- Las mujeres «somos heroínas silenciosas aunque muy ruidosas en la Transición»
- Ideal, 2009-11-06 # E.R.G. . Almería
Bajo el título 'El movimiento feminista en la Transición Democrática', Monserrat Duch ofrecía una reflexión sobre por qué ha sido «invisible» el papel de las mujeres en este proceso histórico.
De esta manera, la catalana afirma que «sin el peso de los movimientos sociales, la Transición no hubiera sido igual, porque lo que pasó no estaba escrito en ningún lado, ni estaba previsto que pasara así».
Centrada en el papel del feminismo, Duch Plana ha subrayado que la función principal de los movimientos femeninos, «no fue el buscar la seguridad, sino defender la posición de la mujer». Un grupo que iba creciendo a medida que el proceso de la Transición iba avanzando y donde la mujer denunciaba la discriminación sexista a lo largo de toda su vida.
Sin embargo, los grupos feministas sufrieron una dura división, que dio lugar a las 'Feministas de la Igualdad', que optaron luchar por sus derechos al lado de los hombres; y por otro lado, el 'Feminismo Diferenciado', las más radicales que querían actuar solas.
A pesar de esta colisión, el papel y el movimiento feminista ha ido «cobrando cada vez más fuerza a lo largo del tiempo», señala la ponente. Durante la Transición las mujeres participan de forma activa y tanto es así que, según palabras de Monserrat, sin la aportación y la lucha de las mujeres durante la redacción de la Constitución no habría tantos derechos para las féminas.
Además, el despertar de este nuevo movimiento social, no solo contribuyó a la llegada de la Democracia, sino también a la «europeización de España, tanto económica como mentalmente, donde la diferencia era abismal».
De esta manera, la especialista hace balance de las féminas de los años anteriores a la Transición quienes estaban completamente discriminadas, a las que hay después. Se da por tanto, el «nacimiento de una nueva mujer, un nuevo modelo de persona, ya que a partir de la Democracia saben que sus derechos y su opinión son posibles, se normaliza el acceso a la educación... entre otros aspectos».
Sin embargo, la profesora de la Universidad de Tarragona habla de una «paradoja cultural». Se trata de la mujer que vivía antes de la Transición, de manera discreta pero que, a su misma vez, negociaba y decidía con su marido, por ejemplo en los temas de la natalidad. «La mujer pasó de tener muchos hijos, a retrasar su edad en el paso de la maternidad, hasta llevar a España a uno de los países con los índice de natalidad más baja».
Finalmente, Monserrat ha agradecido la incorporación y el tratamiento del papel de las mujeres en esta cuarta edición del Congreso de Historia de la Transición. «Me gusta que hayan tenido en cuenta los nuevos movimientos sociales, que no se corresponden con lo que se conoce de la Transición».
En relación, a la mujer actual, la especialista destacaba una «posición fuerte, con resultados académicos altos, pero desgraciadamente, todavía las mujeres lo tienen más difícil que los hombres, tenemos que demostrar más nuestra valía y nuestra capacidad».
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