- Laicismo militante
- Noticias de Gipuzkoa, 2009-08-20 # Javier Sagastagoitia
En breve, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, retirará los crucifijos y otros símbolos religiosos de los colegios, institutos, hospitales y espacios públicos. Siendo consecuentes, tendremos que hacer un nuevo calendario ya que los años se van contando desde la vida y muerte de Jesucristo. Tendremos que inventar otro motivo para las fiestas de todos nuestros pueblos ya que, casi todas, se refieren a un santo patronal. Tendrán que cambiar nuestros nombres, dado su origen cristiano. Habrá que idear una nueva ikurriña ya que su fundador quiso dejar en ella la huella de la cruz cristiana. El mismo amarillo de la bandera española es de inspiración vaticana. ¿Lo sabían? A mí me parecen todas estas prisas una cortina de humo del Gobierno. El crucifijo no es responsable del paro ni del sida ni de los muertos en carretera, por poner algunos ejemplos.
Por el otro lado, está la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos que protestan por la retirada de los símbolos cristianos ya que sería "inconstitucional". A mi entender, no merece la pena esta batalla. Yo les recordaría la frase de Cristo cuando le hablaron de la destrucción del Templo: "Días vendrán en que adoraréis al Padre en espíritu y en verdad". Esos tiempos han llegado y el tipo de lucha tiene que tener otro signo. Dios no está encarnado en una imagen de mármol o de madera. La causa de Dios es la causa del hombre. "Tuve hambre y me disteis de comer". "Tuve sed y me disteis de beber" "Estuve enfermo y me visitasteis…" Es la Ley suprema del Evangelio. Por ahí tenemos que plantear la educación cristiana de nuestros hijos.
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