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• De machismo y pedofilia asesina
• Noticias de Gipuzkoa, 2009-02-16 # Luis Tárrega

El machismo y la pedofilia asesina son dos graves problemas que se deben erradicar de una vez por todas. Es intolerable que a estas alturas del siglo XXI tengamos que soportar tanto terrorista de hogar, tanto abuso del menor, y tener que admitir que desde el principio de este siglo son casi 1.000 las muertes entre mujeres, niños y adolescentes desaparecidos, asesinados vil y atrozmente por tanto descerebrado, que enrojecerían de vergüenza al mismísimo de nuestros ancestros.

¡No, no, y mil veces no! No podemos consentir que un sádico machista maltratador, asesino descerebrado donde los halla, campee a sus anchas.

Es hora de que toda esta gentuza que pulula a nuestro alrededor sea desenmascarada, denunciada, señalada como tal, y que nuestro desprecio y la justicia caiga con todas sus consecuencias en sus frágiles o tortuosas inteligencias, y conozcan el miedo y el terror que ellos mismos practican a sus víctimas y puedan acabar en las cárceles por los daños que impunemente siguen cometiendo. ¿Dónde está la justicia, lenta, morosa, atascada, que a veces incomprensiblemente no ayuda a sus víctimas?

¡No, no y no! En este país hay algo que no funciona y todos debemos hacer tabla rasa sobre un tema tan importante y aportar un plus para acabar de una vez con esta lacra tan de nuestros días. ¿Dónde están esas cabezas bien pensantes? ¿Dónde están esos sabios que abundan en el Estado y que aconsejan y asesoran a los respectivos gobiernos? ¿Dónde están esos senadores que son incapaces de hacer leyes claras y transparentes necesarias con urgencia para este grave problema nacional? ¿Dónde está esa justicia que se dice independiente y esos Jueces por la Democracia? ¿Para qué nos sirven los centros de protección, de acogida, las pulseras GPS, el Ministerio de la Igualdad, el delegado del Gobierno de Violencia de Género y tantas y tantas siglas? ¿Para qué, si un día si y otro también nos desayunamos con tanta miseria y muerte?

¿Acaso la Policía, la Justicia, no acostumbra a llenar de pasquines, aeropuertos, comisarías, fronteras, e informaciones televisivas, dando todo clase de información? ¿No hacen lo mismo las emisoras, los periódicos, que dan datos, lugares de nacimiento y profesiones sobre los terroristas con el visto bueno de la Interpol? ¿Acaso no es terrorista alguien que lleva tantos años maltratando mujeres o abusando de infantes y que a la postre acaba asesinándolos?

¿Acaso no es mucho más importante y vital salvar la vida de una mujer, una criatura, mostrar las caras de estos maltratadores, sodomizadores, asesinos machistas que impunemente siguen depravando porque la Justicia no quiere plasmar su fotografía, dar en titulares sus nombres, sus profesiones... justamente donde radica el problema? ¿Y los fallos imperdonables de la Justicia, de vigilancias descuidadas y sin mucho interés, posiblemente mal pagada?

Éstas serían las verdaderas líneas que habrían que cuidar, vigilar e insistir por encima de todo. Pero lo más eficaz, lo más importante, sería mostrar al mundo las caras de estos descerebrados asesinos.

Repito, notificar en grandes titulares sus nombres, fotografías y apellidos, sus profesiones, sus formas de vida. ¡Que sientan que los conocemos y podamos despreciarles¡ Y que a la mínima les pueda caer todo el peso de Ley.

El miedo a descubrirlos cesaría en gran parte ese reguero interminable de sangre. De unos cobardes, que un día ya muy lejano, amparándose en tanto silencion camparon a sus anchas. ¡Ya es hora de acabar con toda esta miseria!

No podemos consentir que ninguna de estas alimañas descerebradas puedan ser los asesinos de nuestras mujeres, nuestros niños... Todas estas bestias no valen una muerte más.

Y hay que decir a la Justicia que no es el mejor momento de sumarse a la crisis económica, de amenazar con una huelga cuando tienen miles de casos sin resolver. Éstas no son maneras de impartir Justicia.

Hay que recordar también a la Iglesia que las mujeres asesinadas y niños abusados son católicos y también tienen derecho a esas manifestaciones por la familia. ¿O quizá nos quiera confundir con sus manifestaciones puntuales de la Puerta del Sol con sus Roucos al frente?

Hay que recordar que a lo largo de la historia la Iglesia ha llenado muchas páginas de horror por el abuso pederástico de algunos miembros de su jerarquía en novicios imberbes.

Un país en el que sus televisiones difunden imágenes impunemente de sus víctimas y las presenta como animales de feria, deja de ser creíble. Un país donde su Justicia se pone en huelga contra su gobierno y nos oculta las caras, los nombres y las profesiones de los pederastas y nos lo traduce en siglas a estos asesinos, es un país sin ley.

El Consejo General del Poder Judicial y los políticos se supone que deberían ser los que solucionen este grave y antiquísimo problema. Es hora de que den este primer e importantísimo paso, mostrándonos al mundo las caras de los maltratadores, así como su entorno.

Si hay que cambiar las leyes, ¡ya es hora! Ninguno de todos estos miserables, y no me cansaré de repetirlo, vale una muerte de alguien que pueda ser nuestra madre, nuestra mujer o uno de nuestros hijos...

La Justicia debe demostrarnos que en este país reina la ley y no el partidismo.