2009/01/19

> Elkarrizketa: Iñigo Lamarca > "SI NO ALIMENTASE MI LADO ROMANTICO, NO PODRIA RENDIR AL MAXIMO"

  • Iñigo Lamarca, Ararteko: "Si no alimentase mi lado romántico, no podría rendir al máximo"
  • "No soy un opinador". Con esta advertencia, hecha nada más tomar asiento para realizar esta entrevista, el Ararteko trata de salvaguardar la independencia e imparcialidad que se le presupone. Iñigo Lamarca demuestra que la palabra es una de sus mejores dotes de persuasión
  • Noticias de Gipuzkoa, 2009-01-19 # A.Rodríguez · Donostia
Dicen de usted que es muy romántico. ¿Saca tiempo para cenar con su marido a la luz de las velas?
Tengo muy claro que esos momentos los tengo que tener porque es lo más importante de la vida. Si no alimentase mi lado romántico, estaría mal conmigo mismo y no podría rendir al máximo como Ararteko.

¿Tiene pensado ampliar la familia?
La estoy ampliando a través de los sobrinos. Hijos no voy a tener. Sergio y yo lo hemos hablado y, aunque nos gustan los niños, no podríamos sacar el tiempo que nos gustaría para dedicarnos a ellos.

¿Ha sufrido alguna discriminación por su orientación sexual?
No, pero hay algo peor, que es la exclusión y la autocensura. Desde que adquirí conciencia de mi orientación sexual, a los trece o catorce años, sentí una gran hostilidad social, una gran opresión y una exclusión terrible, lo cual me condujo a autocensurarme. Eso no se lo deseo ni a mi peor enemigo.

¿Cuándo se quitó los barrotes?
Fue un proceso largo y progresivo, con muchas puertas en el armario, que concluyó cuando constituimos la asociación Gehitu.

¿Recuerda la mayor locura por amor?
Meterme en un negocio -una tienda de regalos- que fue absolutamente ruinoso.

¿Colecciona algo?
Figuras de elefantes y búhos.

¿Por algún motivo en especial?
El elefante me gusta porque, sin ser el Rey de la selva, impone tanto que puede andar a sus anchas. El búho es un animal muy observador, asociado a la sabiduría y también nocturno. A mí la noche me gusta mucho.

¿Cuántas horas duerme al día?
Me duermo sobre las 12.00 y el primer despertador suena a las 6.15 horas. Suelo poner otro por si acaso.

¿Leer es lo último que hace antes de apagar la luz de la mesilla?
Salvo que se me caigan las pestañas, sí. He acabado una novela de la época romana, La suerte de Venus y voy a leer El niño del pijama de rayas .

¿Qué hace nada más despertarse?

Si me levanto con el primer despertador, diez minutos de flexiones y si lo hago con el segundo, desayunar.

¿Qué le relaja?
La música, preferentemente clásica: Beethoven, Richard Strauss, Mahler, Rufus Wainwright...

¿Tiene alguna manía?
Unas cuantas, pero así, confesable, dar muchas vueltas a las cosas.

  • "Es aterrador que mueran mujeres por hombres que creen tenerlas en propiedad"
"Me satisface enormemente tener que usar la palabra y el argumento para convencer, porque a mí la fuerza no me gusta nada", confiesa el Ararteko, Iñigo Lamarca. Tras esta declaración de intenciones, no es de extrañar que califique de "aberrante" la violencia que se ejerce contra las mujeres.

Un colegio ha sido condenado a pagar 30.000 euros a la familia de un menor que sufrió 'bullying'. ¿Era hora de exigir responsabilidades?
Cuando hay un caso de acoso escolar y hay pruebas acreditadas judicialmente que indican su existencia es bueno que haya sentencias condenatorias, pero ésta no debe ser la única herramienta. Junto con una intervención contundente, cuando se produzcan casos de este tipo, tiene que trabajarse, sobre todo, en el campo de la prevención.

En un encuentro con otros Defensores, abogaron por abordar los casos de acoso escolar en privado, sin darles publicidad. ¿No cree que eso ocultaría el problema?
Matizaría esa declaración. La opinión pública tiene que conocer cuál es el grado de conflictividad que existe en el ámbito escolar. Lo que queríamos decir es que si el tratamiento informativo de cualquier realidad social tiene que ser lo más cuidadoso posible cuando estén en juego derechos de las personas, cuando sean menores, el rigor tiene que ser máximo. De lo contrario, podría producir efectos negativos en el abordaje de esa realidad.

Los adolescentes reproducen roles sexistas e incluso se dan casos de maltrato entre jóvenes. ¿Se ha avanzado menos de lo esperado?
Hay agresiones machistas protagonizadas por jóvenes y eso realmente es preocupante. Es constatable que se ha avanzado muchísimo en una o en dos generaciones, aunque todavía no hemos alcanzado la meta de que el conjunto de la población -y en particular los hombres- asuma con todas las consecuencias el valor de la igualdad y mucho más el respeto a la integridad física y moral de las mujeres.

