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• Gay, no más
• El Almería, 2009-02-04 # Antonio Quesada

Leído en El País Digital: "el Gobierno islandés será el primero dirigido por una persona abiertamente homosexual. La persona que liderará a Islandia será una ex azafata de 66 años que ha ocupado durante ocho el Ministerio de Asuntos Sociales del país. Nada de esto sería novedoso si no fuese porque Johanna Sigurdardottir, casada con otra mujer desde 2002, se convertirá en la primera jefa de gobierno del mundo abiertamente homosexual"

En el mismo artículo, Juris Lavrikovs, de la Asociación internacional de Gays y Lesbianas en Europa, opina que "nosotros creemos que la sexualidad no es importante a la hora de elegir a una persona para un cargo, los méritos profesionales y la educación deberían primar sobre otras cuestiones".

Hace unos días, en la prensa local, el nuevo presidente de Nuevas Generaciones del Partido Popular de Almería, se declaraba, también en una entrevista, abiertamente Gay y eso fue lo más resaltado del cuestionario. En fin, no sé si lo pretendió el entrevistado pero es evidente que fue lo que llamó más la atención del periódico.

Tenemos que reflexionar sobre el papel que pueden desempeñar los medios de comunicación a la hora de "orientar" una información, especialmente en casos como estos, que quedará literalmente sesgada por el gran titular. Tanto El País como el periódico que entrevistaba a Carlos Sánchez, el nuevo dirigente de las juventudes populares, tiraron por el camino de en medio para arrastrar a sus lectores hacia el lado más, digamos, morboso de la cuestión. Si atendemos a los titulares que coronaron estas noticias, sólo encontramos que la orientación sexual de estas dos personas estaba muy por encima de sus aptitudes o formación. Poco pudimos adivinar en esos titulares sobre su trayectoria política o profesional y nada sobre sus inquietudes o proyectos para mejorar esta sociedad, tan moderna en apenas casi... ¿nada?

Desgraciadamente, centenares de personas sólo consumen la prensa a golpe de titulares mientras remueven el café en la barra de un bar. Para ellos también deberíamos escribir y titular ¿o ya lo hacemos? Todo esto no hace sino orillar más la cuestión en lugar de normalizar lo que a estas alturas debería de ser de lo más natural; sin condiciones, ni rangos, estereotipos sexuales, clases o colores. ¿Qué nos impulsa, por lo tanto, a encabezar una noticia de esa forma? Bueno, en algunos casos no resulta difícil de imaginar.

El colectivo Gay adolece de cariño y respeto pero sobre todo de que se le trate sin diferencias. Establecerlas supone trazar una línea en el horizonte, colocar bandos a un lado y a otro de la orilla del sentido común.