2009/09/24

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  • "Mi personaje favorito soy yo"
  • El "tímido" Ian McKellen hace brillar al Premio Donostia
  • Noticias de Gipuzkoa, 2009-09-24 # Cristian Tapia
Pocos actores transmiten tanta pasión por su trabajo. Los concentrados en salir guapos en la foto o, simplemente, en salir en la foto, y los que parece que actúan casi por obligación, hacen brillar más si cabe a personas como Ian McKellen (Lancashire, 1939).

El intérprete inglés hizo gala de su título de sir en la larga rueda de prensa -duró 50 minutos- que ayer ofreció para hablar del Premio Donostia que recogió anoche. "Hay dos clases de actores. Unos, como Cary Grant, Humphrey Bogart o Hugh Grant, confían mucho en sí mismos, les queremos y no deseamos que sean diferentes. Otros, como yo, son los tímidos, que actuamos para escondernos", afirmó.

Como si no entendiera el revuelo, el protagonista de Dioses y monstruos , aseguró que a los intérpretes se les presta "demasiada" atención "para lo que hacemos".

Preguntado entonces por el placer que le reporta actuar, McKellen subrayó que la interpretación "está en el alma del ser humano". "Shakespeare decía que cada uno de nosotros era un escenario. Siempre estamos cambiando, es parte de nuestra naturaleza. Por el contrario, un perro siempre es un perro. Por eso son tan divertidos, siempre interpretan su papel. Los humanos no".

Reconoció el interés físico y sexual que tienen algunos actores -"no creo que sea mi caso", dijo- pero aún así definió su profesión como "honorable". "El placer de mi trabajo es contar historias. Si el filme que vemos no nos gusta el desaliento es considerable y, sin embargo, no dejamos de ir a las salas", añadió.

Hubo también quienes estuvieron interesados e incluso preocupados por el método de McKellen. "La respuesta sería el libro que no tengo intención de escribir", aseveró, entre risas. "Interpretar es algo mágico. Empiezo con las palabras, las entiendo, descubro el personaje... La responsabilidad principal de un actor es mantener la fuerza del personaje, no juzgarlo. De todos modos, no se preocupe por mí. Este es un trabajo duro pero me encanta", respondió.

Conocido por el gran público gracias a Gandalf (El Señor de los Anillos ) y por su papel en X-Men aseguró estar "orgulloso" del personaje de Peter Jackson. Sin embargo, a pesar de declararse "fan" de Gandalf dijo no tener ningún personaje favorito. "Mi preferido es el que en estos momentos estoy haciendo. No creo que los otros se pongan celosos. Y como ahora no estoy con ninguno debería decir que mi personaje favorito soy yo", aseguró el actor británico.

McKellen, reconocido por sus interpretaciones en la gran pantalla, ha logrado también un gran éxito encima de los escenarios, lugar donde comenzó su carrera y al que profesa un cariño especial. "Aunque en el teatro lo importante es el texto del dramaturgo, el actor desempeña un trabajo extra. En el cine, en cambio, no hay público y muchas veces la película empieza cuando tú has terminado tu trabajo, en el montaje".

Confesó también que le gusta hacer películas independientes porque "tienen que hacerse". "No se harían si fueran superproducciones" aunque no renegó de ellas. "Que la cinta sea grande o pequeña se traduce en el número de tomas que se pueden hacer. Al final estoy yo con la cámara", añadió el Premio Donostia.

Así, entre los requisitos para decantarse por un papel, McKellen enumeró varios: "Tiene que haber dinero y tiempo para poder hacer las cosas bien, un buen equipo técnico y, sobre todo, tiene que ser un papel que no haya hecho antes, tiene que ser diferente y no tengo que estar muy seguro de que pueda hacerlo". De esta forma se asegura el "riesgo" necesario para lanzarse con "ímpetu".

El británico confesó que antes de dedicarse a la interpretación quiso ser cocinero y periodista y que lo que definitivamente le empujó a los escenario fue una buena crítica en un periódico. "Fue cuando estaba en la Universidad de Cambrigde cuando la leí y me di cuenta de que era lo suficientemente bueno como para ser profesional".

Sin embargo, aquellos comienzos no fueron sencillos. "No me acosaban todos los días pero fui uno de los que recibía palizas. Era bullying homófobo. Había oído que en el mundo del teatro, gracias a Dios, la gente era rara como yo. Hasta entonces pensaba que no había nadie como yo en todo el mundo", afirmó.

Activista en favor de la causa homosexual comentó que cuando era joven no había ninguna referencia a este tema. El cine sólo reflejaba "ignorancia" sobre ello pero las cosas "han cambiado". "Aún así hay muchos países donde te matan por ser homosexual y eso te hace ver qué tipo de sociedad es. Yo quiero un mundo donde cada uno pueda ser honesto consigo mismo".

En referencia al galardón que recibió anoche subrayó la idea de que reconoce su trayectoria. "Eso me gusta. Aunque no creo que mi carrera vaya a acabar". "Lo que hace este festival especial es la amistad, la apertura y el entusiasmo de todo el que está implicado. No me imagino a nadie en esta ciudad que no se haya enterado. Eso en Londres no pasa. A veces las ciudades son demasiado grandes", concluyó.

"Actúo para intentar mejorar"
Sir Ian McKellen recibió ayer el Premio Donostia en reconocimiento a 50 años de carrera. Ha sido calificado por el Zinemaldia como "genio de la interpretación", definición que corroboró el actor y director José María Pou. Él fue el encargado de entregar el galardón al "maestro". "Hablar de un maestro es pan comido -dijo-, sólo hace falta pronunciar la palabra maestro . Todos sus trabajos son clases magistrales".

McKellen agradeció sus palabras al recoger el premio. Y continuó: "A los actores se les presta demasiada atención, se les concede demasiadas halagos y se les toma demasiadas fotos. Y realmente sólo formamos parte del proceso de hacer películas, somos parte del equipo".

La competición es lo que aseguró no entender y se preguntó: "¿Cómo se pueden comparar las interpretaciones? Pero este premio es diferente porque valora una vida".

McKellen se refirió a quienes se adentran en el mundo de la interpretación buscando la fortuna y añadió que también los hay, como él, que trabajan porque no saben hacer otra cosa. "Actúo para intentar mejorar, y si estoy en competición es conmigo mismo", señaló.

Así, desveló su secreto: "No puedes mejorar como actor a no ser que trabajes con los mejores. Soy como un carpintero a la espera de construir la silla perfecta". Por eso se prometió seguir actuando. "Regresaré a Donostia", finalizó.

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