- El 10% de los homosexuales donostiarras de 14 a 18 años han sufrido palizas
- Soitu, 2009-02-12, 20:19 # EFE • San Sebastián
Esta investigación indica que alrededor del 30% de los adolescentes que han sido objeto de esta investigación y que no se sienten heterosexuales reconocen haber sufrido amenazas y cerca del 50% han confesado que les han arrojado objetos, según ha informado hoy en una rueda de prensa la coordinadora de Gehitu, Koldobike Mujika.
La responsable de esta asociación ha incidido en que los resultados de este estudio evidencian la "persistencia de actitudes de carácter homófobo" entre los estudiantes de segundo ciclo de Secundaria en los centros escolares donostiarras.
Ha explicado que los datos de esta investigación se basan en los resultados de las encuestas contestadas por 323 jóvenes estudiantes de segundo ciclo de Secundaria en distintos centros educativos de San Sebastián y del entorno de la ciudad durante el pasado curso escolar.
La encuesta indica asimismo que el 4% del total de escolares encuestados reconoce haber propinado palizas y entre el 11 y el 13% afirma que ha marginado o arrojado objetos a algún compañero por motivo de su orientación homosexual.
Mujika ha destacado que el 83% de los jóvenes gays y lesbianas son conscientes de que el entorno escolar "no es en absoluto seguro" y consideran que se les trata de forma "desfavorable", lo que demuestra la "dificultad" que encuentran para vivir su homosexualidad en el colegio "con unas garantías mínimas de seguridad".
Ha denunciado además la actitud generalizada de "permisividad" que se da en los colegios, algo que constituye "un adecuado caldo de cultivo" para dichas actitudes que "habría que tener en cuenta" para diseñar futuras líneas de actuación.
El coordinador del servicio de información y ayuda de Gehitu, Jesús Estonba, ha subrayado por su parte que, si bien siete de cada diez jóvenes ven bien las manifestaciones afectivas entre dos hombres, es evidente que las chicas "son más permeables" a estos actos ya que la mitad de los adolescentes varones no los aceptan con normalidad.
Ha incidido en que, por el contrario, el índice de permisividad frente a las manifestaciones afectivas entre mujeres se incrementa notablemente entre los chicos, un hecho que ha atribuido a la "fuerte carga erótica que la imagen de dos mujeres posee para el hombre heterosexual".
Estonba ha concluido por tanto que la diversidad sexual es una realidad "mucho más complicada de digerir" en el caso de los varones.
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