- Condenan a doce meses de prisión al ciclista que se pasea desnudo por San Sebastián
- La juez le considera autor de los delitos de exhibicionismo y desobediencia. La defensa del acusado anuncia que recurrirá el fallo ante la Audiencia
- El Diario Vasco, 2009-06-27 # J.P. • San Sebastián
Los hechos ahora sentenciados ocurrieron el domingo 30 de mayo, sobre las dos y media de la tarde, cuando el acusado, Jean Pierre D., natural de Francia y a quien a este lado de la frontera se le conoce como Irwin, circulaba en una bicicleta totalmente desnudo por la plaza de La Brecha, que en aquellos instantes se hallada repleta de personas debido a la celebración de una feria de artesanía.
Dos policías
Dos agentes de la Guardia Municipal que realizaban un servicio de patrulla a pie se percataron de la presencia del hombre desnudo y, tras acercarse a él, le requirieron para que se vistiera.
El acusado bajó de su vehículo y no sólo no accedió a las demandas de los policías, sino que delante de las personas presentes en el lugar, entre ellas varios menores de edad y un grupo de minusválidos psíquicos, comenzó a discutir con los agentes.
El incidente dio lugar a un altercado. La gente se fue agrupando y comenzó a expresar en voz alta su opinión. Algunas de las personas presentes llegaron incluso a proferir insultos contra el acusado.
Jean Pierre D. aprovechó el tumulto que se originó y el hecho de que estaba siendo fotografiado para, mediante la adopción de distintas posturas y poses, mostrar su cuerpo desnudo. El acusado empezó a realzar sus nalgas y los órganos genitales con el pleno conocimiento de que estaba siendo observado por menores y personas discapacitadas psíquicas, según la sentencia.
En esta tesitura, los agentes reiteraron al acusado para que se vistiera pero éste, «con un evidente ánimo de menospreciar al principio de autoridad que representaban los citados agentes en el legítimo ejercicio de sus funciones», se negó a vestirse.
Ante esta actitud, los guardias municipales detuvieron al acusado y lo trasladaron a las dependencias de la Guardia Municipal, donde «también con un total desprecio a los requerimientos de los agentes», continuó en su negativa a vestirse.
En la sentencia, la magistrada recuerda que el delito de exhibicionismo no precisa que el sujeto activo lleve a cabo actos sexuales sobre su propio cuerpo, sino que es suficiente la acción de mostrar a otros los órganos genitales, aunque no vaya acompañado de gestos lascivos. «Se consuma tan pronto como se realiza la conducta típica», se indica en la sentencia.
Actitud chulesca
Respecto al delito de desobediencia, la sentencia subraya que pese a los requerimientos que los guardias le realizaron para que se vistiera, el acusado adoptó una actitud «chulesca» que, en opinión de la magistrada, «evidencia un claro ánimo de menospreciar el principio de autoridad que en dicho momento representaban los agentes». Añade en este sentido que es la «contumaz y recalcitrante negativa al cumplimiento del legítimo requerimiento que reiteradamente le efectuaron los agentes de la autoridad» lo que convierte la desobediencia en grave y constitutiva de un delito.
Además de los doce meses de prisión el acusado deberá pagar las costas del proceso.
La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante la Audiencia. La defensa del inculpado adelantó ayer su intención de apelar el fallo e incluso expresó su esperanza en que el tribunal absuelva al inculpado.
El acusado se enfrentará el próximo mes a otro juicio por un presunto delito de exhibicionismo.
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