- Catorce años de prisión por obligar a varias inmigrantes a prostituirse
- El acusado, un rumano residente en Avilés, engañaba a las mujeres en su país prometiéndoles un trabajo en hostelería
- La Nueva España, 2009-07-14 # R. García
El imputado siempre seguía el mismo modus operandi con sus víctimas. Primero engañaba a las jóvenes en su país. Les aseguraba que si venían a España él les buscaría un trabajo en el mundo de la hostelería. Una vez que aterrizaban en Madrid, las trasladaba a Asturias y, ya en el Principado, les quitaba todos los documentos de identidad y las obligaba entonces a ejercer la prostitución y a darle todo el dinero que sacaran después de vender su cuerpo.
Según se recoge en la sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico, el rumano maltrataba físicamente a las jóvenes explotadas sexualmente en caso de que no cumplieran lo que él consideraba como su «parte del trato». Les exigía que se prostituyeran para ganar, al menos, 400 euros cada noche. Su estrategia era la de infundirles temor. Una de las víctimas llegó a declarar en el juicio que: «Al final tuvo que subir y acostarse con los clientes porque en el país no tenía a nadie y siempre la estaban esperando en los alrededores del club».
Las chicas vivían juntas en un piso gijonés situado en la avenida de la Costa, del que no les dejaban salir, y trabajaban en varios locales de alterne de la ciudad, alguno de ellos ampliamente conocido en la ciudad. La defensa ha anunciado ya su intención de recurrir.
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