- Consideran que ocultar casos de pederastia en Iglesia los maximiza
- Notimex, 2009-05-26 # Jacqueline Ramos
El doctor en sociología por la Universidad de Fordham, Estados Unidos, indicó que los hechos en la Unión Americana, Inglaterra, Irlanda y Argentina comprueban que cuando se conocen los detalles de los abusos los efectos son más graves tanto para la Iglesia como para las autoridades civiles.
El también autor de "En el nombre de Dios. Religión y democracia en México", expuso que este fenómeno deja ver muchos de los errores que instituciones importantes -Iglesia, gobiernos y familias- comenten cuando se trata de asumir la responsabilidad de educar a los niños.
En entrevista con Notimex, comentó que en el caso de México, hechos de este tipo no han involucrado necesariamente a la Iglesia Católica, sino a instituciones como Casitas del Sur, donde si bien no se conoce de pederastia hasta el momento, sí se han documentado abusos psicológicos.
"No hay claridad hasta ahora si se cometieron otro tipo de abusos, pero sí se sabe que se abusó mental y psicológicamente de ellos", añadió el especialista Soriano Núñez.
Consideró que existe un problema serio en la Iglesia por la manera en que se han manejado estos temas, pues en el caso de Irlanda y Argentina, a diferencia de Estado Unidos e Inglaterra, la católica es la religión oficial, lo que significa que está protegida por las leyes y el Estado.
En el caso de Irlanda, añadió Soriano Núñez, el escándalo involucra reformatorios e instituciones penitenciarias, pensadas para menores de edad que delinquen.
Precisó que primero se pensó que la manera de reeducar a los menores infractores y reinsertarlos era entregándoselos al clero; sin embargo, la realidad demostró que lejos de favorecerlos se abusó de ellos, lo que afectó a los menores, tanto como al Estado y, sobre todo, a la Iglesia.
En Inglaterra se da un problema más parecido a Estados Unidos, pues por una parte, las estructuras de la Iglesia, cuando se enteran que existe un problema de este tipo, optan por guardar silencio, resolverlo "en corto" y evitar el escándalo.
Pero, igual que en Estados Unidos, involucran a instituciones de gobierno que optan por "hacerse de la vista gorda" y no investigar a fondo para evitar el escándalo.
De lo que se dieron cuenta en estos casos, planteó Soriano Núñez, es que al final del día nada puede quedarse en el silencio durante tanto tiempo y no sólo no se puede acallar, sino que esos intentos lo hacen más grave.
Opinó que en el caso de Irlanda la Iglesia tiene que entender que su papel no está en actuar como administradora de cárceles, reformatorios ni nada que se le parezca.
Incluso, observó, cuando actúa al frente de instituciones para huérfanos o niños de la calle, como en Argentina, es necesario un ejercicio constante de la autocrítica y la vigilancia de su propio desempeño para evitar cometer abusos contra esos menores.
Soriano Núñez argumentó que, a diferencia de la Unión Americana, Inglaterra o Irlanda, donde fueron varios sacerdotes y obispos los involucrados en hechos de ese tipo, en el caso de México sólo se ha documentado el caso del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel.
"Es un caso muy marginal. Lo que lo hace tan escandaloso es que involucra a una de las órdenes que más le gustaba jugar con la idea de ser muy estrictos, leales y extremadamente observantes de las disposiciones de la Iglesia", explicó.
Detalló que la primera causa de escándalo que se observa en este caso es el hecho de que supuestamente se da una prédica muy severa cuando, en realidad, había una serie de abusos.
La segunda fuente de escándalo en este caso, externó, es que los Legionarios de Cristo han hecho del apostolado con los más ricos en México uno de sus "caballitos de batalla".
"Eso es particularmente dramático en el caso del país porque en los últimos 30 años nos hemos convertido en una sociedad tremendamente injusta, con uno de los niveles de concentración del ingreso más abusivo de América Latina", sostuvo el experto.
Refirió que Maciel y los Legionarios de Cristo se vieron como una especie de evangelizadores de esta élite económica y financiera de México y tenían acceso a las esferas del poder político y económico en México.
Sin embargo, puntualizó, se observaron, al menos en la conducta privada de Maciel, las mismas notas que se podían ver en sacerdotes comunes y corrientes de Estados Unidos.
Comento que aunque los casos en otros países involucran a un número grande de personas, y no así en México, lo cierto es que el problema es el mismo: la estrategia de tratar de ocultar los abusos es contraproducente y no se le puede poner precio o valor a la dignidad del ser humano.
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