- Los directivos imputados por injurias homófobas niegan que fueran despectivos
- El País, 2009-11-10 # Barcelona
La querella de los ex empleados de Gartner K.G. se basa en un correo que su jefe de Barcelona envió a su superior de Austria en el que, tras reconocer que había leído sus mensajes electrónicos privados, los calificaba de "enfermos" e instaba a despedirlos de la empresa "cueste lo que cueste". En su declaración, a la que ha tenido acceso Efe, el imputado Herbert S., el superior jerárquico del directivo de Barcelona, se ha negado a contestar a las preguntas del abogado de los homosexuales y se ha limitado a reconocer que recibió el correo que se refería a los empleados gays.
Por su parte, el directivo que envió el mensaje, Christian P., ha explicado que en el texto no planteó en ningún momento que la homosexualidad fuera un problema, sino que con el término "enfermos" se refería a la "situación general de la oficina", donde había problemas desde tres años atrás. Según su versión ante la juez, al entrecomillar esa palabra quiso dar a entender que la situación en la oficina parecía una obra de teatro en la que los empleados utilizaban "diferentes estrategias, aparentando hipocondría o paranoia", lo que le recordaba a la pieza de Molière El enfermo imaginario.
En su declaración, a la que no ha asistido la Fiscalía, el imputado ha entregado otra traducción jurada del texto del correo electrónico con la que pretende demostrar que no quiso injuriar a los empleados, pese a referirse explícitamente a su homosexualidad, y que no fisgoneó en los mensajes que éstos se intercambiaban por ordenador. De acuerdo con su relato de los hechos, los mensajes que los dos empleados gays se enviaron, y por los que se enteró de su homosexualidad, los leyó casualmente mientras buscaba los datos de un proveedor en el ordenador de uno de ellos.
Finalmente, el imputado ha asegurado que habló a su superior de la orientación sexual de los trabajadores para que se hiciera una idea del "contexto" de la empresa y de los motivos por los que estos dos empleados habían trabado una "especial amistad, provocando mal ambiente con el resto". Según el abogado de los querellantes, David Aineto, los dos homosexuales ya no trabajan en la multinacional, porque uno fue despedido por una falta grave y de puntualidad y el otro pidió la rescisión del contrato tras un tiempo de baja médica.
Por su parte, la defensa de los directivos ha emitido un comunicado a los medios en la que mantiene que la querella "carece de fundamento y relevancia penal" y que en este caso "no tuvo lugar ni las injurias por razón de orientación sexual ni el descubrimiento y revelación de secretos que los querellantes han denunciado".
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