2009/04/14

> Erreportajea: Politika > HUNGRIA: PAREJAS DE HECHO, ¿UNION O DESILUSION?

  • Parejas de hecho en Hungría, ¿unión o desilusión?
  • Mientras cuatro países de la Unión Europea ya han dado el “sí, quiero” al matrimonio homosexual, el Parlamento de Budapest, tras una primera apertura liberal, ha bloqueado la ley. Ahora se esperan las elecciones (nacionales y europeas) en este país en el que el 10% de la población está conviviendo de hecho
  • Café Babel, 209-04-14 # Chiara Sassoli • Budapest / Trad. Soraya Garcìa Bernardo
El baile se abrió en 2004 cuando Pééter Guztos, miembro de la Alianza de los líbero-demócratas (SZDSZ) saltó a la pista con una propuesta de unión legalmente registrada que daría a las parejas homosexuales unos derechos equivalentes a los que corresponden a quienes se casan. El 17 de diciembre de 2007, algunos meses después de los disturbios durante la Gay parade de Budapest (causados por grupos de extrema derecha) el gobierno de coalición centro-izquierda adoptó la propuesta.

Todo parecía avanzar para su puesta en práctica prevista el uno de enero de 2009, pero tan sólo dos semanas antes de su entrada en vigor, el pasado 15 de diciembre, el Tribunal supremo ha considerado la ley sobre las uniones de hecho anticonstitucional y la ha rechazado con la excusa de que el procedimiento para suscribirla se parece demasiado al de la intocable y protegidísima institución del matrimonio.

República Checa por delante
“Se trata de un argumento inverosímil”, declara András Léderer, de 24 años, presidente de Ujgneration, el ala joven del SZDSZ, actualmente en la oposición. Integrado por más de 1.500 jóvenes, este partido se muestra especialmente activo en materia de libertades civiles y lucha por la igualdad de derechos, entre ellos el de poder elegir a su pareja y disfrutar de las ventajas legales que existen para las parejas heterosexuales. Saboreando un batido en Eklektika, el único restaurante gay acogedor de la capital, nos suelta: “llevará tiempo que los conservadores, la Iglesia y las asociaciones civiles integradas por numerosas familias de derecha, reconozcan la igualdad de hecho entre homosexuales y heterosexuales. Y, sin embargo, tienen un peso importante en la evolución de las mentalidades. Para que te hagas una idea, hasta la República Checa, desde el 2006, atribuye un estatuto legal para las parejas homosexuales, imagínate”. Dentro de la Unión Europea, Holanda, España, Bélgica y Noruega han dado el paso, mientras los otros 23 países siguen pensando en ello, más o menos activamente.

Nuevo intento en el Parlamento, pero nada de hecho
El pasado 9 de marzo, un nuevo texto sobre las uniones de hecho, modificado por sus mismos promotores, fue propuesto de nuevo al Parlamento húngaro con la idea de que más vale contentarse con un primer, aunque pequeño, paso adelante.

En la nueva propuesta a la orden del día, apoyada por cinco partidos y con bastantes posibilidades de ser aprobada, algunas modificaciones han “aligerado” un poquito su alcance. Las uniones ya no serán registradas en el ayuntamiento sino primero ante notario y después introducidas en un banco de datos. Además, al no estar sujetas a la legislación familiar corriente, las parejas no podrán adoptar hijos ni usar el apellido del compañero. En caso de fallecimiento o separación, los derechos de transmisión establecen que la familia todavía tiene la prioridad sobre el compañero… Resumiendo, todas las restricciones que impiden a las uniones de hecho una verdadera igualdad. Y si consideramos que actualmente alrededor del 10% de la población húngara está conviviendo sin estar casada, estamos ante algo que afectaría a una amplia franja de la población.

Como András, Anna Lovas Nagy, artista y animadora de un programa radiofónico dedicado al mundo lésbico –Tilos Radio, 90.3 FM- apoya la adopción de las parejas homosexuales. “Si una pareja de mujeres tiene un hijo, como en mi caso, y la madre digamos ‘número uno’ tuviese cualquier tipo de problema, su compañera, la madre ‘número dos’, no tendría ningún derecho sobre el niño. Es una situación que tiene que cambiar sin ninguna duda, pero llevará todavía tiempo, Hungría no está preparada”.

Con 45 años es madre de una chica de 25 y se dice la primera lesbiana en haber salido públicamente del armario hace diez años. Desde entonces, vive abiertamente su homosexualidad, pero también reconoce haber tenido mucha suerte. Delante de un vaso de agua con gas me cuenta, gracias a un improvisado traductor, que desde hace algunos años se ha producido un verdadero ‘baby boom’ entre las parejas de lesbianas del país, y que por esto prima la necesidad de regularizar una realidad cada vez más extendida. Una chica pasa a saludarla antes de prepara el cineforum en el reservado de un café del nuevo barrio judío, punto de encuentro de la comunidad lesbiana de Budapest. La joven me habla en inglés y alude directamente a la propuesta hecha en el Parlamento, “esperemos que la aprueben, si no, habrá que esperar todavía muchos años antes de que vuelvan a discutirla de nuevo”. Se refiere a las próximas elecciones nacionales previstas para este año, que según las previsiones, serían favorables a los partidos conservadores, lo que pospondría en la agenda política húngara la discusión sobre las uniones homosexuales.

Entre los políticos que se oponen encarnizadamente al matrimonio homosexual, Bence Rétvari, presidente de la asociación de los jóvenes cristianos demócratas, afirma que legalizar el matrimonio homosexual no serviría para nada más que para abrir la puerta a la deriva de todo tipo de matrimonio. Según él, el matrimonio, por principio, lleva a la procreación: imposible que los homosexuales busquen la igualdad en ese ámbito. Se trata simplemente de un límite biológico.

De momento, toca esperar la discusión parlamentaria sobre las parejas de hecho en las próximas semanas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario