- Primer fiscal europeo contra homofobia pide seguir rastro de bandas antigais
- ABC, 2009-07-17 # EFE . Barcelona
Así lo reclama Aguilar en la Memoria de la Fiscalía Superior de Cataluña del 2008, a la que tenido acceso Efe y que por primera vez incluye un apartado dedicado a los delitos vinculados por la orientación sexual, tras la creación en el año 2007 de la figura del Fiscal Interlocutor contra la Homofobia.
El sistema informático de la administración de justicia no permite diferenciar los delitos homófobos, por lo que Aguilar admite que en la Memoria ha tenido que cruzar "artesanalmente" los datos referentes a Cataluña, a raíz de los atestados que los Mossos d'Esquadra le remiten desde julio de 2008, cuando esta policía estrenó el primer protocolo español para víctimas de homofobia.
Según esa estadística, entre julio y diciembre de 2008 se produjeron 35 actos homófobos en Cataluña -excluyendo la provincia de Tarragona, donde los Mossos no estaban desplegados-, la mayoría concentrados en las zonas de mayor presencia del colectivo: la comarca barcelonesa de Garraf (11) y los distritos Eixample y Ciutat Vella de Barcelona.
De entre los delitos meramente discriminatorios, el 22% lo constituían lesiones a gais, lesbianas o transexuales, aunque también injurias, amenazas o denegación de prestaciones o servicios a personas por haber mostrado en público su orientación sexual.
El resto de la estadística lo componen los delitos llamados "mixtos", en los que el factor discriminatorio convive con el ánimo de lucro: un 28% son robos con intimidación en zonas de "cruising" o de contactos sexuales entre gais -frecuentes en Sitges-, aunque también abundan los casos de homosexuales que son desvalijados por ladrones que simulan querer ligárselos.
La mayoría de actos homófobos contabilizados en el 2008 son individuales, pero Aguilar ha confesado a Efe tener la sensación de que si se hubiera escarbado en ellos "se habría encontrado algo más", porque a menudo tras esos delitos se esconden bandas organizadas que predican el odio a los homosexuales.
Por ese motivo, el fiscal, pese a admitir que el trabajo de los Mossos ha mejorado desde la firma del protocolo, pide a la policía que "profundice" en ese tipo de delitos para averiguar si su autor está vinculado a un grupo organizado.
Para ello, considera importante la inspección ocular del escenario delictivo -el análisis, por ejemplo, de pintadas o grafitis homófobos- y la definición del perfil de los autores, lo que pasa por analizar su estética, su ropa y hasta sus tatuajes.
Según Miguel Ángel Aguilar, la música e Internet son los dos principales medios que las bandas emplean para difundir su doctrina, por lo que llama a los poderes públicos a "arremangarse" para combatirlas y reclama unidades policiales especializadas en perseguir los actos discriminatorios en la red.
En lo que respecta a la música, el fiscal apela a la coordinación entre administraciones para actuar desde otros ámbitos, no sólo el penal, por ejemplo, impidiendo recitales homófobos con un control estricto de la licencia de actividad del local.
En sus conclusiones, el fiscal reclama modificar el Código Penal para dar respuesta a las nuevas realidades sociales, de manera que se incorpore como delito la incitación del odio a los transexuales y la aporofobia (aversión a los pobres e indigentes) y que se persiga con más eficacia la discriminación en el ámbito laboral.
Otra de las exigencias de Aguilar es mejorar la formación de jueces, fiscales y otros profesionales de la justicia en materia de igualdad, para evitar que se acaben minimizando penalmente comportamientos homófobos, así como de la policía y del personal de seguridad privada, colectivo en el que se han detectado algunas actitudes discriminatorias.
Para Miguel Ángel Aguilar, la lucha contra la discriminación es especialmente importante en época de crisis, dado que en esas situaciones "la doctrina del odio se siembra muy fácilmente".
Otras autonomías, como Canarias, Madrid y Valencia, están estudiando crear una fiscalía especializada en homofobia, ámbito en el que Cataluña ha sido pionera pese a que, según Aguilar, esta comunidad seguramente tendría los mejores resultados del estado por su "clima social de tolerancia y respeto".
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