2009/02/18

> Berria: Erasoak > DONOSTIA: PIDEN 3 AÑOS DE PRISION PARA UN MILITAR ACUSADO DE ABUSOS A UNA MUJER EN EL CUARTEL DE LOIOLA

  • Piden tres años de prisión para un militar acusado de abusos a una mujer en el cuartel de Loiola
  • El acusado sometió a tocamientos a la persona que regentaba las cafeterías. Le exige también una indemnización
  • El Diario Vasco, 2009-02-18 # Javier Peñalba • DV • San Sebastián
La Fiscalía de Gipuzkoa solicita penas que suman dos años y once meses de prisión para un comandante del Ejército destinado en Donostia como presunto autor de tres delitos de abuso sexual cometidos sobre la responsable de la gestión de las cafeterías del cuartel de Loiola. El ministerio público pide, además, que indemnice con 3.000 euros.

Según el escrito de calificación fiscal, los hechos se remontan a febrero de 2006 cuando la mujer, ajena a la carrera militar, se hizo cargo de la explotación de los bares y cafeterías del complejo castrense donostiarra. Días después, el acusado V.Z.P., comandante de la Unidad de Servicio del Acuartelamiento, (USAC) «con ánimo libidinoso» y en contra de la voluntad de la mujer, la arrinconó contra la pared y antes de que pudiera zafarse de él, le manoseó un pecho. Dos semanas más tarde, el acusado, con igual intención, según afirma la acusación pública, llamó a la cocina del bar de oficiales, donde se encontraba la víctima. Una vez en el interior y «sin consentimiento de ésta», el jefe militar le cogió de la mano y atrayéndola hacia él pretendió besarle en el cuello, aunque no logró su objetivo.

El último de los episodios tuvo lugar en marzo, en la sala noble del bar de mandos. Esta vez, el comandante acusado le cogió por detrás y frotó sus genitales contra el trasero de la chica, al tiempo que le manoseó los pechos.

En este proceso la mujer ejerce la acusación particular a través del letrado Alfonso Pazos, quien solicita la misma pena que el fiscal.

Otra denuncia
Este mismo mando militar se halla también denunciado por un suboficial del cuartel donostiarra, después de que presuntamente accediese a su correo electrónico.

Según la denuncia cursada, el suboficial se personó en el despacho de su superior para despedirse, toda vez que había obtenido un nuevo destino, en Madrid. En el transcurso de la conversación que se suscitó entre ambos, el comandante realizó valoraciones sobre la conducta de su subordinado, a quien acusó de falta de lealtad. Ante esta afirmación, el militar de más baja graduación le hizo saber si sus comentarios tenían que ver con una relación sentimental que mantuvo con una secretaria, quien «a su vez y simultáneamente, también mantenía una relación afectiva con el comandante», detalla la denuncia.

El mando negó este extremo, si bien ante los datos que le iba ofreciendo sobre aspectos relacionados con su vida privada, el suboficial sospechó que sólo los podía haber obtenido a través del correo electrónico. Tras varias evasivas, el oficial, según se asegura en la denuncia, admitió «abiertamente que había entrado en mi cuenta de correo».

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