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- El Correo, 2009-02-21
Entre otras irregularidades, el documento cita varios viajes a Estados Unidos con cargo a la Fundación Balenciaga realizados por Camio y el arquitecto cubano Julián Argilagos. La querella también cita otro viaje que Camio hizo a París «con el único propósito de permanecer junto a Argilagos poco antes de la marcha de éste a Estados Unidos», con «el fin de despedirse» de él y en el que se gastó 655 euros a cuenta de la Fundación, «pese a que se trató de un desplazamiento que no tenía más fin que el disfrute particular».
El documento detalla varios abonos realizados por Camio en un taller de Zarautz como pago de diez reparaciones de su vehículo particular, un Audi A3, contra los fondos de la Fundación por un importe total de 4.760 euros, a los que hay que añadir otros 1.396 euros que cargó «ilícitamente» a la Fundación en repostajes de combustible para su coche, a pesar de que ya percibía diversas cantidades «en concepto de dietas y gastos de kilometraje».
La querella dedica un apartado a un contrato que Camio cerró con la empresa Cabeza de Lobo, por el que Berroeta Aldamar pagó 60.000 euros y que se vio obligado a suscribir debido a «las irregularidades que presentaban los proyectos de interiorismo elaborados» previamente por Argilagos y Paciel.
Revela también que formalizó un contrato de prestación de asistencia por un importe de 17.400 euros con una empresa de la ex esposa de Argilagos, «sin dar cuenta a los órganos rectores de la Fundación». Otra de las irregularidades es la falsificación de un contrato que permitió que el 1 de diciembre de 2006 diversas prendas de la colección Balenciaga fueran trasladadas a Miami, con un gasto de 19.365 euros, de los que sólo abonaron 8.613 gracias a que la sociedad Berroeta Aldamar se dio cuenta «a tiempo de la operación».
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