- El imán que proclamó el "Emirato Islamista" para imponer la sharia
- Su transformación refleja la decepción de muchos jóvenes palestinos de Gaza
- Público, 2009-08-17 # Eugenio García Gascón . Enviado Especial
Ejercía su profesión en Rafah y al mismo tiempo sentía una vinculación estrecha con la religión. Tal vez, en su condición de salafista, se había sentido desengañado por Hamás. La gente como él consideraron en su momento la victoria de Hamás como un señal divina para aplicar sin tapujos la sharia (ley islámica) en la franja de Gaza, pero no fue así.
Los salafistas suelen ser gente tranquila. No se meten con los demás más allá de recomendarles, de una manera pacífica, que se apeguen a la religión. Un salafista podrá acercarse a un conocido al que vea en una cafetería para amonestarlo cariñosamente e instarle a que en lugar de perder el tiempo estudie el Corán. Abdel Latif Musa era así, según las personas que lo conocieron bien antes de que muriera el pasado sábado en su domicilio de Rafah en una explosión.
"Atraía a mucha gente a la mezquita. Nosotros acudíamos a escucharlo y asistíamos a sus clases; era un hombre instruido y popular", explica Abdullah al Shimali, hermano de Muhammad, un policía y ex miliciano de Hamás abatido el sábado por los rebeldes Soldados de Alá, liderados por Abdel Latif, en la mezquita Ibn Taimiya.
"Últimamente era muy activo en Kitab wa al Sunna (El Corán y la Tradición), que es un grupo pacífico, pero empezó a cambiar de repente hace unos meses. Abdel Latif se rodeó de gente extraña. Todos nos sorprendimos, aunque nadie podía esperar que llegaría a ocurrir lo que ha sucedido", comenta Tariq sentado bajo la tienda que ha erigido la familia de Al Shimali en su memoria.
Los vecinos de Rafah se sintieron desorientados cuando vieron a Abdel Latif rodeado de jóvenes armados yihadistas, es decir gente violenta dispuesta a combatir para implantar la ley islámica a cualquier precio.
"En los últimos días varios notables le pidieron que meditara y que se moderara. La gente estaba inquieta. Pero Abdel Latif ni siquiera hizo caso a sus hermanos y continuó por el camino que se había trazado", explica Tariq.
El sábado, Abdel Latif murió, pero su transformación refleja el cambio que cientos de palestinos han experimentado en los últimos dos años, desde que Hamás tomó el poder en Gaza. Son en su mayoría jóvenes decepcionados por la moderación de Hamás.
"Nos repugna lo que ha ocurrido, porque todos son musulmanes. Cualquiera que dice No hay más dios que Alá es musulmán. Lo son los Soldados de Alá y la Policía de Hamás", dice Jaled, quien el viernes escuchaba el sermón de Abdel Latif en la mezquita cuando se inició el tiroteo que costó la vida a 24 personas.
"Al principio, cuando Abdel Latif declaró el Emirato Islamista, en el sermón, nadie le concedió mucha importancia. Yo pensé que lo que quería era negociar con [el primer ministro de Hamás, Ismail] Hanniya. Eso fue en la oración del mediodía. Luego, en la oración de la tarde, la Policía de Hamás rodeó la mezquita. Fue horrible", se lamenta Jaled.
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