- Siete menores, acusados de violar a una niña de 13 años
- La pequeña, que vive en Huelva, padece una discapacidad psíquica. Los agresores amenazaron con ahogarla "si no se dejaba"
- El País, 2009-07-20 # Lidia Jiménez . Huelva
La hermana de la víctima, G. O. A, de 20 años, cuenta así lo ocurrido: "Mi madre no quería que la niña saliera pero, como eran las ferias y tres amigas la acompañaban, la dejó. Fueron todas a los cacharritos y a la actuación de un cantante sobre las once de la noche. Después se encontró con un chico del pueblo que conocía, se pusieron a hablar y se perdió de las amigas. Llegó sobre las cinco de la mañana a casa, llena de moratones y cardenales, y las ropas rotas. No paraba de llorar y nos fuimos al hospital".
El hospital Infanta Elena, en Huelva, confirmó a la Guardia Civil que se había producido una agresión sexual con penetración. La madre de la víctima acudió el sábado a la comisaría a denunciar los hechos. Ayer, toda la familia abandonó el pueblo.
El caos reinaba ayer en las dependencias de la Guardia Civil de Isla Cristina. Los agentes comenzaron deteniendo a tres personas, después elevaron los arrestos a cinco y, al final de la tarde, la Guardia Civil reconoció que había siete imputados. Todos menores de edad y vecinos de la localidad. Nadie podía creérselo.
"Ella no se puede defender como una chica normal", se emocionaba una vecina que conocía a la menor. "Se le nota perfectamente el retraso. Ellos lo sabían y se aprovecharon", dice casi llorando. Un primo hermano de la víctima asegura que habrá venganza. "Más vale que no me los encuentre", amenaza a voz en grito.
Si se demuestra la participación de los siete menores en la violación, dos de ellos quedaran impunes. Al no haber cumplido los 13 años no son imputables. "Están en su domicilio, con sus padres", señalaron fuentes de la investigación. Otros dos, mayores de 13, fueron enviados de inmediato a un centro de menores de Cádiz. A última hora de ayer, el resto de los detenidos, con edades entre 14 y 16 años, estaban siendo interrogados en las comisarías de Lepe, Cartaya e Isla Cristina.
Al menos 30 personas se congregaron en las puertas del cuartel ayer por la tarde, pero nadie quería reconocer su relación con el caso. Se trataba de los padres de los detenidos y de los familiares de la víctima. Éstos consideran que no es justo que "esa gentuza peligrosa" esté en la calle sólo por tener 13 años. "Tienen edad para hacer barbaridades pero no para pagar por ellas", protestaba un familiar que pide no ser identificado.
Muchos jóvenes de Isla Cristina, que estaban en el recinto ferial aquella noche, paseaban cabizbajos por el municipio. Habían decidido no hablar de los agresores. Con muestras de resaca y las voces rotas, coincidían en lo mismo: "No queremos meternos en líos". A la pregunta de si conocían a los supuestos agresores, todos contestaban con seguridad: "Pues claro". Pero ninguno soltaba prenda. Los rumores iban desde las acusaciones a unos gitanos que viven en casas prefabricadas cerca del puente hasta unos amigos "de la cría" que "estarían borrachos".
Éste es el segundo caso en menos de un mes en que un grupo de jóvenes agrede sexualmente a una menor. El pasado día 2, una niña de 13 años fue violada presuntamente por seis jóvenes, de entre 13 y 22 años, en Baena (Córdoba). La agresión múltiple se produjo en dos etapas. Primero sufrió el ataque de cuatro de los detenidos en los alrededores de la piscina municipal, en una zona poco transitada. Tras esa primera violación, fue nuevamente forzada por otros dos jóvenes en los vestuarios de la piscina. La menor fue chantajeada con la amenaza de que mostrarían las imágenes a sus familiares.
El defensor del menor de Andalucía, José Chamizo, pidió ayer una reflexión sobre las penas a imponer a estos menores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario