- «Ni gays, ni negros ni comunistas»
- ABC, 2009-06-17 # M.J. Alvarez • Madrid
El supuesto cabecilla negó que dicha sección ultraderechista fuese una organización «porque no lo somos». Aseguró «ni ser el jefe ni pertenecer al grupo. Es una actitud juvenil como ser red-skin o sharp». Sin embargo, sí admitió que esa panda de colegas se regía por los principios de «familia, trabajo, honor y fidelidad» y no admitía el acceso «a negros, gays y, menos aún, a los comunistas», como le recordó el fiscal, según declaró durante la instrucción.
Filosofía y principios
Entonces, reconoció ser Hammerskin, extremo que también le mencionó. «Chape» atribuyó sus palabras a los nervios, si bien no pudo evitar contradecirse. «Nosotros no hemos tenido nunca tesorero... No hay jefes». Todo ello llevó a la juez, Luisa Arribas, a pedirle que «aclarase su pertenencia».
Además, sus conocimientos sobre los Hammerskin, por ejemplo, el emblema con dos martillos cruzados; los mítines internacionales que celebraban, que «Chape» llama «fiestas»; las pruebas por las que debían pasar los miembros si querían ascender y su filosofía, llevó al fiscal a interpelarle: «¿Cómo conoce tantos detalles si no forma parte del grupo?» Por mi trabajo. Soy tatuador y conozco a muchos skins-head y hammerskin. Algunos, como admitió, le pagaron con una bandera con la esvástica. Su profesión le sirvió para justificar sus viajes a EE.UU, Italia y Alemania, así como el alojamiento que facilitaba a supuestos miembros internacionales de la red.
En el registro de su piso hallaron la «Constitución de los Hammerskin-España», que recoge fines, códigos y estructura, «un panfletillo», replicó «»Chape» que me dieron en un concierto en USA y que mi mujer tradujo al castellano».
Justificó, como los cinco acusados que declararon en la mañana de ayer, la abundante documentación de temática nazi y las armas que poseían por su «afición a la II Guerra Mundial y al coleccionismo». En cuanto a las banderas, «en mi casa siempre hubo. Mi familia era del bando nacional». Negó que los conciertos nazis sirvieran para financiar al grupo y que el contenido de las letras fuese violento, en contra del informe del fiscal. Hoy declarará Antonio Salas, el autor del «Diario de un skin».
- «Creía que Hammerskin era una marca de ropa»
- Las camisetas y cazadoras con cruces gamadas o con el emblema de los Hammerskin las compraba «porque me llamaban la atención». Eso declaró Francisco Javier A. alias «Fichi». «Hasta mi detención pensaba que era una marca de ropa». Acudía, a La Bodega de Alcalá de Henares, sede del grupo. «Un bar normal», pese a que por dentrotenía un cartel que rezaba: «White only».
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