2009/11/08

> Iritzia: Fernando Franco > UNA LESBIGAYTRANSFOBIA CON MUSICA REGGAE

  • Una lesbigaytransfobia con música reggae
  • Faro de Vigo, 2009-11-08 # Fernando Franco
Cierto que, como nos enseñó Plinio el Viejo, muchas cosas se reputan imposibles antes de haberse realizado pero jamás hubiera creído que podría ver antes de entregar mi cuerpo al Walhala algo tan inconcebible: la policía protegiendo a un rastafari del acoso de gays, lesbianas y adheridos Eso le ocurrió en Santiago hace unos días a Sizzla Kalonji, rey del reggae que dio un concierto en la sala Capitol en el que, al revés de lo habitual, los maderos montaron un cordón de seguridad para que no se alterara un espectáculo sobre cuya audiencia flotaba ese humo cannábico tan propio del género musical jamaicano que lidera el aclamado cantante. No voy a ocultar que me encantan esas paradojas propias de nuestras democracias liberales, ufanas de no relegar a unos ciudadanos frente a otros por razones de sexo, raza o cultura, por entender que todas las personas tienen igual dignidad. Y es que los seguidores del reggae de Marley o Kalonji no están acostumbrados a que los proteja la gendarmería sino a evitarla y los gays no suelen perseguir o intentar silenciar sino, si acaso, ser perseguidos o silenciados, salvo el ala rosajazmín que chismorrea en los programas telecardíacos, que habla por los codos. Pero había una disyuntiva básica en la que mediaban las fuerzas del orden en Santiago: separar a quienes querían suspender el concierto porque acusan a Sizzla de lesbigaytransfobia (¡uf!) por unas letras de sus canciones, de quienes dicen que eso hoy es una falacia y quieren escucharle.

Desde luego, el jamaicano se pasó con los tintes homófobos brutales de alguno de sus textos, pero quienes lo contratan por Europa y España este año no se cansan de decir que, a raíz de las críticas que suscitó en su anterior gira, suscribió en 2007 la Reggae Compassionate Act, un documento en el que se comprometió a rechazar la homofobia y el sexismo. Menos mal que a los de Siniestro Total, cuyo líder tengo como vecino en esta página, no les organizaron una revuelta por su tema "Mata hippies en las Cíes", quizás porque ya no queda ninguno con dientes, ni a los mexicanos Molotof cuando cantaban "Matarile al maricón", que era lo mismo que pedía el jamaicano pero en versión tequila. A Sizzla, está claro, no le gustan los gays porque eso forma parte de la cultura oficial de su atrasado país, que los reprime y encarcela. Será un lesbigaytransfóbico pero no un imbécil insensible a todo. Bueno sería no caer en simplificaciones demonizadoras con esa pegajosa pátina de moralina que en estos tiempos de lo babosa y políticamente correcto permite a algunos sentirse en el grupo de los buenos gritando eslóganes vacíos y usando una cháchara edulcorada y empalagosa, una moralidad superficial y falsa. Hay gays y heteros muy respetuosos con la libre opción sexual y que al tiempo son unos mentecatos que no mojan un dedo por los demás en contraste con Sizzla, que no sé si fumará petas pero da igual porque asume la bandera de la lucha contra la esclavitud, la opresión occidental y esencialmente, de la búsqueda de oportunidades de trabajo a los jóvenes de su entorno. O eso dicen sus mentores.

Las Maribolleiras Precarias de A Coruña, sus equivalentes del PS de G-PSOE y sus homólogo/as de Andalucía, País Vasco o Cataluña, por donde ha hecho esta reciente gira, no le creen ni parecen otorgarle el derecho a la enmienda a pesar de que nadie le ha oído otra vez esos temas. Digamos que le condenan a ser un proscrito para siempre. Los promotores, por su parte, están que trinan porque la campaña ha disminuído las audiencias previstas en la gira y dicen que no está el tiempo para quitar el pan a los trabajadores de la música, que los "aquí convocantes" mienten como bellaco/as, que carecen de la comprensión y tolerancia que pedían para ello/as no hace mucho, que quieren capitalizar de modo oportunista una polémica ante la falta de temas que les permitan decir que están vivos y que hay mucho Torquemada vestido de Gucci. A algún periódico gallego le sirvió para que fuera la noticia más leída durante varios días en su página web, hasta que cayó ante la superior atracción de un octogenario que mantenia relaciones afectivas con una oveja, que es al fin y al cabo el tipo de noticias preferentes para los lectores de Internet. Y Santiago se llenó de enviados de periódicos que buscaban algo de sangre gay o reggae que llevar a primera. Quién le diría a los reggaes, que quieren sólo amor, y hierba, que la policía iba a protegerlos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario