- El caserío de Ander en las calles de Berlín
- La Berlinale escuchó por primera vez el euskera con 'Ander', de Roberto Castón. Fue ayer con la presencia de una delegación de diez personas encabezada por el director del filme. NOTICIAS DE GIPUZKOA siguió sus pasos por la capital alemana
- Noticias de Gipuzkoa, 2009-02-12
Miércoles, 11 de febrero. Diez de la mañana. Frío intenso. Nieve y viento en Berlín. Un grado bajo cero. Parada obligada frente al cartel. Una jornada repleta de emociones. Foto de grupo. Sus caras muestran una satisfacción más que merecida. "Estábamos muertos de frío, tapados con gorros y bufandas, porque estaba nevando en ese momento", relata a NOTICIAS DE GIPUZKOA el director de la primera película en euskera que viaja hasta Berlín. "Cuando lo vimos todos nos emocionamos. No pudimos resistir a sacarnos una foto frente al cartel". Pero no fue la única imagen que quisieron inmortalizar. "La alfombra roja fue otra de las fotos que quisimos recoger en nuestra cámara. Experiencias de este tipo no se viven todos los días", comentó Castón.
Ander se proyectó a la prensa a mediodía. "Me han dicho que la rueda de prensa será sobre las 15.00 horas. Me siento feliz y nervioso a la vez. Estar aquí es todo un puntazo", explicó el cineasta.
Entre las emociones que vivió en la jornada de ayer un gesto que le sorprendió enormemente fue el recibimiento que le dispensaron los responsables de Panorama, la sección en la que se proyecta. "Cuando he llegado y les he dicho 'Hola, soy Roberto Castón, director de Ander' , su reacción ha sido de emoción. Todos me han abrazado. Están muy contentos con la película y apuestan por el proyecto", relató el director.
El filme Ander ha sido seleccionada entre más de mil películas dentro de la sección. "No sé cuál ha sido su criterio, pero lo que creo es que mi película ha gustado por la honestidad que se desprende en la temática, en la forma de enfocarlo. No es una película pretenciosa. Quería contar una historia sencilla, con un lenguaje sencillo para que llegase a la mucha gente", aseguró.
Los bellos paisajes interiores del País Vasco y el caserío en que vive la familia sirven de escenario a una historia sosegada, construida a partir de muchos silencios, en la que los acontecimientos y el surgimiento de la atracción entre ambos hombres se desarrollan sin prisa. Un gran despliegue de medios. Tras la proyección de la película vino el turno de preguntas. "El ritmo es quizás la parte más controvertida de la película. Puede parecer lento pero es el adecuado para una historia que se desarrolla en el campo. Es un enfoque cercano al documental y con un toque naturalista", indicó Castón.
Para el cineasta, el principal mensaje de la película, más allá del sexo entre dos hombres -apenas se produce un impremeditado encuentro íntimo entre Ander y Juan- pasa por la lucha contra los prejuicios ajenos, la aceptación de uno mismo y la propuesta de modelos alternativos de familia. "Que los Anderes del mundo salgan del armario y se casen con quienes quieran, sin complejos, y sin nadie que se lo impida", defendió.
Para el productor José María Gonzalo, la cinta es "un importante apoyo" a la lucha contra los prejuicios sociales". Su objetivo no es sólo que se utilice en los institutos "como material de clase contra los prejuicios sociales y la aceptación de la homosexualidad y de la transexualidad, sino que lleguen también a las salas comerciales, a los festivales internacionales".
En los teatros más grandes
Como anécdota Gonzalo relata cómo una periodista de la asociación vasco alemana de Berlín, realizó una pregunta en euskera. "Hizo mucha ilusión al equipo. Una de las actrices respondió en euskera y también realizó la traducción al castellano. La impresión tras la rueda de prensa ha sido muy positiva", indicó. Por la noche se presentó el filme. "Estoy deseando ver la reacción de la gente cuando termine", dijo Castón por la tarde. "Ya es un premio estar aquí".
Pero el intenso día no terminó ahí para el equipo que representaba a Ander. Una fiesta privada en uno de los teatros más antiguos de Berlín acogió a más 250 invitados que desgastaron, una amplia variedad de pintxos vascos, queso Idiazabal, vino de la Rioja alavesa y txakoli. Manjares gastronómicos vascos que fueron acompañados con un espectáculo diseñado en exclusiva para la ocasión. Una fiesta irrepetible para un acontecimiento difícil de olvidar. Las cuatro mil entradas puestas a la venta para ver el filme vasco están agotadas. Hoy tendrá lugar el segundo pase, a mediodía. "La peli se va a ver en los teatros más grandes de Berlín. Cómo no vamos a estar contentos", concluye Castón.
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