- El zapaterismo en 13 títulos olvidables
- En los últimos años, coincidiendo con el accidental advenimiento del evo (tiempo infinito y atroz) zapateril, nos hemos topado con una serie de películas que podrían servir de refrendo a la desatinada producción legislativa del Gobierno Rodríguez.
- Hispanidad, 2009-03-25 # José Luis Panero
Ley del «Matrimonio» y adopción homosexual. La película Reinas (2005), de Manuel Gómez Pereira, versa sobre la vida de cinco mujeres madrileñas y sus hijos. Todo se centra entorno a la primera boda entre homosexuales en España. Otro ejemplo sobre este tema —desgraciadamente de moda en nuestro país— lo encontramos en el filme de Miguel Albadalejo, Cachorro (2004), cuya trama tiene a Pedro por protagonista. Él es un dentista gay y promiscuo —que tiene una vida bien montada y mejor organizada—, hasta que aparece su sobrino de 11 años al que tiene que cuidar.
Ley del «Divorcio express» (o Ley del repudio). La película Pasos (2005) ilustra muy bien los modos y maneras de una época y unos personajes de notables carencias afectivas. Con este drama debuta en la dirección el actor argentino Federico Luppi, quien centra su atención en las vidas de tres parejas pendientes del golpe de estado del 23 de febrero de 1981.
Ley de «Identidad sexual». Hay películas polémicas, controvertidas, provocativas. El último trabajo de Ramón Salazar, 20 centímetros (2005), es una de ellas. Narra, literalmente, sin tapujos y en tono musical la vida de un individuo al que le sobran algunos centímetros para convertirse en mujer y ser feliz.
Ley de «Inseminación delirante» (llamada reproducción terapéutica). Semen, una historia de amor (2005), dirigida y escrita por Inés París y Daniela Fejerman, cuenta —aparentemente de forma divertida e inteligente—, una historia de amor entre polos opuestos, el papel que juega el azar en nuestras relaciones y, a la vez, “examina” uno de los grandes temas de actualidad —la inseminación artificial—.
Ley (futura) sobre la eutanasia, o del «derecho de morir con dignidad». Mar adentro (2004), cinta del español Alejandro Amenábar cuenta la historia real de un homicidio. El gallego Ramón Sampedro, después de estar 30 años postrado en una cama a causa de un accidente que lo dejó tetrapléjico, desea morir. Para ello necesitará ayuda.
Leyes revisionistas (cainitas, parciales, falaces). El calentito (2005), de Chus Gutiérrez, cuenta la historia de Sara, que ha decidido perder de una vez su virginidad. Después de engañar a sus padres y asegurarles que se marcha a estudiar a casa de su amiga Marta, se ha dirigido, acompañada de Toni —el hombre en cuyos brazos espera estrenarse—, al local de moda de la movida madrileña: El Calentito. Otra de las lindezas de nuestro cine la hallamos en la trama de Rewind (1999), que sigue el mismo patrón de la película de Chus Gutiérrez. Este filme, de Nicolás y Rodrigo Muñoz Avia narra la vida de Diego, un repartidor de pizza que quiere conquistar a Mónica. Para eso, la invita a una cena en su casa, pero ella “cae” con Manuel, “un amigo”. Diego intentará durante toda la noche ganarle a Manuel la carrera al corazón de Mónica, con la gran ayuda de una cámara de vídeo que puede rebobinar los acontecimientos reales para subsanar errores.
Ley sobre «Malos tratos» (denominada cretinamente «violencia de género»). Te doy mis ojos (2003), la película de Itcíar Bollaín, es la historia de un matrimonio tormentoso donde el hombre desea imponer a todas horas su voluntad y la mujer, que se auto engaña y le entrega todo lo que tiene —se entrega a sí misma— en nombre de un absurdo ideal de vida amorosa, acaba pagando las frustraciones de su cónyuge. Debe aclarase que este filme y la ley son tortuosas y embusteras, pues parten de una premisa disparatada: el eterno verdugo, el hombre; la eterna víctima, la mujer.
Nuevas modificaciones sobre políticas exteriores: El invierno en Bagdad (2003), documental de Javier Corcuera, es un impresionante trabajo filmado antes y después de la guerra de Irak. Encontramos un ejemplo sobre las capitulaciones múltiples en Vascongadas en La Pelota vasca. La piel contra la tierra (2003), documental sobrecogedor de Julio Medem en el que se interroga sobre el pasado, presente y futuro de Euskal Herria.
Además, si a esta mezcolanza de dechados cinematográficas añadimos el filme Nadie es perfecto (2006), de Joaquín Oristrell —donde se abunda en los asuntos de confusiones sexuales diversos—, y Próximo Oriente (2006), con la vista puesta en una posible reforma de la ley de extranjería que siga los criterios del nocivo multiculturalismo —no del benéfico pluralismo— que propugna el director de esta película, Fernando Colomo, el suma y sigue puede ser inacabable…
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