- Un ex director de 'Egunkaria' asegura que no habría dirigido un diario relacionado con ETA
- Los cinco acusados niegan vínculos con la banda
- Europa Press, 2009-12-16 # Madrid
El juicio se celebra sin la acusación de la Fiscalía, que solicitó el archivo de la causa, y sólo a instancias de las acusaciones populares, ejercidas por Dignidad y Justicia (DyJ) --que solicitan entre 12 y 14 años de cárcel para cada uno de los acusados-- y la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), que pide 15 años de prisión por pertenencia a organización terrorista.
En respuesta a las preguntas de sus defensas --ninguno respondió a las acusaciones particulares-- y en castellano, los cinco acusados insistieron en rechazar que ETA tuviera algo que ver con el nacimiento o el desarrollo del rotativo y negaron que su objetivo fuera amparar las tesis de la banda, como sostienen las acusaciones. El director entre 1993 y 2003 explicó que el periódico pretendía llegar a "todas las personas dispuestas a leer un diario en euskera" y que "todas se sintieran cómodas".
Por ello, dijo, la línea editorial era que fuera un periódico "plural, abierto, moderno, independiente de otros medios de comunicación y de partidos políticos" y "militante", en el sentido de que sus trabajadores tenían "jornadas largas y sueldos bajos".
Otamendi defendió que personalmente siempre fue "muy escrupuloso" con la información y que nunca admitió "insultos" y citó como muestra de su actitud que en el periódico recibieron "más quejas por el espacio dedicado al Athletic o la Real Sociedad que quejas políticas". "Teníamos empeño en hacer un buen periódico", afirmó, tras explicar que sus periodistas fueron los primeros 'euskaldunes' en cubrir asuntos como los Juegos Olímpicos de Atlanta, las elecciones norteamericanas de 1996 y 2000 y el viaje del Papa a Cuba.
"Nunca dimos cobertura a ETA"
El actual director del diario vasco 'Berria' insistió en que "nunca" recibió ninguna directriz en su trabajo de dirección, al que accedió tras años en la televisión vasca, y aseguró que trabajó siempre "con absoluta libertad". "Nunca dimos cobertura a ETA, ni con la cultura ni con el euskera, ni con nada", aseguró. Sobre su llegada al diario, descartó que tuviera que ver con alguna directriz de los terroristas, y explicó que se le ofreció durante una comida con los también imputados Iñaki Uria y Juan María Torrealday, quienes "no son de ETA".
Preguntado por la publicación en el periódico de comunicados de ETA, indicó, como ya hizo Iñaki Uria, que se comenzaron a hacer eco de ellos cuando empezaron a recibirlos y por interés informativo, la misma razón por la que se hicieron cuatro entrevistas a la organización terrorista, tres de ellas presenciales. De hecho, aseguró que no entendería que "un periodista que trabaja el conflicto vasco no quisiera entrevistar" a la banda. Otamendi, recordó que fue llamado a declarar ante el juez Baltasar Garzón, por estas entrevistas y el magistrado concluyó que "no eran delictivas".
El periodista insistió en que "nunca" tuvo más contacto con miembros de la organización terrorista que la puramente profesional derivada de las entrevistas. Sobre el hecho de que apareciera su nombre en documentos incautados a miembros de KAS y de ETA --la principal prueba de las acusaciones--, aseguró desconocer el motivo e incluso explicó que la primera vez que tuvo conocimiento de ellos fue cuando se los mostró el juez Del Olmo. El resto de los acusados también rechazaron saber los motivos por los que estos papeles les vinculaban con la banda, que según Iñaki Uria fueron publicados "para hacer daño" al periódico.
Como ya hicieran los anteriores imputados en declarar, Otamendi denunció que sufrió torturas durante los días que permaneció en sede policial antes de prestar declaración ante el magistrado y aseguró que fue víctima de "vejaciones homofóbicas" relativas a su vida privada. Debido a esta situación, llegó a advertir al médico forense de que se "partiría la cabeza" contra la pared si no paraban, denuncia que provocó nuevas "amenazas" de los agentes de la Guardia Civil.
"Militantes del euskera"
Los cinco acusados se definieron como promotores del euskera que pretendieron dar respuesta al "interés" que el mundo 'euskaldun' tenía en un periódico íntegramente en euskera y rechazaron estar relacionados con ningún grupo político. En palabras del miembro del Consejo de Administración Juan María Torrealday, todos eran "militantes de la cultura vasca en euskera". Su única "obsesión" era "garantizar la pluralidad" y su pretensión "trabajar en, por y para el euskera".
En este mismo sentido se expresó José María Auzmendi, también miembro del Consejo de Administración, quien explicó que se hubiera considerado una "aberración" que algún grupo de poder se hubiera intentado apoderar del medio de comunicación.
El juicio continuará este miércoles con la declaración de los primeros testigos, agentes de la Guardia Civil. Los cinco acusados recibieron esta mañana el apoyo de cargos públicos, militantes y simpatizantes del PNV, ERC y otras organizaciones políticas y sindicales, así como de periodistas y representantes de los medios de comunicación vascos, que denunciaron ante las puertas de la Audiencia Nacional que este juicio es "un atentado contra la libertad de expresión".
El periódico fue clausurado en febrero de 2003 por orden del juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, quien consideró que "ETA intervino en la creación, designación de directivos y dinamización del diario". Para el magistrado, el objetivo del periódico era facilitar el amparo y difusión "con apoyo del idioma euskera o vasco como cobertura cultural para ello" del ideario terrorista "y de los valores e intereses defendidos por dicha organización terrorista".
Según el escrito de calificación de DyJ, el actual proceso pretende "demostrar la intervención de ETA en la financiación del rotativo, a través de las empresas mercantiles relacionadas y la instrumentalización por parte de ETA del diario 'Euskaldunon' a través de la mercantil Egunkaria S.A.".
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