- «Mamá, papá, soy gay»
- La Asociación de Familias por la Diversidad edita unas guías para saber cómo reaccionar cuando un hijo confiesa a sus padres su homosexualidad
- Ideal, 2009-05-27 # Lorena Cádiz • Jaén
«Hoy soy la persona más feliz del mundo porque mi hijo se ha aceptado, ahora tiene pareja y va a irse a vivir con él», explica María del Carmen. Esta es su historia, pero por desgracia, en la mayoría de familias no es tan sencillo.
Conscientes del trago que supone para la familia y para la persona en cuestión, hablar de la orientación sexual, la Asociación de Familias por la Diversidad ha editado unas guías para padres y para jóvenes para que ambos sepan cómo afrontar lo mejor posible ese momento. Las guías se repartirán en colegios, institutos y la universidad y tratarán de evitar situaciones de rechazo, que pueden hacer un daño psicológico de importancia en el joven.
Así, en la guía dirigido a los jóvenes gays y lesbianas, se les recomienda que tengan paciencia cuando les expliquen la situación a sus padres, porque tardarán un tiempo en poder comprenderla. Si se niegan a hablar del tema, se explica que es necesario dejarlo por un tiempo y volver a la carga cuando estén más relajados. También es importante escuchar a los padres y responder con sinceridad a sus problemas.
Puede ser una buena idea hablar con ellos por separado, ya que cada uno necesitará su propio tiempo y, según la guía, es una mala idea contarles las experiencias vividas, «no están preparados». Es importante dejar claro que en estas situaciones no hay culpables, ni entre los padres, ni entre los hijos.
En la guía para padres, la Asociación ha recogido además una serie de fases por las que suelen atravesar éstos cuando sus hijos les comunican que son gays o lesbianas.
La primera es de shock inicial. No sabrán que decir ni como actuar. La segunda fase es de culpa. Siempre se busca a un culpable y no debe ser así. La tercera fase es la de ira, «que nos hará decir cosas que realmente no sentimos». Lo siguiente es tratar de negar la realidad, Después se pasa a un silencio o a un rechazo, y por último, no debe de quedar otra que la aceptación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario