- Cae un ciberacosador que hizo suicidarse a un menor
- El detenido vivía en Cádiz y la mayoría de víctimas era de Estonia
- Público, 2009-10-20 # Oscar López-Fonseca . Madrid
La muerte de Sten, en marzo de 2008 en Viljandi (Estonia), destapó la existencia del ciberacosador. Tras el suceso, la familia del adolescente descubrió en su ordenador numerosos mensajes en los que una tal Elisa, que decía ser la hija de un empleado de la Embajada española en Tallin, le exigía una y otra vez que le enviara fotos y vídeos en los que apareciera desnudo.
Un tiro en la cabeza
Tras enviarle unas primeras fotos, Sten se negó a volver a hacerlo, por lo que Elisa le amenazó con hacer llegar a sus amigos y familiares las imágenes comprometidas que el menor ya le había remitido. Sten no pudo soportar la coacción, cogió la pistola de su abuelo y se pegó un tiro en la cabeza.
Fue la propia familia quien consiguió localizar a otras víctimas de Elisa y que la Policía de Estonia retomara un caso que en un primer momento había dado por cerrado. Las investigaciones permitieron saber que el ciberacosador utilizaba siempre la misma estrategia. Se presentaba, a través del messenger o en la red social estonia www.rate.ee, como una joven que tardaba muy poco tiempo en enviar a sus cibercontactos fotografías y vídeos sexuales supuestamente suyos. En realidad eran imágenes de una striper amateur llamada Keyra Agustina, que se había bajado de Internet.
En ocasiones incluso daba detalles de la ciudad de Tallin o utilizaba frases en estonio para ganarse la confianza de sus víctimas, siempre varones adolescentes. Cuando estos le respondían con las primeras fotos, cambiaba la dulzura por la exigencia, y comenzaba a reclamarles que los vídeos e imágenes fueran cada vez más explícitos. A veces, Elisa se quitaba la máscara, y Benjamín enviaba a sus víctimas imágenes reales suyas, como la que se reproduce sobre estas líneas. Si el acosado se negaba a continuar con el intercambio, le coaccionaba diciendo que enviaría a sus familiares y amigos las fotos que ya tenía. En varias ocasiones cumplió su amenaza. Una de ellas, con K.T., un menor estonio de 13 años.
A partir de este caso, la Policía del país báltico consiguió una primera pista sobre la identidad del ciberacosador: una dirección de correo electrónico gratuita que comenzaba con las palabras morenita y Cádiz, y que se conectaba desde España. Las autoridades de Tallin pidieron entonces ayuda a la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) de la Policía Nacional, que pudo localizar en agosto de 2008 que las conexiones se realizaban desde un domicilio de Puerto Real (Cádiz).
Finalmente, en octubre del pasado año, la Policía detuvo al presunto delincuente. Le intervino un ordenador portátil y 15 soportes de memoria en los que guardaba numerosas imágenes y vídeos sexuales de 70 menores 43 de ellos estonios aunque también de Noruega y otros países europeos.
Vuelta a las andadas
Este primer arresto y el hecho de que sus padres le retiraran desde entonces el ordenador y la conexión a Internet no impidieron que Benjamín reiniciara poco después el acoso a menores. Al mes siguiente, el presunto ciberacosador adquirió un teléfono móvil de tarjeta prepago con conexión a la Red y dio de alta una nueva dirección electrónica, plapla1992@hotmail.com.
Con ambos elementos, inició la caza de un adolescente estonio de 15 años que en Internet se hacía llamar Mikk. De nuevo se hizo pasar por una chica. De nuevo le envió fotos. Y, de nuevo, le empezó a presionar para conseguir que le enviara imágenes sexuales. Incluso le convenció para que grabara con otro menor, apodado Maxim, una relación homosexual. Sin embargo, los chicos dieron marcha atrás al poco de iniciar la filmación.
Este contratiempo irritó a Benjamín, que obligaba a sus víctimas a telefonearle de manera regular. Incluso llamó a sus padres sin importarle ser denunciado. Poco después, la Policía estonia sospechó que el ciberacosador de Mikk y Maxim era, en realidad, Elisa. La Policía española lo confirmaba con su detención, la semana pasada. En su móvil estaban los números de ambos menores, mensajes amenazantes e imágenes de sexo explícito de adolescentes. Esta vez, el juez lo ha enviado a prisión.
- "Suicídate. Te será más fácil"
- Un diálogo revela que el pedófilo de Cádiz llevó a un menor a acabar con su vida
- Público, 2009-10-22 # Oscar López-Fonseca . Madrid
Este joven parado de Cádiz, de 22 años, fue arrestado la semana pasada por la Policía española como presunto responsable del ciberacoso sufrido por más de 70 menores, en su mayoría de Estonia.
Sten Kalma, de 14 años, fue una de sus víctimas. Este adolescente estonio no soportó las supuestas coacciones del pedófilo y acabó suicidándose.
Tras su detención, Benjamín reconoció el intercambio de vídeos y fotografías con menores de otros países. También admitió que mantuvo "relaciones sexuales virtuales en inglés por Internet con chicos" que había conocido chateando. Sin embargo, negó en todo momento que coaccionara a las víctimas para que le enviaran dichas imágenes.
La supuesta conversación que mantuvieron Benjamín y Sten a través de un chat muestra todo lo contrario. Este diálogo entre acosador y víctima, al que ha tenido acceso Público y que aún no está en poder de la Policía española, quedó registrado en el ordenador del menor estonio el 25 de febrero de 2008. Fue la primera pista que llevó, finalmente, a la captura del joven español.
Todo ocurrió cerca de la medianoche en Viljandi (Estonia). Allí, Sten Kalma conecta su ordenador y espera ansioso a que le llegue el primer mensaje de la que cree que es una chica española con la que lleva tiempo chateando e intercambiando fotografías y vídeos sexuales. Pronto llega el contacto de quien, a su apodo en Internet, Lisha o Elisa, añade un tierno: "Quiero a mi osito Teddy". Dulces palabras tras las que se esconde Cabello. La conversación se prolongó hasta más de las dos y media de la madrugada.
Extorsión mortal
Decenas de frases cortas, escritas en un inglés lleno de faltas de ortografía y abreviaturas que, sin embargo, revelan cómo el ahora detenido acorralaba y chantajeaba a sus víctimas con el único objetivo de conseguir fotografías y vídeos sexuales cada vez más explícitos. Auténticas embestidas informáticas. Quince días después de aquel episodio, Sten se suicidó de un disparo.
Tras la tragedia, la familia del menor encontró en su ordenador varias de las conversaciones que había mantenida con Lisha, el supuesto pedófilo español, quien siguió entrando en foros de Internet y contactando con menores. Siempre con la misma táctica. Se hacía pasar por quinceañera hasta ganarse su confianza.
Cuando una nueva víctima caía en sus redes, el hostigador le acorralaba poco a poco. Les enviaba fotos supuestamente suyas, pero que en realidad eran de una célebre striper amateur. Luego, cuando los menores le hacían llegar fotos suyas desnudos o masturbándose, empezaba a presionarles, a reclamarles imágenes de sexo cada vez más explícito.
En varias ocasiones cumplió su amenaza, según consta en las investigaciones de la Policía de Estonia, donde todavía se busca a otras víctimas del ciberacosador.
De hecho, cuando la Policía española lo detuvo por primera vez, en octubre de 2008, Benjamín almacenaba en el disco duro de su ordenador 17.952 archivos de vídeos y fotografías ordenados en carpetas con el nombre de cada una de sus víctimas o bajo epígrafes más genéricos, como "noruegos". La mayoría de ellos mostraba a menores de edad. Como Sten Kalma.
- Chantaje a la víctima 15 días antes de morir
Sten: Sí, lo recuerdo
L: He pensado hacer lo mismo contigo. Una especie de castigo por hablar demasiado sobre mí.
S: ¿Qué vas a hacer conmigo?
L: Colgar alguna cosa en Internet.
S: Quiero matarte.
L: Creo que suicidarte te será más fácil.
S: Que te jodan.
L: Todo el mundo va a poder reírse de ti dentro de poco… (...) Yo tengo las direcciones [de correo electrónico] de todo el mundo de tu escuela.
S: Por favor, no lo hagas. (…) Si se lo envías, arruinarás mi vida. (…) Me odio a mí mismo y mi vida llena de mentiras. Ahora sé dónde está la llave para coger la pistola de mi abuelo.
L: Buena suerte en tu nueva vida. (…) Y ahora no me molestes. Estoy ocupado.
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