- Soraya, una disco-diva a Eurovisión
- ABC, 2009-03-02 # Rosa Belmonte • Madrid
La larguísima gala era un trocito de Eurovisión, salvo por esos clips a lo «Sigue soñando» (ver a Manolo Gómez Bur impresionaba). La disposición del escenario (aunque chiquitito) con los fans y las cámaras en el backstage (aquí se llamaba chillout) eran muy eurovisivos. Como también las canciones y las puestas en escena. Es como si de pronto nos hubiéramos puesto en modo ucraniano a ver si nos hacen caso. Y no es sólo que lo de Soraya sea tan parecido a lo de Helena Paparizou cuando ganó en 2005 (aunque Soraya enseña más). Había que ver también ese cambio de ropa de los Santa Fe (de un traje de chaqueta gris al disfraz de Eduardo Manostijeras). O a los bailarines de Isi, que no habrían sido aceptados ni en una carroza del Orgullo Gay por pasarse de afeminados.
Mención especial merece Alaska, que ha pastoreado esta insoportable pesadez (y hasta a Uribarri y su bufanda verde) con solvencia. Y si mereció la pena aguantar hasta más allá de las dos de la madrugada fue por ver la actuación de Nancys Rubias. Por Mario Vaquerizo, su mono. su sobaco al fresco (no sé si era tipo loden o es que se le rompió, como los tirantes a Soraya). ¡Y esos contoneos por el escenario! Ya pueden aprender los coristas de Isi. ¿Cómo hemos estado tan tontos para no mandar a Mario Vaquerizo a Eurovisión? Si queríamos una diva, nadie mejor que el marido de Alaska.
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