El goteo de víctimas de la violencia machista es incesante.
Es aterrador que mueran mujeres asesinadas por hombres que tienen interiorizada la idea no sólo de que son superiores a ellas, sino de que las tienen en propiedad. Eso es algo aberrante. Los poderes públicos tendrían que establecer como una de sus máximas prioridades mejorar las herramientas para erradicar esta terrible lacra y trabajar en el campo de los valores para que esas ideas desaparezcan.

Se anima a las mujeres maltratadas a denunciar, pero muchas mueren con la orden de alejamiento en la mano. ¿Quién es el culpable?
Son muchas las políticas -sociales, de vivienda, judiciales, policiales- que intervienen en este campo y entendemos que es posible y necesaria una mayor coordinación. Todas las administraciones competentes son conscientes de la enorme gravedad de esta realidad y poco a poco van colaborando entre ellas y afinando la eficacia de las herramientas. No obstante, se debe hacer más y mejor.

En una sociedad como la vasca, que tiene a gala defender la igualdad de hombres y mujeres, ¿los alardes de Irun y Hondarribia son dos manchas negras en el expediente?
Son manchas muy negras, eso es evidente. Que las mujeres que quieren desfilar haciendo uso del derecho de igualdad tengan que hacerlo protegidas por la Ertzaintza es una aberración y a mí me llena de vergüenza como ciudadano. Como Ararteko debo denunciar la actitud de ambos ayuntamientos por no apoyar los alardes mixtos.

La Iglesia católica auguró lo peor si se aprobaba la ley del matrimonio homosexual. Tres años y medio después, ¿qué le diría?
La jerarquía de la Iglesia católica mantiene posiciones que no son de este mundo ni del Evangelio. Espero que, con el tiempo, se den cuenta de su inmenso error y de la gran injusticia que están cometiendo porque están generando mucho sufrimiento en muchos creyentes, sobre todo en adolescentes.

'Ander', un largometraje protagonizado por un baserritarra que se enamora de un inmigrante, se proyectará en la Berlinale. ¿Es posible una historia así en la Euskadi real?
Estoy convencido de que casos de esos existen. A mí me vino un chaval de 17 años que, cuando tuvo claro que era homosexual, lo habló con sus padres y éstos le aconsejaron leer mi libro Gay nauzu . El mundo rural vasco ha avanzado muchísimo en este terreno en los últimos años.

Los inmigrantes son otro colectivo especialmente vulnerable. ¿Con la crisis se están violando más que nunca sus derechos?
Los trabajadores extranjeros que se queden en paro han estado pagando sus impuestos y la seguridad social. Por tanto, nadie tendría que tener absolutamente ninguna duda acerca del derecho que les asiste a recibir prestaciones que les garanticen una vida digna en los tiempos difíciles en los que estamos.

El problema es que muchos no tienen contrato, ni están empadronados, por lo que les es imposible acceder a ese tipo de ayudas.
Existe la realidad de los sin papeles , una expresión que es lacerante para la dignidad de las personas. Ningún inmigrante debería quedar desprotegido por estar en situación irregular porque todos tenemos que ser iguales en derechos. A través de su fuerza de trabajo o las aportaciones que haya podido realizar, ha estado contribuyendo y debería tener una compensación en el caso de que se quedase en paro.

Los conflictos con menores extranjeros saltan a los medios de comunicación un día sí y otro también.
Hay una desinformación bastante acusada que perjudica de manera notabilísima a estos chavales. El número de menores extranjeros acogidos por las administraciones vascas es del orden de 800 y el grado de conflictividad es pequeñísimo, lo que pasa es que tiene unas repercusiones enormes. Cuando hay algún conflicto en estos centros enseguida se le pone el foco.

No se puede generalizar, pero tampoco negar la evidencia.
Cuando se produce una alteración del bienestar o de la seguridad, las administraciones deben actuar para hacer frente a ese conflicto y sobre todo trabajar en el campo preventivo. En definitiva, se tienen que poner los medios necesarios para una debida atención. Nosotros entendemos que esa asistencia es mejorable y que, en la medida en que mejore, ese nivel de conflictividad, pequeño en cualquier caso, disminuirá notablemente.

Hay más de 100.000 parados en la CAV. ¿Es una utopía garantizar el derecho a un trabajo digno?
La mejora en la sociedad la mueven siempre las utopías y, por tanto, es bueno que establezcamos ese objetivo. Desgraciadamente, sobre todo en la actual coyuntura, este desiderátum no puede ser atendido, por lo que, a falta de un trabajo digno, tiene que haber las prestaciones sociales necesarias para garantizar una vida digna a toda la ciudadanía.

Ya que el pleno empleo es una quimera, se podría garantizar al menos la seguridad en el trabajo.
El pleno empleo es difícilmente alcanzable, pero sí que es realista y debe ser una exigencia para los poderes públicos que la población activa tenga asegurados los elementos que constituyen un trabajo digno. En ese sentido, deberían ser más eficaces y marcarse como objetivo la erradicación total y absoluta de las muertes y accidentes por siniestralidad laboral.

