2009/05/29

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  • «Los jóvenes homosexuales siguen sintiendo desazón y sufrimiento»
  • El Diario Vasco, 2009-05-29 # Cristina Turrau • San Sebastián
La traducción de Gay nauzu ha tardado diez años en salir al mercado. «Hace cuatro años me lo planteó la editorial», explica Lamarca. «Yo ya era Ararteko y tenía mucho trabajo. Pero en la introducción del libro me pregunto si no habría además alguna resistencia para demorar el momento». ¿La había? «Supongo que está relacionada con publicar extractos de un diario personal. Cuando me planteé escribir el libro en euskera, la decisión fue costosa. Había guardado el diario en celosa intimidad. Y, quizás, en el subconsciente los planteamientos originales volvieron a surgir en esta nueva ocasión».

Es un libro autobiográfico y con reflexiones. «Buscaba que la sociedad entera conociera las condiciones negativas y hostiles hacia la homosexualidad en los años 70 y los efectos que ello tuvo en mí. Y aunque en estos 35 años se han producido avances formidables y España es un país en vanguardia en el mundo respecto al reconocimiento de derechos de igualdad para las personas homosexuales, en el plano social estamos a mitad de recorrido».

Pide un contexto social neutral y dejar de vincular normalidad con heterosexualidad. A él le faltaron referentes. «Todas las representación del amor, las históricas, las familiares, los libros, los cuentos... todos los ámbitos del orden social eran de naturaleza heterosexual».

Discute la prevalencia moral de la heterosexualidad. «El pensamiento social alimenta esta idea. No se condena la homosexualidad pero, en un planteamiento un tanto ambiguo, sigue considerándose algo malo, no deseable y problemático. Eso al adolescente, que tiene pocos recursos y alta vulnerabilidad, le sigue produciendo dolor, desazón, sufrimiento e inseguridad».

El libro, ¿un espejo en el que se mirarán los jóvenes? «La enseñanza de mi propia trayectoria es la defensa radical de la dignidad de la persona humana. En ello debe estar basado el orden social. Y es algo que compete a cada cual. Hay que respetarse a sí mismo y hacerse respetar. No es fácil, pero es un activo valiosísimo».

Ser gay y compartirlo
El Ararteko, Iñigo Lamarca, publica 'Diario de un adolescente gay', una guía con la que pretende que «ningún joven de orientación homosexual se sienta solo»

Ayudar a los adolescentes y jóvenes de orientación homosexual a mitigar su sufrimiento. Y cambiar las causas que provocan desazón y angustia. Estos han sido los objetivos de Iñigo Lamarca, Ararteko desde hace casi cinco años y uno de los fundadores de Gehitu, en su libro Diario de un adolescente gay (Editorial Alberdania). Es la versión en castellano de Gai nauzu, que salió en 1999. Estos son algunos fragmentos de la obra.

Un niño normal. «Fui un niño normal. En mi infancia no hubo ninguna circunstancia negativa reseñable. Mi padre y mi madre eran normales, se querían mucho y me criaron y me educaron con mucho amor y entrega y conforme a sólidos principios éticos».

Las chicas. «Tenía incrustada en la cabeza la idea de que, siendo chico, me tenían que gustar las chicas (...) Esa idea se apoderó completamente de mí, sin permitir ninguna duda».

Naturaleza bisexual. «Podemos decir que la naturaleza humana es bisexual y, hasta que las normas sociales 'educan' la sexualidad, son numerosas las personas que durante la pubertad sienten impulsos sexuales de signo diverso y dirigidos hacia los dos sexos».

Jugar con el otro sexo. «Sostengo que jugar con niños del otro sexo o hacerlo en juegos atribuidos al otro género no influye en la orientación sexual (...) Hay homosexuales que en la infancia han cumplido a carta cabal con todos los tópicos asignados a la identidad heterosexual».

Sexualidad compleja. «La sexualidad humana es compleja y diversa. Todos y cada uno de los hombres y mujeres poseemos una sexualidad que casi siempre tiene algún elemento singular y diferenciado».

Complejo de Edipo. «Se dice que la homosexualidad -la del hombre, porque la de la mujer rara vez se analiza 'científicamente'- es consecuencia del complejo de Edipo no superado. Si así fuera, el hombre heterosexual se habría casi extinguido en Euskadi».

El culturista. «Un compañero de clase me facilitó un calendario, robado a su padre, en el que se veía a una mujer desnuda de grandes pechos. (...) Cuando me encerraba en el baño para masturbarme, el instinto me inducía a llevar en el bolsillo, además del referido calendario, la imagen del protagonista de un anuncio de culturismo que había recortado de una revista y, ay, puestos a elegir, siempre solía preferir el culturista».

Extraterrestre. «Yo no concebía la doblez ni la hipocresía y creía en la autenticidad de lo que veía. Supe más tarde que bajo el manto de la hipocresía social y personal se cobijaban muchas dobles vidas. Llevado por la apariencia de las cosas, pensaba que a mi alrededor nadie era 'como yo', Adquirí el síndrome del extraterrestre».

Desamor. «Con Iñaki sufrí poco el desamor. Había madurado mucho y estaba mentalmente preparado para asumir y gestionar los amores no correspondidos».

El 'Party'. «Decidí comprar la revista. ¡Qué problema! Sentí pánico porque ello implicaba desvelarme ante alguien por vez primera como homosexual y, además, correr el peligro de que algún conocido entrase en ese momento en la librería. Tomé precauciones para asegurarme el éxito de la operación. Durante un par de días vigilé la entrada de la librería y sabía cuál era la hora menos peligrosa (...)».

El ambiente. «Acababa de descubrir la explicación a la invisibilidad (...) y acababa de descubrir que existía un mundo paralelo (...) Las personas homosexuales, muchísimas de ellas casadas en matrimonio, daban satisfacción a sus necesidades sexuales y afectivas ocultándose ante el orden social».

El azar. «Me gustaría dirigirme a todos los padres y madres para pedirles que tengan presente que es el azar el que determina la orientación sexual de los individuos y, que, en consecuencia, existe una probabilidad, por pequeña que sea, de que su hijo o hija manifieste, cuando despierte a la sexualidad, una orientación homosexual o de que, en otro orden de cosas, tenga una identidad de género transexual».

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