntamiento como institución civil es aconfesional. Entiendo por tanto que los ediles debiéramos actuar en consecuencia respetando a todas las religiones, sin que hagamos profesión expresa por una de ellas. Eso no quita para que, a título individual, los miembros de la Corporación puedan participar en los diferentes actos religiosos.

Cuestión aparte es apelar a la tradición o el conservadurismo. Un terreno algo resbaladizo y en el que la coherencia a la que alude el grupo municipal del PNV queda muy en entredicho.

Porque, ¿dónde empieza y dónde termina la tradición? ¿Acaso no ha sido tradición durante lustros que el alcalde del pueblo fuera acompañado a la procesión de San Telmo por el comandante de Marina? Por cierto (y para conocimiento del grupo municipal del PNV), una procesión que no dependía del alcalde, ya que hasta hace poco era la cofradía la que invitaba en sus inicios únicamente al alcalde y al comandante de Marina y al que más tarde se incorporó la Corporación municipal.

¿No ha sido tradición que el Ayuntamiento acudiera a la procesión del Viernes Santo y que hasta hace bien poco la bandera de todo un pueblo se pusiera a media asta, y con crespón negro incluido, por ser Semana Santa? ¿Y participar en la procesión del Carmen no ha sido tradición? ¿Ni la del Corpus Christi? ¿Ni la del día de Resurrección?

En cuanto al alkate soinua del día de San Pedro se refiere, y según tengo entendido, también tomaba parte la iglesia, trasladándose el párroco, los sacerdotes, y los concejales al Ayuntamiento, hasta que ellos mismos dejaron de hacerlo, con un criterio para mí acertado, porque parece ser que les recordaba tiempos pasados de no precisamente grato recuerdo.

Pero volviendo a épocas más recientes, ¿me pueden recordar en qué acta y de qué comisión se trató el tema de no acudir más a la procesión de Arritokieta, justo en la época en la que María Eugenia Arrizabalaga presidía la Corporación municipal?

Lo dicho, ¿dónde empieza y dónde termina la tradición?

P.D. Dado el grado de crispación al que nos tiene acostumbrados el PNV de Zumaia, trataré en no volver sobre este tema, no sin antes invitarles a los concejales del PNV, a que con la misma plenitud y fervor que participaron sentados en la primera fila de un acto religioso como es la misa de San Pedro, lo hagan en otras concentraciones civiles, a las que, por cierto, tan en entredicho se me puso a mí por no acudir a una de ellas.