En su día se opuso a la creación de la Defensoría del Menor. ¿Sigue pensando que no sirve para nada? ¿La renuncia del primer titular, Rafael Masa, le vino a dar la razón?
La postura que se tiene ante la Defensoría del Menor no es personal. La institución que dirijo aseguró en su día, y lo mantengo, que esa figura era innecesaria porque el Ararteko ya tiene atribuidas funciones -que ejerce de manera notable y eficaz- en materia de protección de los derechos del menor.

Sus consideraciones, sin embargo, fueron desoídas y la figura tiene nuevamente nombres y apellidos.
Cuando el Parlamento ratificó el nombramiento de Jesús Gutiérrez, lo primero que hice fue pedirle una reunión para explicarle lo que estamos haciendo y coordinarnos lo mejor posible para que los recursos públicos se empleen de una manera racional. Le pediré que las actuaciones que lleve a cabo sean complementarias con las nuestras porque, sobre todo en el campo de la prevención y de la sensibilización, es mucho lo que se puede hacer.

Mantendrán, entonces, una buena relación...
Estoy convencido de que será buena. Tenemos un buen entendimiento, al menos porque hemos acordado reunirnos, y supongo que terminaremos firmando un convenio, como hice con la Defensora de la Igualdad.

No es partidario de dar pisos protegidos en propiedad a jóvenes, pero un 'mileurista' difícilmente puede hacer frente a una hipoteca.
Creo que lo más justo es crear un parque público de vivienda en régimen de alquiler y que se asegure el acceso a aquellas personas que lo necesiten durante el tiempo que lo necesiten, de manera que cuando tengan recursos para acceder al mercado, la vivienda sea alquilada a otra persona. En su día hubo reacciones no muy favorables a este planteamiento, pero el tiempo nos está dando la razón y la mayoría de los partidos están incorporando esta filosofía en sus propuestas.

También cuestionó el sistema de sorteo de las viviendas de protección.
Entendíamos que a la hora de dar una vivienda sería preferible utilizar el criterio de priorizar las necesidades, de manera que las viviendas vayan a aquellas personas que más lo necesiten. Esto supondría una modificación bastante radical del sistema vigente y de un argumento que no es inconsistente y que es que el sorteo transmite que no hay posibilidad de corrupción.

Los servicios sociales se podrán reclamar ante los tribunales. ¿Teme una lluvia de quejas porque no se pueda hacer frente a la demanda?
Espero que las administraciones competentes hayan hecho sus cuentas para poder atender las demandas existentes en la actualidad. De todas formas, no tiene por qué haber un aumento del gasto público que nutre a las prestaciones sociales.

  • "Hay gente que vive un infierno y sus cartas me parten el corazón"
Al Ararteko le escriben madres de enfermos mentales, presos sin familia ni amigos, viudas a las que no les llega la pensión... "Algunas cartas me parten el corazón porque hay personas que viven un auténtico infierno y muchas veces lo único que podemos hacer es darles información", lamenta.

¿No siente impotencia cuando una institución desoye sus apercibimientos y no la puede sancionar?
Los resultados son buenos. El año pasado entraron del orden de 1.700 quejas. En cerca de un 40% concluimos que la administración competente no había actuado debidamente y en un 90% de esos casos logramos convencerla de que pusiera remedio.

¿A qué institución le daría un tirón de orejas públicamente?
No hay ninguna a la que reiteradamente le saquemos la tarjeta roja.

¿Y una palmadita?
Tampoco se la daría a nadie. Lo que sí pediría a las instituciones es que, cuando solicitemos información, nos contesten. Son muchas las que responden al Ararteko, y no digamos ya a la ciudadanía, con el silencio. Eso es inadmisible.

¿Cuál es la queja más divertida que ha llegado a su despacho?
Desgraciadamente hay pocas. Cuando la ciudadanía acude a la institución es porque tiene un problema y algunos son realmente graves.

Pero alguna vez le habrán hecho alguna petición surrealista...
Una asociación de artistas colgó un cuadro que se llamaba Torbellino de amor en el Guggenheim. Durante el procedimiento judicial se perdió la obra y la querían recuperar. Preguntamos por el cuadro y estaba en unos depósitos. La asociación nos lo agradeció profundamente.

En seis meses cumple mandato. ¿Le gustaría repetir en el cargo?
Me produce muchos quebraderos de cabeza y un volumen de trabajo impresionante, pero vocacionalmente me siento muy identificado con la institución y, por esta razón, sí me gustaría seguir. De todos modos, será el nuevo Parlamento el que tome la decisión.

¿Cuál es el momento más duro que ha vivido como Ararteko?
Las reacciones que hubo tras el cierre de un expediente de queja que llevamos a cabo sobre una actuación del Departamento de Interior, referente a un joven absuelto de un delito de violencia callejera tras pasar casi dos años en prisión.

¿Y el más dulce?
Todos tienen que ver con el agradecimiento que muchos ciudadanos muestran a la institución.

No hay comentarios:

Publicar un comentario