- Rouco habla de una alianza de poderosos contra la vida
- El PP acompaña a la Iglesia en sus críticas a la Ley del Aborto
- Público, 2009-11-10 # Jesús Bastante . Madrid
Rouco, acompañado por el alcalde Alberto Ruiz Gallardón y la presidenta regional, Esperanza Aguirre, repitió que "todo ser humano, desde el momento de su concepción hasta su muerte, es sujeto de una dignidad inviolable", que no resulta asegurada, en su opinión, en "las sociedades laicistas contemporáneas", abocadas al "silencio de Dios".
Mientras, en Murcia, el ex presidente del Gobierno José María Aznar acompañó al cardenal Cañizares, actual prefecto de la Congregación vaticana para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Durante la inauguración del curso en la Universidad Católica de Murcia (Ucam, propiedad de los kikos), Aznar denunció los "errores más graves de la nueva Ley del Aborto" que impulsa el Ejecutivo. Pretende "alentar la soledad de los menores cuando más necesitan la compañía de sus padres", dijo.
El presidente de FAES insistió en que "pretender la existencia de un derecho al aborto constituye una mayúscula agresión a la dignidad de las personas y a su derecho a la vida". Aznar concluyó que "cuando el poder hace de la infancia su instrumento, cuando asume como principio que es preferible que las instituciones se equivoquen contra la vida y no a favor de la vida [...], es que ha renegado de la ética, ha elegido la mala política y ha perdido su lugar en una sociedad de ciudadanos libres a cuyo servicio debiera estar".
Sí a los anglicanos casados
Por otra parte, el Vaticano hizo pública ayer la constitución apostólica Anglicanorum Coetibus, que dará carta de naturaleza a la "vuelta a Roma" de un buen número de anglicanos, entre ellos varios centenares de sacerdotes casados, que serán admitidos como tales por la Santa Sede. Además, crea una "estructura canónica específica" para los anglocatólicos, que contarán con normas propias y ciertos privilegios respecto a los católicos tradicionales.
La principal novedad del documento es que la Iglesia católica no admite a los "curas de ida y vuelta". Esto es: aquellos sacerdotes católicos que se convirtieron al anglicanismo y ahora desean regresar a Roma. Tampoco, a los que estén "en situaciones matrimoniales irregulares". El documento subraya que el celibato de los sacerdotes deberá ser respetado y la conversión de los sacerdotes anglicanos casados será examinada "caso por caso". Ello "no implica de manera alguna un cambio en la disciplina de la Iglesia sobre el celibato sacerdotal", incide.
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