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• Otra forma de transfobia
• Información, 2009-10-20 # Anxo Manuel Amaro Quintas

Desde Universitari@s Progresistas (UP) y su Coordinadora LGTBI afianzamos nuestro compromiso con los derechos sexuales y la construcción de una sociedad diversa en la que no se discrimine por razón de identidad de género y orientación sexual. En esta ocasión, nos unimos como asociación a la Red Internacional por la Despatologización de lo Trans: Stop Patologización 2012.

Aunque en el Estado español se haya aprobado la Ley de Identidad de Género en 2007, la transexualidad se sigue considerando un trastorno de identidad de género (TIG), patología mental clasificada en el CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud) y en el DSM-IV-R (Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales de la Asociación de Psiquiatría Norteamericana).

Se legitima la psiquiatrización de las identidades con el concepto de TIG, desarrollándose procesos médico-psiquiátricos que define como anormal y extravagante la existencia de cuerpos diversos (disforia de género). El TIG se ha ido profesionalizando con programas correctores y terapias reparativas implementadas por profesionales de talla internacional como los doctores Zucker y Blanchard, legitimadores de las carnicerías practicadas a los niños y niñas intersexuales recién nacidos.

Psiquiatrizar la transexualidad en particular y el transgenerismo en general se lleva a cabo en diferentes centros de todo el mundo. En casos como el del Estado español, es obligatorio el paso por una evaluación psiquiátrica en las Unidades de Trastorno de Identidad de Género (UTIG). Para poder acceder, se debe poseer la nacionalidad española. En ese caso se te encasillará médicamente con el concepto de disforia de género para posteriormente otorgar el derecho a reasignarte genitalmente si las autoridades competentes lo estiman oportuno. En el proceso de patologización se lleva a cabo un control semanal de la identidad de género a través de terapias de grupo y familiares y todo tipo de procesos denigrantes que vulneran los derechos de las personas trans.

Fruto de todo este contexto patologizante y victimista surge el psiquiatra, legitimador de la transformación parcial de los cuerpos trans, marginándose a las personas que no deseen reasignarse genitalmente creándose trans de primera y de segunda. La intencionalidad está clara.

La Organización Mundial de la Salud debe saber que no hay derechos sexuales pasándose por alto el derecho al propio cuerpo y la autodefinición identitaria. Porque ser trans no es un delito, la transfobia sí. Para más información y seguimiento de la campaña, www.stp2012.wordpress.com.