- Bizkaia registró al menos una veintena de casos de violencia en parejas de gays y lesbianas
- Ponen al servicio de este colectivo recursos para detectar y denunciar estos casos de acoso dentro de la pareja.
- Deia, 2009-01-21 # Aitziber Atxutegi
Según explicó el director de Igualdad de la Diputación, Iñigo Iturrate, el objetivo de esta campaña no es otro que el de sacar a la luz la violencia en las relaciones entre personas del mismo sexo, una realidad que, aunque "cuantitativamente muy inferior a la de la violencia machista", refleja datos "significativos, que dan cuenta de una realidad más amplia de lo que pensamos".
De hecho, el centro Aldarte atendió durante el pasado año una veintena de casos de violencia entre parejas homosexuales, en uno de los cuales incluso se llegó a celebrar un juicio. En el último trimestre de 2008, además, el trabajo del asesoramiento jurídico de la asociación se incremento un 80%. "Es una realidad muy difícil de cuantificar porque apenas se ha estudiado. Sólo contamos con los datos que manejamos nosotros en Aldarte", afirmó su directora, Inmaculada Mujika.
Precisamente para luchar contra esa invisibilidad que rodea este tipo de violencia se ha puesto en marcha esta campaña. "Se habla poquísimo de ella y muchas veces es difícilmente reconocible incluso por sus propias víctimas", advirtió Mujika.
Entre las razones que explican esta invisibilidad, la directora de Aldarte citó la propia clandestinidad en la que en ocasiones se viven las relaciones de pareja gays y lesbianas, la falta de conciencia o las dificultades para interponer una denuncia. "Quien vive de forma secreta su homosexualidad o lesbianismo difícilmente va a denunciar una situación de maltrato", advirtió.
falsos mitos Mujika señaló que aún perduran una serie de mitos que hacen que se "idealicen" las relaciones que establecen entre sí los gays y lesbianas. "Del estilo de que es imposible que entre gays y lesbianas se dé un caso de violencia porque son del mismo sexo y existe una total igualdad, que es imposible que una mujer ejerza de maltratadora sobre otra mujer porque son tradicionalmente subordinadas y sumisas, y menos que un hombre sea víctima de maltrato ante otro hombre. Se tiende a pensar que en una pareja de gays no existen situaciones de violencia sino agresiones mutuas; no se concibe un hombre sobre el que ejerzan un control y dominio. Hay una gran falta de conciencia", criticó Mujika.
Una invisibilidad que también se da entre el propio colectivo de gays y lesbianas. "Muchas veces incluso dentro del propio colectivo se tiende a subestimar o no dar importancia a estas situaciones, con frases del estilo 'no será para tanto' o 'estás exagerando", aseguró.
Y, en el fondo, las razones que se esconden detrás de esta violencia no son muy diferentes a las que se dan en la violencia entre hombres y mujeres. "En las relaciones que establecen gays y lesbianas también se dan actitudes o roles de control, sumisión, celos... No son tan diferentes de las que se dan en parejas de hombres y mujeres", explicó la directora de Aldarte. Sin embargo, también existen algunas especificidades, como las amenazas de hacer pública la condición sexual de la víctima. "Hay muchas personas que no se atreven a reconocer públicamente su orientación y esta cuestión puede convertirse en un elemento más para ejercer el control. El temor constante de la víctima a verse descubierta se convierte en una espada de Damocles que la paraliza totalmente".
Dentro de esta campaña se van a repartir 1.000 desplegables con un test para detectar situaciones de maltrato, otros tantos folletos dirigidos a agentes sociales, y carteles que se enviarán a organismos y entidades. También se habilitado un espacio web en www.aldarte.org/rinconsinviolencia
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