> Iritzia: Teresa Laespada > INFANCIA E INTERNET

• Infancia e internet
• El Diario Vasco, 2009-10-02 # Teresa Laespada

El estudio «transmisión de valores a menores», publicado por el Ararteko, señala el alto grado de uso de internet por parte de los niños y niñas. Entre 8 y 10 años casi tres cuartas partes utilizan internet, es decir, apenas acaban de aprender a leer y escribir y ya dominan las tecnologías de la comunicación. En la apertura del curso académico de la UPV, su rector elaboró una metáfora sobre la brecha generacional tecnológica. Mientras los jóvenes y adolescentes actuales son nativos tecnológicos, los adultos somos inmigrantes tecnológicos y además se nos nota el acento. Es decir, ellos han nacido entre aparatos tecnológicos. Curiosamente, la conferencia inaugural que realizó el decano de la facultad de ingeniería en la Universidad de Deusto habló de la tecnosociedad. Durante la misma expuso unos datos sorprendentes: la radio tardó 38 años en penetrar en la población, la televisión 13 años, internet 4 años y facebook consiguió 100 millones de usuarios en sólo nueve meses.

El informe del Ararteko señala que en una proporción importante los niños utilizan internet sin control paterno. Se enfrentan solos a la ventana abierta al mundo, sin que sus progenitores sepan qué hacen y dónde andan. Hay mayor control de lo que leen o ven en televisión, al menos teóricamente, que el uso que hacen de internet, como si el hecho de que utilicen el ordenador en el seno del hogar no comportase peligro alguno. Posiblemente porque son inmigrantes tecnológicos, les resulta difícil resituar en un ámbito cultural en el que no se manejan las claves elementales o principios educativos básicos que guíen la conducta en la red de sus hijos. Similar ocurre con los videojuegos. Son un código lingüístico desconocido para los padres y bajo la apariencia de un inofensivo juego de estrategia o de conducción, algunos están cuajados de sexismo, machismo, racismo, violencia, lenguaje soez, comportamientos éticamente cuestionables o incluso ilegales en una sociedad real.

El Ararteko recomienda la necesidad de favorecer la formación de padres y madres para cerrar la brecha tecnológica, consejo adecuado pero irreal. Los centros educativos se devanan diariamente la cabeza para buscar el modo de llegar a los padres. Programan actividades formativas que ayuden en la toma de decisiones en la educación pero cosechan sonoros fracasos. La pregunta mágica que circula entre profesionales de la educación es: ya sabemos que los padres deben recibir orientación y formación pero ¿cómo llegar a los padres?